Juan Ortega se sincera y explica (con detalles) por qué dejó a su novia plantada en el altar
Casi dos meses después de haber dejado a Carmen Otte plantada el día de su boda, concede su primera entrevista
El torero Juan Ortega ha pasado de ser conocido en el mundo del toreo a estar en todas las partes de la prensa.
El 2 de diciembre dejó plantada a la que iba a ser su mujer, un hora y media antes, algunos de los invitados ya se encontraban en la iglesia cuando se enteraron que la boda se cancelaba.
Desde entonces no se le ha visto al torero ni en medios de comunicación ni por la vía pública, pero Juan Ortega ha concedido su primera entrevista.
Desde que se conociera el regreso del torero, no ha parado de reaparecer en corridas de toros y también lo hará en el programa de Carlos Herrera en COPE.
Juan Ortega se sincera y cuenta todos los detalles de su plantón a Carmen Otte en el altar
Tras haber estado en paradero desconocido casi dos meses, y tras haber protagonizado una infinidad de titulares, rumores y especulaciones sobre los motivos que le llevaron a dejar plantada a su prometida en el altar ante 500 invitados, el sevillano ha reaparecido este miércoles en Herrera en COPE, el programa de Carlos Herrera.
Visiblemente tranquilo y relajado, Juan Ortega se ha sincerado, revelando que aunque no se arrepiente de haber suspendido su boda, sí lo hace del modo que eligió para hacerlo, esto es, horas antes de darse el ‘sí quiero’ y con todos los invitados ya en la iglesia.
Una decisión que desató un fuerte huracán mediático que no ha cesad y sobre el que el torero se ha sincerado: «Si te soy sincero no imaginaba que se iba a levantar tanto revuelo, pero entiendo el follón porque la gente está acostumbrada a casarse o separarse, pero no a suspender una boda unas horas antes no».
Entiendo el follón porque la gente está acostumbrada a casarse o separarse, pero no a suspender una boda unas horas antes no
En estos casi dos meses, Juan Ortega no lo ha pasado bien: «Son situaciones complicadas. Y lo he vivido, como suelo hacer siempre que paso momentos difíciles, me refugio con mi gente, en mis cosas, en el toreo sobre todo. Es mi forma de vida y donde tengo puestas todas mis ilusiones».
De todo lo que se ha dicho en este tiempo, el diestro ha dejado claro que la «mayoría de cosas no son ciertas. La única verdad de lo que pasó es que al final Carmen y yo somos dos personas que nos queremos mucho, teníamos una relación muy buena en muchos aspectos, pero yo venía arrastrando una serie de problemas y dudas que no fui capaz de resolver. (…) Asumo mi equivocación y pido perdón no por la decisión en sí, sino por el momento en el que la tomé. Unas horas antes de la boda con todo organizado entiendo el daño y el trastorno que puedas causar».
Carmen y yo teníamos una relación muy buena en muchos aspectos, pero yo venía arrastrando una serie de problemas y dudas que no fui capaz de resolver. Asumo mi equivocación y pido perdón no por la decisión en sí, sino por el momento en el que la tomé
Sin embargo, sí ha destacado que «el dolor hubiese sido lo mismo unas semanas antes porque no deja de ser una ruptura de dos personas que se quieren, pero entiendo que las circunstancias hubiesen sido distintas».
«Carmen Otte es una mujer diez»
Sobre su exprometida, Carmen Otte, ha hablado en buenos términos: «Es una mujer extraordinaria, una mujer diez. Me ha hecho crecer mucho como persona y como torero, siempre me ha apoyado en todo, al igual que su familia, que me han tratado como un hijo y me han dado mucho cariño. Y si algo me duele y si por algo estoy sufriendo es por haberles hecho daño a ellos porque no son responsables de mi decisión. (…) El único responsable soy yo, no intervinieron otras personas».
«Tomé la decisión solo yo sabiendo las consecuencias que tenía y entiendo que el matrimonio es lo suficientemente serio como para hacerlo con dudas, y no quería ni traicionar a Carmen ni traicionarme a mí mismo», ha sentenciado.
El matrimonio es lo suficientemente serio como para hacerlo con dudas, y no quería ni traicionar a Carmen ni traicionarme a mí mismo
Así, ha dejado claro que no se arrepiente del plantón, pero sí de cuándo lo hizo: «Lo asumo. Lo gestioné mal. (…) Siempre encontraba o encontrábamos un motivo para seguir luchando por la relación. Y te vas metiendo ahí, y cuando te quieres dar cuenta tienes el toro debajo de la cama», ha explicado, dando a entender que seguía en la relación un poco por inercia.
Pero las dudas siempre estuvieron ahí: «Al final era algo que tenía en la cabeza, no fue fruto de un arrebato ni un calentón. Me considero una persona templada, me gusta pensar las cosas y las decisiones importantes. Estaba solo en mi habitación, llamé a Carmen la primera persona, luego a mis padres y luego al cura. Y a partir de ahí consecuente con mi decisión», ha explicado, sin ocultar que es consciente de que su decisión fue un «trastorno» para sus 500 invitados.
Cómo es la relación actual entre Juan Ortega y su exprometida: «Tenemos mucha paz»
Sin entrar en detalles sobre cómo le dijo a Carmen que no quería casarse, Juan Ortega ha confesado que fue una «conversación dura». Sin embargo, pasado el tiempo, el diestro ha revelado que «al contrario de lo que se pueda imaginar la gente, seguimos manteniendo mucho cariño, mucho respeto y los dos tenemos mucha paz porque ha sido algo por lo que hemos peleado mucho, hemos luchado y las cosas no han salido para adelante, pues ya está».
Una reaparición en la que también ha tenido palabras de agradecimiento para la familia de Carmen, que se ha mantenido al margen de la polémica en todo momento: «Y no me extraña porque conozco muy bien a Carmen y a toda su familia y sé de su educación. En aquellos momentos éramos Carmen y yo y todo lo demás sobraba ,y daba igual lo que se dijese en prensa. Ni ha habido interés por sacar rédito de la situación, exclusiva ni de nada. Hemos tenido ofrecimientos pero en ningún momento se nos ha pasado por la cabeza».
El motivo real [del platón] es que siempre que hemos tenido una situación complicada hemos encontrado un motivo para luchar por nuestra relación, pero al final el corazón manda. [Y el día de la boda] pudo mas el corazón que la cabeza, porque si hubiese sido por la cabeza, lo fácil hubiese sido tirar p’alante
Asimismo, ha dejado caer que todo ha acabado en buenos términos: «Lo que me tranquiliza es que Carmen y yo sabemos la verdad de todo y me da mucha paz y tranquilidad. El motivo real es que siempre que hemos tenido una situación complicada siempre hemos encontrado un motivo para luchar por nuestra relación, pero al final el corazón manda. Pudo mas el corazón que la cabeza porque si hubiese sido por la cabeza, lo fácil hubiese sido tirar p’alante. Pero si hubiese tirado p’alante y las cosas no van bien y me tengo que separar eso sí que no me lo hubiese perdonado. (…) La cosa venía de atrás, no fue un calentón ni un arrebato del momento, eran problemas que yo venía arrastrando».
La cosa venía de atrás, no fue un calentón ni un arrebato del momento, eran problemas que yo venía arrastrando
En cuanto a una posible reconciliación, Juan Ortega no se ha mojado claramente, pero sí ha dejado caer que ni se le pasa por la cabeza: «Yo la quiero mucho y por nada en el mundo me perdonaría volver a hacerle daño».