La lujosa casa de Garzón y Dolores Delgado tras su boda: tres plantas y más de 500 metros
El exjuez y la que fue Fiscal General del Estado celebraron un impresionante enlace en Jaén el pasado fin de semana
Baltasar Garzón y Dolores Delgado celebraron, el pasado fin de semana, una exclusiva boda en Jaén, como ya contamos en THE OBJECTIVE. Lo hicieron más de cinco meses después de darse el ‘sí, quiero’. El juez inhabilitado y la que un día fuera Fiscal General del Estado lo hicieron en un momento complicado, en cuanto a lo profesional se refiere, después de que Tribunal Supremo tumbara el nombramiento de Delgado como fiscal de Sala de Memoria Democrática. Aún así, para ese día tan especial, Baltasar y Dolores pusieron el mejor broche a una relación de amistad que comenzó en los 90 pero que se transformó hace unos años cuando decidieron dar un paso más. Lo hicieron después de que ambos pusieran punto y final a sus respectivos matrimonios y se hicieran con una impresionante casa a las afueras de Madrid.
Esta compra, también, fue otra constatación más de que su relación iba más en serio que nunca. La boda se ha erigido como una de las más importantes de la temporada, sobre todo a tenor de sus invitados. Así, por la finca La Cetrina, pasaron distintas personalidades relevantes dentro del mundo de la música, la política y la justicia. Además, el lugar donde se celebró el enlace es conocida por ser una de las propiedades del torero Enrique Ponce, en el lugar en el que vivió durante muchos años junto a Paloma Cuevas, y donde, también, formó su familia. Tal y como confirmaron en Vanitatis, Garzón y Delgado eligieron el lugar gracias a la recomendación del padre de Ana Soria, quien se interesó por el enlace.
La boda de Baltasar Garzón y Dolores Delgado
Cabe destacar que la familia de la joven Ana está muy unida al exjuez y, es más, Garzón es padrino de su hijo pequeño, José, confesaron a El Mundo. La finca tiene más de 900 hectáreas y se suele alquilar por unos cinco mil euros al día. Además, también cuenta con una réplica de la puerta de la plaza de toros de La Maestranza, en Sevilla, y una piscina que tiene forma de capote. A la boda acudieron los jueces Fernando Andreu y Santiago Pedraz, junto a sus respectivas parejas. Además, también estuvieron presentes Ana Belén y Víctor Manuel, quienes están muy unidos a la pareja de jueces. Es por eso que el enlace se convirtió en uno de los momentos más emotivos de su relación.
Ambos se conocieron en los 90 por sus respectivos trabajos. Pero, en ese momento, cada uno tenía su propio matrimonio. Es por eso que no fue hasta hace unos años cuando confirmaron su relación con un viaje a Roma. Su primer ‘sí, quiero’ se produjo en el mes de diciembre, por lo civil, y retrasaron la celebración hasta este mayo, por distintas situaciones. Fue en el año 2020 cuando ambos se mudaron a una impresionante casa en una de las urbanizaciones más exclusivas de Madrid. Fue el abogado quien la adquirió, un tiempo antes, cuando todavía estaba casado con Rosario Molina, tal y como publicó Vanitatis.
La gran casa de la pareja en Madrid
La separación entre Garzón y Molina se produjo un tiempo antes aunque no se materializó el divorcio hasta un año después. Es por eso que, en su acuerdo, Rosario se quedó con el hogar familiar en Pozuelo de Alarcón, donde crecieron sus tres hijos; María, Baltasar y Aurora. Un año antes, el exjuez compró un terreno en el que construyó el que ahora es su hogar junto a Dolores. La casa cuenta con un gran jardín en el que tienen un huerto y hasta crían gallinas, explican desde el mencionado portal. Además, como vecinos tienen a David Bisbal y Rosanna Zanetti. Y no solamente eso. La finca cuenta con más de 3.000 metros cuadrados con varias estancias de techos altos y con mucha luz. Solamente la casa tiene 500 metros cuadrados.
La casa está distribuida en varias plantas. La más baja cuenta con un salón-comedor muy amplio, en el que hay un hall, una cocina, lavadero, cuarto de la caldera y un aseo. También, hay un dormitorio principal con baño en suite, un vestido privado y tres habitaciones más, que pueden ser perfectamente destinadas a los hijos de la pareja. Además, se encuentra ahí, también, un despacho. La planta superior está destinada a una sala de juegos, y se distribuye de forma diáfana, ocupando unos 150 metros cuadrados. En el exterior, como ya hemos comentado, tiene un gran jardín que, además, consta de una piscina alta y un cobertizo.
Es allí donde la pareja disfruta de sus pasiones, como es estar junto a sus mascotas y compartir momentos de lecturas. También, donde invitan a sus hijos, con quienes mantienen una buenísima relación, a pesar de sendas separaciones. Ahora, tanto Delgado como Garzón intentan reconducir sus caminos profesionales que, en estos últimos tiempos, han sido especialmente difíciles.