Fernando y Carlos Fitz-James Stuart, el legado de la duquesa de Alba: su gran fortuna y estilo
Los dos hijos de Carlos Fitz-James Stuart han heredado el estilo de su abuela y están muy vinculados a la casa de Alba
Cayetana Fitz-James Stuart, más conocida como la duquesa de Alba, falleció en noviembre de 2014. Lo hizo después de una vida marcada por la huella que dejó tanto en el mundo del arte como en el de la aristocracia. A Cayetana siempre le gustó acudir a las mejores fiestas, rodearse de las personas con mayor poder y aprender de todo ello. Es por eso que sus relaciones amorosas también fueron un punto de inflexión en su vida. Sobre todo cuando empezó a salir con Alfonso Díez, con quien pasó por el altar, encontrándose con el desacuerdo de sus hijos. Han sido estos quienes han heredado no solamente su fortuna sino, también, su gran estilo para vestir. Como ahora hacen Fernando y Carlos Fitz-James Stuart, sus nietos, quienes se han convertido en su mejor legado.
Cayetana se casó un total de tres veces y tuvo seis hijos; Carlos, Alfonso, Jacobo, Fernando, Cayetano y Eugenia. Todos ellos quisieron seguir con la estela que su madre dejó en vida y, por eso, tras su muerte protagonizaron una inédita unión que se vio fracturada con el paso del tiempo. Todos ellos buscaron emprender un nuevo camino en el que su madre seguía muy presente, lo que hizo que, en términos económicos, se produjera un enfrentamiento entre ellos que hizo que se retiraran la palabra. Unas aguas que ya se han calmado y todos ellos parece ser que han encontrado su sendero en común.
Carlos Fitz-James Stuart, el hijo de la duquesa de Alba
Fue hace unas semanas cuando Fernando Fitz-James Stuart y Solís se convirtió junto a su mujer, Sofía Palazuelo, en uno de los protagonistas de la boda de José Luis Martínez-Almeida. Fernando es hijo de Carlos Fitz-James Stuart y Martínez de Irujo y Matilde Solís-Beaumont y Martínez de Campos. Ambos contrajeron matrimonio en el verano de 1988 en la catedral de Sevilla. Al enlace acudió la plana mayor de la aristocracia que estuvieron presentes cuando ambos se dieron el ‘sí, quiero’. Juntos tuvieron dos hijos; Fernando, el mayor, que nació en 1990, y Carlos, quien vino al mundo un año más tarde. Ambos hermanos mantienen muy buena sintonía y ambos han formado ya su pequeña familia.
El mayor, Fernando, se casó en el año 2018 con Sofía Palazuelo, con quien tiene dos hijas; Rosario y Sofía. Por su parte, Carlos también está casado, aunque con Belén Corsini, hace tres años, y con quien también ha sido padre del pequeño Carlos hace unos meses. Ha sido Fernando quien, en estos últimos meses, ha revolucionado el panorama nacional. Lo hace por su buena presencia en las ocasiones en las que ha aparecido junto a su mujer. Es más, muchos expertos opinan que el hijo mayor de Carlos Fitz-James Stuart es el digno heredero, en cuanto a estilo, del rey Felipe. Carlos fue quien heredó el título de su madre y, tras su muerte, se convirtió en el XIX duque de Alba de Tormes y grande España, un título nobiliario que heredará su primogénito.
La prolífica carrera de Fernando Fitz-James Stuart
Desde que alcanzó la juventud, la educación de Fernando se cuidó al milímetro. Desde muy pequeño, su padre siempre quiso que se posicionara al lado de la casa de Alba para que conociera, de primera mano, cómo funcionaba. Fue de su madre de quien aprendió mucho Fernando y, por eso, siempre ha querido que esto lo tuviera en herencia su vástago mayor. Cuando Carlos y Matilde se divorciaron, los dos hermanos se fueron a vivir hasta el Palacio de Liria. El joven estudió en el exclusivo colegio Santa María de los Rosales. Luego, se graduó en Derecho en la Universidad de Londres y estudió un máster en la Universidad de Massachusetts. En 2013, cursó un máster de Dirección de Marketing en el College for International Studies, donde también estudió, por ejemplo, Victoria de Marichalar y donde conoció a Sofía Palazuelo.
Durante cuatro años, Fernando trabajó en el Banco Santander. El matrimonio y sus dos hijos viven en un impresionante ático cerca del palacio de Liria que le reformó su padre a su gusto. La familia tiene un patrimonio de más de tres mil millones de euros, si se cuentan todos los palacios, castillos, obras de arte y joyas. Es la Fundación Alba, tal y como confirmaron en La razón, a través de la que se organiza todo el entramado económico de la familia. Además, el duque de Alba posee 119 viviendas, 25 oficinas y 13 almacenes en Madrid.
Su hermano Carlos, también un as en los negocios
Su hermano, Carlos, siempre ha sido más discreto. El pequeño de los Solís ostenta el título de XXII conde de Osorno y en septiembre de 2020 se comprometió con Belén Corsini de Lacalle. Su familia es dueña de la constructora Isolux Corsán. El 4 de marzo se convirtieron en padres de su primer hijo, un niño al que llamaron como a su padre. Fue en el año 2019 cuando Carlos se aventuró en el mundo de los negocios creando una sociedad que llevaba su nombre y dedicada a la «adquisición, explotación, directamente o en régimen de arrendamiento o aparcería, de fincas rústicas y explotaciones agrarias, forestales, pecuarias, cinegéticas, así como plantas fotovoltaicas y maquinaria agrícola, por cualquier título».
Como desvelan en Vanitatis, el joven, además, se ha centrado en la venta de productos gourmet gracias a Amura Copr SL, produciendo aceite. Es más, su idea era sacar su propia marca de aceite pero, finalmente, fue un proyecto totalmente fallecido. Desde hace más de siete años, además, es administrador solidario de Castrofresno SL, una empresa de la que el duque De Alba es el accionista mayoritario. Además, se dedica a la «producción agrícola combinada con la producción ganadera». Más adelante, se le nombró apoderado de Euroexplotaciones Agrarias SA. En líneas generales, los movimientos económicos de Carlos han sido continuos, centrándose en la diversificación de los negocios, apoyado por su padre y su hermano Fernando.
De cara a la sociedad, su triunfo no es solamente en lo económico, sino, también, en lo social. Ambos se han convertido en dos personas que se mueven por el círculo más exclusivo de la jet set. Además, tanto ellos como sus respectivas parejas, también han dado buena cuenta que no van a olvidarse de esa parte más estilos de la que siempre presumía la duquesa de Alba. Hombres clásicos, en su fondo de armario tienen mucha presencia las camisas, los chalecos y los trajes. Estos últimos entallados, con doble abotonadura y que perfectamente se amoldan a su figura.