Sarah Ferguson desoye a la Casa Real y define a su ex, el príncipe Andrés, como «el mejor»
La duquesa de York ha concedido una de sus entrevistas más sinceras al diario ‘The Sunday Times’

La duquesa de York, en una imagen de archivo. | Gtres
El príncipe Andrés es el gran escollo de la Casa Real británica. Con el paso de los años y cada vez que se iba conociendo más información sobre él se ha convertido en una de las personas non gratas para la sociedad inglesa. Su implicación en el caso Epstein supuso un antes y un después en su reputación que se vio, como no podía ser de otra manera, gravemente afectada. Así, con el tiempo y tras la muerte de su madre, Andrés ha sido relegado a un segundo plano por parte de su hermano, el rey Carlos, con quien tampoco mantiene la mejor de las relaciones. Sí que es cierto que con la reina gozó de una situación privilegiada, sobre todo porque era su ojo derecho y su persona de confianza y, aunque en un primer momento lo retiró de la vida pública, no tuvo problema en seguir prestándole atención.
Quien también ha jugado un papel clave en su vida ha sido su ex, Sarah Ferguson. Aunque su matrimonio terminó por distintas infidelidades, por ambas partes, parece ser que, ahora, ambos mantienen una estupenda relación. Tanto es así que Ferguson todavía sigue residiendo en una de las casas que tiene en su haber la Casa Real y que cuenta, además, con todas las comodidades. Ha sido ahora cuando la mujer ha concedido unas declaraciones en las que ha querido resaltar el papel de su exmarido, quien se ha visto salpicado en otra trama en el que se relaciona con un espía chino. Antes de eso, se ha conocido que el propio Rey le ha quitado su asignación económica y le ha invitado a abandonar la casa en la que reside.
Sarah Ferguson halaga al príncipe Andrés tras su último escándalo

Dos decisiones que, sin duda, han enfriado aún más la relación que mantienen. «No voy a dejarle caer nunca», ha confesado la propia Ferguson a The Sunday Times hace unos días. En su conversación con el periódico, Ferguson ha sido muy clara, apuntando a que su buena relación con su exmarido es una realidad. «Él me apoya tanto como yo le apoyo a él. Me ha apoyado en las buenas y en las malas, no solo en el matrimonio o el divorcio», ha afirmado. Además, ha querido definirle como «el mejor». «Es un gran hombre con un gran corazón y muy amable», ha apostillado. Y no se arrepiente de nada. «Lo haría todo de nuevo, al 100%», explica.
El matrimonio se casó en el verano de 1983 en la ciudad de Londres, en un momento que, como ha confesado la propia Sarah, estaba completamente «enamorada» de él. Una jornada que considera como «la mejor» de su vida, aunque supusiera dejar atrás «su anonimato». Lo cierto es que, durante sus años de matrimonio, ambos se enfrentaron a infinidad de acusaciones de infidelidad que hicieron que su relación se fuera mermando con el paso del tiempo. «Pude hacerlo porque el amor lo puede todo. Todavía está con nosotros hoy», ha apuntado sobre la relación que mantiene en la actualidad con Andrés. Su relación llegó a su final en 1996 cuando ambos vivían en el Royal Lodge y habían dado la bienvenida a sus dos hijas, las princesas Beatriz y Eugenia.
«Creo que lo que hice mal fue perderme, probablemente tratando de ser como Diana»

La historia de amor entre la pareja comenzó cuando ambos eran muy jóvenes. La primera vez que se vieron fue cuando Sarah tenía 12 años. Aunque eso sí, no se volvieron a reencontrar hasta años más tarde cuando la princesa de Diana de Gales le invitó a la carrera de caballos de Ascott. «Seis meses después nos comprometimos», ha apuntado Ferguson. Además, siempre ha considerado su llegada a la Casa Real como «una bocanada de aire fresco», donde siempre todos «la amaban». Aunque también ha tenido tiempo para reconocer qué es lo que hizo mal. «Creo que lo que hice mal fue perderme, probablemente tratando de ser como Diana», confiesa, haciendo referencia a su amiga, la mujer del rey Carlos, a quien conoció cuando tenía solamente 14 años.

En sus declaraciones a The Sunday Times, Sarah también se ha querido explayar sobre su relación con el rey Carlos III, con quien, al contrario que su exmarido, mantiene una estupenda conexión. «Es amable y me hace reír, y me encanta que todavía me llame Fergie», apostilla. Además a Camila Parker-Bowles también la conoce desde hace mucho tiempo porque era «amiga de mamá». «Admiro el extraordinario apoyo que está dando a este país. Quiero hacer todo lo posible por la reina. Ojalá me pidiera que hiciera más», aclara. Con la reina Isabel también mantuvo siempre una relación muy especial. Tanto es así que los dos perros corgies de la reina ahora viven junto a ella y Andrés en el Royal Lodge.
Estos últimos años han sido especialmente complicados para la duquesa de York quien se ha tenido que enfrentar a dos graves diagnósticos; uno de cáncer de mama y otro, de piel. Aún así, pasa los días junto a sus hijas y sus tres nietos, quienes se han convertido en sus mayores apoyos. «Sé que estoy bien porque Beatriz, Eugenia y mi hermana [Jane Luedecke] me aman», explica Ferguson al mencionado diario. «Creo que Andrés también. Espero que así sea», apostilla.