La fría relación de Daniel Sancho con su madre y el momento que lo dinamitó todo
Será el 29 de agosto cuando un juez dicte sentencia contra el hijo de Rodolfo Sancho tras el asesinato de Edwin Arrieta
Daniel Sancho -y sobre todo la familia de Edwin Arrieta– cuentan las horas para saber la condena a la que tendrá que enfrentarse el hijo del actor después de haber sido acusado del asesinato del médico en agosto del año pasado en Tailandia. El joven lleva casi un año en la prisión de Koh Samui y, en todo este tiempo, ha recibido la visita de su madre, que es quien más temporadas ha pasado en el país asiático, y de su padre, el actor Rodolfo Sancho. Ambos progenitores han querido estar siempre al lado de su hijo, en estos momentos tan complicados, y le han brindado su ayuda, no solo sentimentalmente sino, también, de forma profesional y económica.
Este año no ha sido nada fácil. Ni para la familia Sancho ni para la Arrieta. Sobre todo porque han sido muchas las especulaciones y los datos pocos claros que se han compartido a través de las redes sociales y los medios de comunicación. Por no hablar del enfrentamiento público que han protagonizado tanto Rodolfo como su exmujer, Silvia Bronchalo. Fue esta última quien denunció al actor por unas presuntas vejaciones, algo que escenificó, aún más, la tensa relación que ya se había palpado en aquellas ocasiones en las que habían coincidido en Tailandia.
Qué ha pasado entre Daniel Sancho y su madre, Silvia Bronchalo
Lo cierto es que, en sus viajes, el actor siempre aparecía acompañado de los abogados de Daniel, mientras que Silvia lo hacía totalmente sola. Y no solamente en los juzgados sino, también, en sus visitas a la cárcel. Una actitud que hacía presagiar que, aunque sus padres no se entendían, sí que la relación entre el joven y sus dos progenitores era -en pasado- bastante fluida. Pero parece ser que nada más lejos de la realidad. Así lo refleja Vanitatis que apunta a que la poca sintonía que había entre Rodolfo y Silvia saltó por los aires después de la denuncia de la mujer ante la Policía por esos supuestos insultos. Un episodio que ha quedado archivado.
Ha sido Daniel quien siempre ha tenido clara su posición ante la poca o nula relación que había entre sus padres. Es por eso que, en esta ocasión, no ha sido menos. Como confirman en el mencionado portal, tanto Daniel como Silvia, antes de que sucediera todo, no tenían una relación muy fluida. «Apenas se hablaban y en las primeras visitas de ella a la cárcel de Koh Samui esa relación estalló definitivamente», apunta una fuente. Estas últimas tensiones comenzaron con la estrategia de defensa. Fue Rodolfo quien, después de varias idas y venidas, contrató al mediático Marcos García-Montes, algo por lo que parece que no estuvo muy de acuerdo su exmujer.
La situación que marcó un antes y un después
En ese momento, Daniel fue muy claro con su madre; había firmado unos papeles en los que le entregaba a su padre su poder para que administrara sus bienes «y actuara en su nombre». Además, había hecho lo mismo con Marcos, a quien le había concedido su defensa. Es por eso que en la decisión del joven no había vuelta atrás, aunque no fuera bien vista por su madre, quien tenía en su cabeza otros planes de estrategia y prefiriera otra elección de los abogados. Tras la denuncia de Silvia por esas supuestas vejaciones, la relación entre madre e hijo se enfrió aún más.
«Él cree que todo esto le ha perjudicado de cara a la sentencia de su propio caso. Al margen de que le parece una aberración que su madre haya abierto un proceso judicial paralelo mientras él está esperando una sentencia que le podría condenar a muerte», confirman desde el mencionado portal. Con quien siempre ha tenido una relación muy estrecha Daniel ha sido con su abuela, la madre de Rodolfo Sancho, quien lo está pasando realmente mal y «llora a menudo, no puede soportar la idea de no volver a ver a su nieto, al que quiere como a un hijo».
Por ahora, Daniel y su familia tendrán que esperar al 29 de agosto para saber la resolución del juez. Desde la defensa del joven pretendían probar que lo que sucedió con Edwin se produjo de forma accidental, que nada estaba premeditado y que, por tanto, Daniel no habría cometido ningún asesinato. Su único objetivo es que la condena para el hijo de Rodolfo Sancho sea lo más reducida posible.