La vida personal de Ramón García: patrimonio millonario, dos hijas y un divorcio inesperado
El presentador de ‘Grand prix’ lleva 25 años gestionando otras empresas al margen de su labor en televisión
Esta Nochevieja, Ramón García no va a cantar los últimos segundos del años como nos tiene acostumbrados. Ha dejado el relevo en manos de dos caras conocidas de la cadena pública, David Broncano y la humorista Lalachus. En la presentación de la programación especial de Navidad de La 1, el veterano presentador de las uvas les mandó un mensaje de apoyo para esta emisión tan especial en sus carreras. «Lo vais a hacer realmente bien, porque vuestra forma de presentar va a romper con lo habitual de las Campanadas», mientras él disfrutará de las uvas detrás de las cámaras. Tras 15 años al frente de este peculiar programa, Ramón García cuelga la capa para iniciar una nueva etapa profesional y personal.
Ramontxu sigue con 63 años en lo alto del entretenimiento gracias al programa Grand prix. Este mes el formato que enfrenta a pueblos por toda España se adapta a las fiestas navideñas y cambia sus pruebas de verano por unas de invierno. El mismo presentador explica con humor que «en vez de piscina tenemos pista de hielo». Pero más allá de este talent y otros programas donde sigue activo, como En compañía para Castilla-La Mancha Media, el vasco tiene claro su futuro profesional. Tiene un par de empresas de comunicación audiovisual e inmobiliarias en las que se apoyará cuando decida jubilarse tras una completa carrera de más de 40 años. Puede ser que algún día confíe en sus hijas -en común con su exmujer Patricia Cerezo– para gestionar estos negocios, porque de momento Natalia y Verónica continúan su formación en la universidad.
Las empresas y casas de Ramón García
Según recoge la revista Lecturas, Ramontxu tiene dos empresas a su nombre y varias propiedades que forman un patrimonio millonario. La primera es Bilbo TV producciones y servicios SL, que dio de alta en 1997 junto a su exmujer Patricia Cerezo. Lleva más de 25 años activa y dedicada a labores de publicidad. Las últimas cuentas que pueden consultarse son de 2016, año en que la sociedad estaba valorada en casi 300.000 euros. Ramón García es el administrador único de la empresa desde que en 2021 se divorciase de su mujer y separasen sus caminos personales y profesionales.
El segundo negocio de Ramontxu es una sociedad de nombre Tulua SL. Se fundó en 1992, antes de que el presentador estrenase Grand prix, y se dedicaba a servicios de radiodifusión, servicios de enlace y transmisión de señales de televisión. Con el tiempo varió su actividad y hoy está centrada en la gestión de alquileres de inmuebles. El último dato disponible es del 2019, año en el que la empresa tenía un activo de 3,5 millones de euros entre bienes e inmuebles. Antes de su divorcio, algunas propiedades del presentador estaban a nombre de esta empresa. Una de ellas era la casa familiar de Pozuelo de Alarcón, un chalet individual con jardín y piscina privada que vendieron durante el divorcio. Todavía mantiene un piso de 138 m2 en Marbella al que acudían junto a sus hijas en su tiempo libre y otro piso en Bilbao, este fruto de una donación de 2005 que incluía dos locales y plazas de garaje.
Su familia de cuatro, unida tras el divorcio
Ramón garcía es uno de los personajes más reconocidos de la televisión, lleva años dirigiendo programas de éxito como Grand prix o las Campanadas de fin de año pasando por varias cadenas. Aún así ha mantenido su faceta personal bastante alejada de los focos. Su única relación conocida es la que mantuvo durante años con su exmujer Patricia Cerezo. Se casaron el 8 de marzo de 1997, y desde entonces la periodista le dejó las cámaras a su marido mientras ella se dedicó a sus hijas. En 2021 sorprendieron al mundo anunciando que se separaban tras 24 años de matrimonio, dos hijas y varias empresas en común. A pesar de haber tomado caminos distintos, siempre han buscado lo mejor para sus hijas y tuvieron especial cuidado al anunciarles la noticia: «Lo contamos los dos. Charlamos ambos con ellas, que es como se debe hacer, y lo entendieron perfectamente», contaba hace un año en Plano general.
La carrera de Ramontxu estaba en su mejor momento cuando dio el paso de convertirse en padre. Sus hijas Natalia y Verónica han estado muy unidas a él durante el difícil proceso del divorcio. La mayor, Natalia, tiene 21 años y estudia Administración y Dirección de Empresas con Mención Internacional en la Universidad Pontificia de Comillas. Los dos últimos cursos del grado los está estudiando en la universidad de San Diego, California. Fue de las notas más altas de su curso en bachillerato y compagina sus estudios con su participación en grupos universitarios de finanzas y negocios. La pequeña, Verónica, acaba de cumplir 18 años y también ha empezado la universidad. «No me puedo creer que hayan pasado ya 18 años desde ese 5 de diciembre del 2006 a las 7 de la mañana, yendo en el coche a toda velocidad en plena víspera de puente, diluviando, con huelga de transportes incluida y yo sacando el pañuelo por la ventana para llegar a tiempo al hospital», recordaba con gracia su madre por su cumpleaños.