La intrahistoria de la millonaria herencia que Letizia recibió de un desconocido en Menorca
En 2010, Juan Ignacio Balada Llabrés dejó a los Reyes su farmacia modernista en la isla y varios inmuebles

La reina Letizia y el rey Felipe en Menorca. | Gtres
Por todos es sabido la especial conexión que los Reyes tienen con la isla de Mallorca. Desde hace muchos años, este lugar, a poco más de una hora y media en avión de la capital, se ha convertido en su opción favorita de vacaciones. Allí suelen pasar unos días en agosto, momento en el que aprovechan para deleitar a la prensa con su posado oficial de la temporada estival. Además, no están solos. En esos días de asueto, tanto Felipe como Letizia están acompañados por sus hijas, la reina Sofía y la princesa Irene de Grecia. También, se espera la visita de la infanta Cristina, quien suele trasladarse hasta allí para pasar tiempo con su madre y con su tía, con quienes tiene una buenísima relación.
Lo que no sabíamos, hasta hace un par de años, es que Letizia también tenía una especial unión con la isla de Menorca. Sobre todo después de que recibiera, tanto ella como su marido, una millonaria herencia que le dejó un desconocido. Fue a principios del 2023 cuando los Reyes se trasladaron hasta la isla para la inauguración de la Farmacia Llábres, un evento que no pasó desapercibido para nadie, ya que tanto la mujer de Felipe como el propio Rey habían sido agraciados con este histórico local pero, también, con otras de las propiedades que les había dejado el que fuera su propietario ya fallecido, Juan Ignacio Balada Llabrés.
La herencia millonaria de la reina Letizia en Menorca

Una noticia que sorprendió a todos, sobre todo teniendo en cuenta que los Reyes no mantenían ningún tipo de relación con este hombre. Además, la farmacia tenía un significado especial; era uno de los lugares más históricos de la isla debido a su arquitectura modernista. Juan Ignacio murió en 2010 y dejó en su testamento un local, así como otra serie de bienes para Felipe, Letizia y los nietos de los reyes eméritos. Todo ello estaba valorado en más de diez millones de euros. Siguiendo la ley, los monarcas no pudieron aceptar esta millonario patrimonio y, por eso, destinaron la herencia a distintas causas benéficas. El 50% se destinó a la Fundación Hesperia.
Además, tanto Felipe como Letizia tomaron la decisión de rehabilitar la histórica farmacia que, ahora, sirve como lugar para que la organización desarrolle sus proyectos sociales. En la obra se decidió mantener algunos de los objetos más antiguos y representativos de la farmacia y, por supuesto, no dejar de lado ese vínculo con el modernismo, que la hacía excepcional dentro de la isla. «Don Felipe pensó que ese dinero iba a ayudar a mucha gente en la isla. He coincidido con él en alguna recepción y siempre ha mostrado interés en conocer cómo era en realidad el señor Balada», explicó el periodista Josep Pons Fraga a Vanity Fair como recogen en Lecturas.
Una librería y varios inmuebles para los nietos de Juan Carlos y Sofía

El hombre también quiso dejar en su herencia un impresionante palacete que iba destinado a Felipe y Letizia y del que, por el momento, no se ha sabido cuál ha sido su futuro. Así como tampoco el de dos inmuebles que el fallecido Juan Ignacio le dejó a Leonor, Sofía, Froilán, Victoria Federica, Juan, Pablo, Miguel e Irene Urdangarin. Es más, como confirmaron desde el diario mallorquín Última Hora, les seguía correspondiendo, de forma legal, a los ocho nietos de los Reyes, aunque ninguno de ellos ha tenido intención de hacer uso de los mismos.

Lo cierto es que el Juan Ignacio no es la única persona que ha dedicado parte de su tiempo a hacerle un regalo a los Reyes. Son muchas las personas que, tanto en eventos públicos como en privados, le obsequian a los monarcas con algunos detalles que ellos siempre recogen con mucho gusto. Al igual que sucede con, por ejemplo, los representantes de los países, que, con la visita de los Reyes a sus lugares de nacimiento, también quieren agradar a los monarcas con algún que otro obsequio. Es el artículo 26.2b).6º de la Ley 19/2013, de transparencia, acceso a la información pública y buen gobierno, que es aplicable a los miembros del Gobierno y altos cargos y asimilados de la Administración del Estado, las Comunidades Autónomas y las Entidades Locales el que detalle qué es lo que tienen que hacer los Reyes y sus hijas con esos regalos.
Así, como marca la ley, no aceptarán para sí regalos que superen los usos habituales, sociales o de cortesía, ni favores o servicios en condiciones ventajosas que puedan condicionar el desarrollo de sus funciones. En el caso de obsequios de una mayor relevancia institucional se procederá a su incorporación al patrimonio de la Administración Pública correspondiente», como contamos en THE OBJECTIVE. Y si esto sucede, estos irán directamente a Patrimonio Nacional.