Así es la vida privada de Francina Armengol: hijos saharauis, sin pareja y farmacéutica
La actual presidenta del Congreso de los Diputados es noticia tras verse envuelta en el caso Koldo
Francina Armengol vuelve a estar en el centro de la polémica. Después de protagonizar varias controversias, como contamos en THE OBJECTIVE, la que un día fuera presidenta del Gobierno de Baleares, está en el punto de mira después de que su nombre apareciera en el caso Koldo. La polémica, que ya fue descubierta por THE OBJECTIVE hace unos años, señala a la política del Partido Socialista y a la actual presidenta del Congreso de los Diputados tras verse involucrada. El pasado 5 de marzo, Armengol dio una rueda de prensa, donde se vio que estaba especialmente nerviosa. Pero ¿en quiénes se apoya en estos momentos decisivos? ¿qué sabemos de su vida privada?
Francina nació en las Islas Baleares, donde su familia siempre ha estado muy vinculada, orgullosa de sus raíces. Tanto es así que su padre, Jaume, fue alcalde de la ciudad de Inca entre 1991 y 1995. Además, Francina también quiso seguir los pasos de su progenitor y se licenció en Farmacia por la Universidad de Barcelona el mismo año en el que su padre terminó su mandato en la alcaldía. Luego, realizó un posgrado en Dermofarmacia. Siguiendo su vocación, la mujer trabajó en la farmacia familiar hasta finales de los años 90 cuando decidió dar el salto a la política.
Francina Armengol siguió los pasos de su padre y estudió Farmacia
Por aquel entonces, ya había militado en el Partido Socialista de las Islas Baleares y fue en 1997 cuando asumió la Vicesecretaría general de la Federación Socialista de Mallorca y, también, la Secretaría de la Mujer. Probablemente, uno de sus momentos profesionales más importantes llegó cuando asumió la portavocía del grupo socialista en el Parlamento de las Islas Baleares después de ser la candidata del PSOE al consejo de Mallorca, unas elecciones que acabó perdiendo. El 24 de mayo de 2015 se convirtió en presidenta del Gobierno de las Islas Baleares y su nombre traspasó fronteras y comenzó a oírse a nivel nacional. Luego, en agosto del pasado año se convirtió en presidenta del Congreso de los Diputados después de perder la soberanía en las islas con el triunfo del PP.
A pesar de que su vida política es de sobra conocida, y ahora su actividad está más en el punto de mira que nunca, Francina siempre se ha mostrado, como otros políticos, más tímida con esa parcela más íntima y personal. Tal y como confirman desde El Mundo, la política suele pasar sus veranos en su tierra natal, más concretamente en la zona de Aucanada, uno de los mejores lugares para disfrutar de tiempo libre, la playa y el sol. Es allí, también, donde su familia posee una vivienda muy cercana al mar, que está a la libre disposición de Francina.
Suele veranear en Mallorca junto a sus dos hijos, unos jóvenes saharauis
También, es normal ver a Francina en la localidad junto a sus dos hijos, dos chicos saharauis que, como mencionada la citada publicación, amadrinó hace unos años cuando eran más pequeños. Ahora, ya adultos, han cumplido la mayoría de edad pero no dejan de veranear junto a su madre en uno de sus paraísos. Es ahí donde la política realiza alguna de sus aficiones como es la natación, el pádel surf y la lectura. Respecto a su vida sentimental, se sabe que la socialista está soltera, pero esto no siempre ha sido así.
Es más, uno de sus escándalos estuvo muy relacionado con una de sus parejas. Este estuvo vinculado a Joan Nadal, un empresario con el que Francina compartió su vida, y que estuvo vinculado con un escándalo inmobiliario. Como relatan desde el portal web, la firma de Armengol apareció en un documento de reserva con un supuesto adelanto de 3.000 euros para un ático de lujo en un edifico del centro de Palma. Un proyecto que llevó a cabo Nadal y que se vio envuelto en acusaciones de irregularidades. A pesar de que este escándalo, que le señaló de lleno, Francina intentó mantenerse al margen, no pronunciarse.
Lo contrario que ha hecho con este nuevo escándalo que le relaciona con Ábalos y el caso Koldo, en el que se ha visto obligada a explicarse. Fue durante el día de ayer cuando la presidenta del Congreso se sometió a las distintas preguntas de los periodistas para esclarecer cuál era su posición dentro del Gobierno cuando este realizó la compra de mascarillas durante la pandemia del Covid. Fue en ese momento cuando conocimos a una Francina nerviosa, perdida y que no dio una respuesta clara. La mujer, siempre discreta, no ha estado acostumbrada a dar explicaciones, ni sobre su vida privada ni pública, a pesar de que es uno de los grandes altavoces del Gobierno.