Farouk, el marido de Silvia Intxaurrondo con quien tiene dos hijos y una empresa
La presentadora de ‘La hora de la 1’ mantiene una relación con el activista tunecino con quien fue madre hace unos años
Silvia Intxaurrondo está viviendo uno de los momentos más especiales de su vida, tanto personal como profesional. La periodista ha encontrado en TVE el lugar para desarrollar su trabajo como presentadora, llevando las riendas de la mañana junto a Marc Sara en La hora de la 1. En los años anteriores, Silvia había presentado y dirigido los informativos del fin de semana de Telemadrid en un horario más difícil para compaginar su vida laboral con su lado más íntimo. Por eso ahora, con este nuevo reto, puede dedicar el tiempo a estar con su familia, aquella que guarda en su lado más personal. Sí que es cierto que, a través de su cuenta de Instagram, la presentadora acumula miles de seguidores en la que, además, comparte algunas imágenes de sus dos hijos, aunque siempre protegiendo su intimidad.
A pesar de que Silvia ha hablado siempre poco de su familia, hace unos años comenzó una relación con Jhinaoui Farouk, un hombre de origen tunecino que está especializado en la historia del mundo árabe. Silvia, además de formarse en Comunicación en la Universidad de Navarra también estudió Filología Árabe en la Universidad Autónoma. Y no solamente eso. Hizo un Máster en Estudios Árabes e Islámicos Contemporáneos. Por esa razón, con su marido no solamente comparte aquel lado más personal sino también el profesional y sus pasiones.
Quién es Farouk, el marido de Silvia Intxaurrondo
Es más, una de las últimas imágenes que tiene Silvia en sus redes sociales está tomada en Túnez, donde suelen pasar algunos días de vacaciones durante el año. Cabe destacar que la presentadora tiene que turnarse los días con su compañero y es por eso que en verano puede disfrutar de más días de asueto, en los que aprovechan para conocer los lugares más escondidos del país africano. En su perfil de Instagram, también, se define como «madre de dragones», haciendo referencia al archiconocido film Juego de tronos. Fue en una entrevista con El País en la que habló de cómo compaginaba su vida laboral con la personal. «Es una misión muy difícil, por no decir imposible. Yo lo que hago es que el poco tiempo que paso con ellos sea de calidad, de hacer cosas especiales, con mimo», apuntó.
Junto a su marido, Silvia tiene su propia empresa, Sukun Comunicación S.L. Esta está enfocada a la Comunicación y desarrollan sus servicios a proporcionar una solución integral a las empresas sobre este tema y, además, están muy relacionados con los países árabes. Además, también se encargan de presentación de eventos, la organización, la comunicación corporativa, auditoria de comunicación y relaciones públicas. También hacen formación de portavoces y presumen de tener «una amplia experiencia en el desarrollo de estrategias de comunicación para facilitar el acceso de empresas e instituciones a los países árabes».
Dos hijos y una empresa de comunicación en común
En todo este tiempo, además, Farouk ha dado distintas charlas en diversos eventos relacionados con los temas en los que está especializado. Tal y como publica OKDiario, formó parte de la conferencia De las revueltas árabes al momento actual: ¿solidaridad con quién?, en la que compartió conversación con un catedrático en Estudios Árabes e Islámicos, periodistas y activistas. En la charla, Farouk dio su punto de vista sobre la clase política de su país y del sistema económico. Un punto de vista que fue tanto criticado como halagado a partes iguales.
De su relación son pocas las informaciones que han dado Silvia y Farouk. Es más, juntos no se ha hecho ninguna imagen pública, ya que siempre han intentado mantener su privacidad. Por eso las fotografías que hay de Farouk son de los distintos eventos a los que va pero en calidad de protagonista, no de pareja de Silvia, y que tienen que ver con su trabajo. Lo cierto es que la presentadora está muy volcada en su trabajo en la televisión y son pocas las publicidades o los eventos a los que acude más allá de su empleo en Prado del Rey.