Kate Middleton desorientada y Camila con su mejor tiara: así ha sido su último y lujoso evento
La Familia Real británica se reunió al completo para dar la bienvenida al emir de Qatar en una impresionante recepción
Estos últimos meses han sido muy duros para la Casa Real británica. Es por eso que cada uno de los eventos que surgen, aunque, en la mayoría de ocasiones muy exigentes, se trata de un momento para desconectar y, sobre todo, para demostrar a la sociedad que, a pesar de las dudas, siguen siendo una de las Familias Reales más potentes de Europa. Un buen momento que se dio este mismo martes cuando la familia al completo se reunió para dar la bienvenida al emir de Qatar en un evento en el que no faltó glamour y lujo. Así, todos ellos estuvieron junto a distintas personalidades de la sociedad británica como el exjugador David Beckham y su mujer, Victoria. Aunque eso sí, las miradas estaban puestas en Kate Middleton y la reina Camila.
La mujer de Carlos III reapareció después de que se confirmara que no se ha recuperado de la infección pulmonar que sufre desde hace algo más de un mes. Es por eso que, como confirmaron desde Buckingham, el paso de la monarca por la recepción sería escueto. Aún así, y animada por el momento y porque se encontraba mejor, decidió quedarse un poco más de tiempo. Es por eso que no solamente estuvo presente en la foto oficial de la familia con sus invitados sino que, también, se quedó al convite. Mientras tanto, Kate Middleton hizo otra de sus reapariciones después de haber finalizado su tratamiento de quimioterapia. La princesa de Gales estuvo acompañada por su marido y se mostró más fría que en otras ocasiones.
La espectacular tiara de la reina Camila
Sin duda alguna, lo que más llamó la atención fue el look elegido por la reina consorte. Para el momento, Camila se decantó por un impresionante vestido rojo de terciopelo. Aunque eso sí, toda la atención se la llevaba la tiara Kokoshnik, una de las favoritas de Isabel II. Se trata de una de las piezas más importantes del joyero de la monarca y está compuesta por setenta barras de platino con 488 diamantes incrustados e inspirada en los tocados rusos, de ahí su nombre. Fue un regalo de un aristócrata a la reina Alejandra, la esposa del rey Eduardo VII, por sus bodas de plata. Esta al ser concebida como un regalo del pueblo británico comenzó a formar parte del joyero real.
Además, Camila la combinó con un collar, que también perteneció a la anterior monarca, con flecos y que fue creada para ella. Los pendientes eran de su colección privada y los combinó con las dos órdenes que ostenta. La segunda en discordia, Kate Middleton, también captó la mirada de los presentes y de los medios de comunicación. Así, pudimos ver, de nuevo, a una princesa totalmente recuperada. Aunque eso sí, con algún que otro gesto de despiste. Para la recepción, la mujer del príncipe Guillermo se decantó por un favorecedor vestido en color granate, el modelo de Sarah Burton para Alexander McQueen de corte clásico. Además, lo combinó con un abrigo del mismo estilo y la misma tonalidad con escote doble y cuello en pico. También, escogió unas botas de Gianvito Rossi, acabadas en punta y con tacón ancho, unos guantes de piel y un bolso de Chanel acolchado.
Kate Middleton y su gesto con Carlos III y los fallos de protocolo
Terminó su look con un tocado lazo XL y un impresionante collar-choker, un modelo de piedras japonesas que perteneció, también, a la reina, rematado con un broche de brillantes. Algo que ha llamado especialmente la atención es el controvertido gesto que ha tenido el rey Carlos con Kate Middleton. Así, cuando los príncipes han llegado a la recepción y se han encontrado por primera vez con los Reyes, siguiendo el protocolo, la princesa de Gales ha hecho una reverencia al monarca, que ha sido totalmente obviada por él. Un detalle que, además, no ha pasado desapercibido.
También, se ha hecho viral el momento en el que tanto Kate como su marido no sabían muy bien qué hacer durante la recepción y se han movido de un lado a otro sin destino fijo, dejando constancia que estaban totalmente perdidos. Algo que, además, es muy inusual en el matrimonio, quienes siempre suelen tener todo bajo control. Otra de las anécdotas que ha dejado la recepción ha sido el brindis, en el que, sin quererlo, la princesa Ana ha decidido beber antes de que comenzara el acto y pudiera juntar su copa con la del emir de Qatar, un fallo de protocolo que ha llamado la atención de las redes sociales. Al igual que el de Victoria Beckham que ha decidido aparecer en Buckingham vestida de negro, un color prohibido para llevar en palacio y que solamente se justifica con el luto.