El rosario que Leonor lleva consigo en Elcano y descubre una diferencia abismal con Letizia
Ha incluido un pequeño detalle dentro de su uniforme de guardamarina que ha pasado desapercibido hasta ahora

La princesa Leonor en la ceremonia de partida del Juan Sebastián Elcano. | Gtres
Acostumbrada al armario colorido de Zarzuela, Leonor ha tenido que hacerse a los uniformes militares y sus estrictas normas. En el último año y medio la princesa de Asturias ha vestido los trajes verde, blanco y azul marino de las diferentes academias en las que se está formando. El próximo curso también se enfundará la ropa de cadete de la Academia General del Aire y del Espacio de San Javier, Murcia, donde finalizará sus estudios castrenses para 2026. A día de hoy ya estamos acostumbrados a verla vestida con las ropas oficiales en sus distintas apariciones públicas: en la Pascua militar, en el Día de las Fuerzas Armadas y Fiesta Nacional, o en las distintas imágenes de ella en Elcano que ya hemos comentado en THE OBJECTIVE.
Leonor ha acaparado numerosos titulares por su estilo clásico y recatado cuando se viste de paisana. Pero cuando se trata de su uniforme militar, queda poco espacio para la noticia. El reglamento de uniformidad de las Fuerzas Armadas está claramente explicado en el BOE y deja poco margen para la creatividad y las muestras personales de estilo. Pelo recogido en un moño, camisa bien planchada y abotonada, las hombreras con sus condecoraciones, guantes y falda en ocasiones especiales… Son muchas las normas que debe seguir como miembro del ejército a la hora de vestir. Dentro de la rigidez de la Orden DEF/1756/2016, de 28 de octubre -donde se explican los pormenores de la uniformidad-, Leonor ha encontrado un vacío legal para llevar consigo un elemento que no se especifica en las normas.
El rosario que Leonor esconde en su uniforme

Hasta ahora había pasado desapercibido, pero en las últimas imágenes de la heredera se ha visto que lleva un rosario. Se trata de una pulsera de hilo verde, con diez nudos y una cruz que ayudan a seguir esta oración. También se llamaría decenario porque reduce los 50 nudos del rosario tradicional a solo 10. Leonor no puede llevarla puesta en la muñeca porque iría en contra de las normas de uniformidad, pero ha conseguido llevarla consigo a diario de una forma muy original. La ha enrollado en su reloj, que sí está permitido, y pasar por encima del reglamento. Este detalle se ha apreciado con mas claridad en las últimas fotos de la princesa a bordo de Elcano, que se publicaron hace unos días desde las redes de la Casa Real. Aunque hechando mano de la hemeroteca, este detalle ya estaba presente desde hace un tiempo aunque hubiera pasado desapercibido.
Lleva su reloj deportivo en la mano derecha, que le será más cómodo dado que ella es zurda. El rosario está en el lado interior de la correa, que queda escondido contra el cuerpo y pasa más desapercibido. Sus oficiales no habrían puesto pegas a este singular elemento, pues ha seguido llevándolo durante días. Este accesorio no supone una molestia para las actividades diarias de la princesa en el buque escuela, como escalar al mástil a recoger las velas o lijar el interior de la cubierta a mano, y le permite tener un toque de personalidad dentro de lo plano del uniforme.
Su gran diferencia con la reina Letizia
No se sabe si Leonor utiliza este rosario para su función principal, la de rezar la oración que lleva el mismo nombre, o como un recuerdo sin significado religioso. Podría ser un regalo de su hermana menor, la infanta Sofía, que se conoce que es creyente como su hermana. Amabas han recibido la confirmación y parece que mantienen la fe que les ha inculcado su padre, el rey Felipe, y su abuela paterna, la reina Sofía. Podría también ser un regalo de otra persona de su círculo cercano, como algún compañero de la academia de Zaragoza o del internado de Gales donde estudió el bachillerato hasta 2023.

Sea cual sea el origen de este llamativo detalle, Leonor no parece que vaya a prescindir de éste durante su travesía a bordo de Elcano. El buque escuela llegará en unos días al puerto internacional de Salvador de Bahía, en Brasil, y continuará su viaje por Latinoamérica y Estados Unidos hasta que regrese llegado el verano -en la latitud norte-. Leonor vivirá seis meses separada de su familia y de la supervisión de la reina Letizia, su madre y su mayor consejera. La reina no es católica, como ha demostrado en varias ocasiones al faltar a actos religiosos o mostrarse indiferente ante los símbolos religiosos. Esta diferencia entre madre e hija marca una clara separación en Zarzuela, entre practicantes y agnósticos, que no resultará un problema ahora que las hijas de los reyes se convierten en adultas y escriben sus propias reglas de juego.