La vida actual de Sonsoles Espinosa: sólido matrimonio con Zapatero y cantante de ópera

Sonsoles Espinosa está muy lejos de toda la vida ajetreada y del foco mediático que supuso su paso por la Moncloa. La mujer de José Luis Rodríguez Zapatero residió en el Palacio las dos legislaturas que duró el mandato de su marido y, en todo ese tiempo, vivió momentos especialmente complicados. Uno de los mayores deseos del líder del PSOE y de su mujer era mantener todo lo que tenía que ver con su vida en un segundo plano. Sobre todo, aquello relacionado con sus hijas, como ahora sucede, por ejemplo, con Pedro Sánchez o como pasó con otros presidentes como Aznar o Mariano Rajoy. Aún así, ni José Luis ni Sonsoles pudieron evitar que, cuando estaban en plena juventud, una imagen de Laura y Alba se viralizara y llegara a absolutamente todas las personas de este país.

Un momento que toda la familia vivió con resignación pero con el que pudieron comprobar que, tras su etapa en Zarzuela, preferían optar por una vida más tranquila y, sobre todo, menos mediática. Y así lo han conseguido tanto Sonsoles como sus dos hijas, quienes están centradas en su propia empresa audiovisual, What The Fav, que, tal y como confirmó este periódico, está logrando una gran rentabilidad. Aunque eso sí, sus negocios con Venezuela, país con el que ha trabajado estrechamente Zapatero, han hecho que vuelven a situarse en el foco de la polémica.

Sonsoles Espinosa, Zapatero y su vida en la Moncloa

Una situación que muy probablemente no esté gustando en absoluto a una siempre muy discreta Sonsoles Espinosa. Zapatero y ella se conocieron a principios de los años 80 en León. Por aquel entonces, ambos estudiaban Derecho. Aunque eso sí, sus verdaderas vocaciones estaban muy lejos de esas aulas de universidad. Con el paso del tiempo, José Luis fue decantándose por la política mientras que Sonsoles lo hacía por la música. Es por eso que ya en su madurez, la mujer decidió formarse como cantante de ópera y profesora, para poder enseñar a otras personas, con unas inquietudes parecidas y con talento, lo que realmente a ella le apasionaba.

Ambos se dieron el ‘sí, quiero’ en la ermita de Nuestra Señora de Sonsoles, en Ávila. Tras mudarse a Madrid, juntos comenzaron a hacer vida en la capital, donde criaron a sus dos hijas. Su paso por la Moncloa hizo que Sonsoles viviera un parón en su carrera profesional, algo que retomó una vez acabaron las dos legislaturas de su marido. Pronto consiguió su plaza como profesora de canto. Antes de eso, y mientras vivía en León, trabajó como profesora en un importante colegio privado, como apuntan en Moncloa.com. Sin embargo, por razones de seguridad y para estar más cerca de su marido, Sonsoles hizo las maletas y se marchó a la gran ciudad.

Cantante y profesora de ópera

Lo cierto es que ella siempre prefirió una urbe más pequeña y modesta. Nacida en Ávila, en una familia de militares, por el trabajo de su padre tuvo que mudarse hasta León. Allí encontró todo lo que necesitaba; paz, naturaleza y cierta tranquilidad. Aunque todo este esquema perfecto se vino abajo cuando Zapatero comenzó a ganar más y más fama. Su debut como primera dama fue muy discreto. Mostrándose siempre como una persona tímida, Sonsoles apareció frente a los medios de comunicación en contadas ocasiones. Y en esas apariciones era su marido quien iba por delante dándole la mano.

De pelo corto, rubia y con una sonrisa tímida, su vida cambió para siempre aquel 14 de marzo de 2004 cuando Zapatero se convirtió en presidente del Gobierno tras una clara y apoteósica derrota a su mayor rival, José María Aznar. Sobre ella se ha hablado mucho y sobre su carácter, también. Ángeles López de Celis, en su libro Las damas de Moncloa, admitió que era una persona que estaba muy muy preocupada con la alimentación de sus hijas y que era algo que, además, traía de cabeza a los cocineros de la Moncloa que ya no sabían cómo acertar con sus menús.

Durante su tiempo como primera dama a Sonsoles le gustaba veranear en Lanzarote, donde más tarde el matrimonio se compró una casa. Pero también seguía con su pasión con el canto, que no desapareció nunca. Así, en esos años, consiguió trabajo como suplente en el coro del Teatro Real y en el de RTVE. En 2007 cumplió uno de sus grandes sueños; cantar en la Ópera de París en el coro de Carmen de Bizet. En 2009 llegaron las famosos fotos de sus hijas que dieron la vuelta al mundo. Parece ser que salir de la Moncloa para ella fue un alivio. Tal y como narraron personas de su entorno para Vanity Fair se había convertido en «una jaula».