La curiosa tradición que se rompió en la Casa Real con el nacimiento de la infanta Sofía
Letizia y Felipe decidieron romper una tradición que siempre ha sido muy común en su familia y en España
Sofía de Borbón Ortiz vino al mundo el 29 de abril de 2007. A sus casi 17 años, la hija pequeña de los reyes Felipe y Letizia, se ha convertido en una de las piezas claves de la vida de su hermana, la princesa Leonor. La heredera al trono siempre cuenta con la mirada y sonrisa cómplice de su hermana en todos sus actos públicos y, por eso, Sofía ha decidido seguir los pasos de la primogénita estudiando en el mismo lugar donde ya lo hizo ella. Aunque eso sí, hace unos días descubrimos una tradición que se rompió con su nacimiento, un hecho que, si se sabía, lo hemos pasado por alto.
Fue el pasado 4 de noviembre cuando la reina Letizia acudió a Navarra para estar presente en el Tudela Film Festival. Esta aparición se convertía en la primera de la monarca después de la jura de la Constitución de su hija, donde se mostró más seria de lo habitual. A pesar de todo, en tierras navarras, Letizia se mostró de lo más afable y sonriente. Y, a su vuelta, pasó por uno de los pabellones de IFEMA para visitar la feria BioCultura. Fue ahí donde quiso comprar dos regalos a sus hijas y dejó constancia de una clara diferencia que hay entre las dos.
La tradición que se rompió con el nacimiento de la infanta Sofía
Letizia compró unos pendientes con forma de hoja para su primogénita, valorados en unos 55 euros. La persona que se los vendió le preguntó que si no quería llevarse otro par para Sofía, pero la reina respondió que no, que la infanta no tiene agujeros y que, por tanto, no se podía poner pendientes. Un hecho que, hasta ahora, había pasado desapercibido e insólito, sobre todo porque rompe con una tradición muy común en nuestro país. Es por eso que, tanto para ella como para su hija, se surtió de distintos productos ecológicos de la feria de IFEMA.
De esta manera, Sofía se convierte en la primera mujer de la Casa Real a quien no le hicieron pendientes a los pocos días de nacer. Una decisión que prefirieron sus padres que tomara cuando ya fuera más mayor. Parece ser que, por ahora, la infanta no ha decidido hacerse los agujeros de las orejas, como se demuestra en todos sus actos públicos, donde no ha lucido nunca pendientes. Esta es una de las cosas que le diferencia con su hermana, la princesa Leonor, quien hace poco decidió hacerse un segundo pendiente en una de sus orejas.
Esta es una de las pocas diferencias que podemos encontrar con su hermana. Ya que, a todas luces, en su forma de vestir o en las decisiones que han tomado en la vida han ido siempre a la par. Así lo han confesado siempre sus padres, quienes han querido educar a sus dos hijas por igual, teniendo en cuenta, claro, que una de ellas contará con mayor relevancia institucional en un futuro. Así, Leonor y Sofía, como ya hemos comentado, tienen una forma muy parecida de vestir. Aunque eso sí, Sofía todavía sigue manteniendo un aura más infantil, más acorde con su edad.
Las diferencias entre la princesa Leonor y la infanta Sofía
Respecto a sus estudios, Leonor y Sofía han estudiado en el mismo centro; el colegio Santa Maria de los Rosales de Madrid. Luego, en el UWC College, Leonor vivió dos años de los más intensos e interesantes de su vida. Es por eso que, debido a sus buenas opiniones, la infanta decidió seguir sus pasos. Así, actualmente, Sofía estudia los dos años de Bachillerato fuera de España, una decisión que fue de lo más controvertida para la Casa Real. Todavía no se sabe cuál será el futuro de la infanta Sofía.
Probablemente optará por comenzar una carrera que, con toda seguridad, estará enfocada al Derecho o la Economía. Al contrario que su hermana, no tendrá la obligación de realizar el servicio militar por lo que, en lo que se refiere a este extremo, tendrá un poco más de libertad. Sí que es cierto que, si quiere y desde Casa Real se lo permiten, podrá hacer lo que se conoce como ‘gap year’ y que es muy común entre los ‘royal’ y algo que va a llevar a cabo su prima Irene Urdangarín. Consiste en pasar un ‘año sabático’ en el extranjero que se puede emplear en recorrer mundo o, en cambio, en desarrollar alguna ayuda benéfica en el exterior. Todavía tendremos que esperar para ver cómo encauza su futuro la infanta Sofía.