Marta Pombo se confiesa sobre su realidad posparto y desvela su gran efecto secundario
La influencer se ha sincerado a través de sus redes sociales sobre los efectos con el embarazo de sus dos hijas mellizas
Marta Pombo dio la bienvenida a sus dos hijas, María y Candela, hace más de dos semanas. Lo cierto es que, aunque ella misma ha contado, su parto fue especialmente fácil y relajante, una de las pequeñas tuvo que quedarse un tiempo ingresada en el hospital. Un momento que Marta prefiere olvidar y, sobre todo, «no hablar». Ahora, con su nueva vida de familia numerosa, la hermana de María Pombo se ha sincerado sobre cómo está siendo el posparto, una de las partes más complicadas de convertirse en madre.
Así, la influencer ha desvelado una de sus mayores consecuencias, por la que ya se está tratando. Uno de los primeros tratamientos a los que ha hecho frente la influencer ha sido el indiba, un tipo de radio frecuencia que le ayudará a poner todo en su sitio y, sobre todo, a cuidar la piel de la zona de la barriga, una de las que más sufre y, sobre todo, en su casa, que ha sido madre de mellizas. Hace unos días, la creadora de contenido ya desveló que había tenido algunas estrías que se le habían formado al estirarse la piel. Aunque eso sí, también confirmó que se estaba recuperando a gran velocidad. Advirtiendo que esto se había producido por el estrés que había vivido con el ingreso de Candela y que no era algo que sucediera normalmente.
Las consecuencias del posparto de Marta Pombo
Ahora, parece ser que la creadora de contenido sigue adelante con su recuperación. Es por eso que está intentando poner solución a todas aquellas consecuencias que le han provocado el embarazo. «Estamos moviendo las vísceras intestinales», ha confesado la hermana mediana de María Pombo. Con cierta risa, Marta ha explicado que tiene «pánico» de ir al baño. «Puede que tenga una hemorroide interna», ha puntualizado. De esta manera, la influencer ha querido evidenciar una de las consecuencias más típicas, tanto del embarazo y del posparto y de la que no se suele hablar en las redes sociales.
También, en estas mismas imágenes, Marta ha contado cómo se está organizando con su trimaternidad. «Algo que me he dado cuenta en vez de dar el pecho y optar por el biberón es que puedes organizarte mejor», ha explicado a través de unos stories. «Dando el pecho con Matilda, la alimentación era algo que dependía de mí y me estaba volviendo loca», ha apostillado. Ahora, gracias al biberón, tanto Marta como su marido, Luis, pueden alimentar a sus dos pequeñas. «Los dos estamos pudiendo tener nuestro rato libre, algo que me parece muy favorecedor para la pareja», ha puntualizado.
La realidad tras dar a luz a María y Candela
Además, la mediana de las Pombo se ha defendido de aquellas personas que critican su elección sobre la lactancia materna. «¿Sabéis por qué no me afecta lo que diga la gente sobre por qué no doy el pecho», ha dicho. «He vivido las dos cosas y puedo hablar desde el conocimiento y la experiencia. Sé lo que es dar el pecho», ha explicado. Y, además, ha sido muy clara: «Estoy dando mi opinión sobre la experiencia que viví en su día y la que tengo ahora y no me importa». Lo cierto es que la influencer nunca tiene problema en defender y expresar lo que cree, así lo ha demostrado en los últimos años, en los que ha utilizado sus redes sociales como altavoz.
Fue a principios del mes de septiembre cuando Marta utilizó las redes sociales para confirmar que había sido madre. Un momento de lo más esperado que llegaba después de un embarazo entre Madrid y Cantabria. Tal y como ella misma confesó en sus redes sociales se encontraba en perfecto estado tras dar a luz al igual que su hija María. Con ella se fue del hospital a los pocos días de parir mientras que su otra pequeña tuvo que quedarse en el centro médico. La adaptación, como ella misma ha confesado, a una familia de cinco está yendo muy bien. Por ahora, el único problema que han encontrado es con su hija mayor, Matilda, y su problemática de ir al colegio, una etapa que todavía no ha aceptado. Mientras tanto, Marta y su marido, Luis, siguen adelante con su familia, más ilusionados que nunca.