Los retoques estéticos de las infantas Cristina y Elena: 'adiós' a las arrugas y a las patas de gallo
Las hijas de los Reyes siempre han querido mostrarse naturales y discretas sobre esos pequeños cambios en su rostro

Las infantas en una imagen de archivo. | Gtres
Con el paso del tiempo, las infantas Cristina y Elena se han convertido en dos de los miembros de la Familia Real más discretas. Con su padre fuera de juego, las dos hijas del rey Juan Carlos han preferido mantener un perfil más bajo, que ha ido creciendo en los últimos tiempos. Sobre todo después de que Cristina pusiera punto final a su matrimonio con Iñaki Urdangarin y este acabara su condena por el caso Nóos. La investigación judicial, sin duda, marcó la relación de los dos hermanos y, en todo ese tiempo, el rey Felipe prefirió mantener cierta distancia pública con la infanta. Ahora, su relación es mucho más fluida, por lo que hemos visto cómo la hija de los reyes Juan Carlos y Sofía volvía a recuperar sus actividades institucionales.
Tanto Cristina como Elena siempre han mantenido una relación muy cercana. Juntas han compartido infinidad de confidencias y, también, viajes a Abu Dabi, donde reside el Emérito desde hace unos años. Y es que la distancia tampoco ha supuesto un gran escollo para ellas, ya que es algo a lo que están acostumbradas. Durante su vida adulta, Cristina ha vivido en distintas partes del mundo como Barcelona, Washington o Ginebra. Es en la ciudad suiza donde se estableció hace más de diez años y donde llegó a residir muy poco tiempo con Iñaki Urdangarin antes de separar sus caminos.
La eliminación de una verruga y las patas de gallo: los retoques de Cristina

Y es que Cristina siempre ha estado muy centrada en su trabajo, al igual que le ha sucedido a la infanta Elena. Además, sus hijos también forman parte de una de sus grandes preocupaciones y es por eso que siempre intentan velar por su bienestar y porque lleven una vida lo más alejadas de las polémicas posibles. Mucho se ha hablado sobre el aspecto físico de las infantas en estos últimos tiempos. Sobre todo después de que ambas tuvieran cada vez más citas públicas. Y es que, al haberlas visto crecer, son pocos los detalles que podemos intuir sobre esos pequeños retoques a los que han podido someterse.
Es, sin duda, la infanta Cristina quien más se ha prodigado en público. Tras confirmarse su divorcio con Urdangarin y, sobre todo, después de que se publicaran las imágenes del que fuera duque de Palma junto a Ainhoa Armentia en Bidart, la infanta reapareció en público. Y lo hizo con un corte nuevo y, sobre todo, sin su característico lunar. Sí que es cierto que, hasta ese momento, la hija de los Reyes se había mostrado con mascarilla, por lo que no se sabe exactamente cuándo se quitó esa verruga que tenía justo encima del labio. Como apuntaron desde la revista Lecturas, la infanta también se había sometido a algún que otro tratamiento de hidratación de su rostro, lo que hizo que tuviera un aspecto más rejuvecido y sin arrugas.
Qué se ha hecho la infanta Elena

En el programa de Telecinco, Fiesta, un experto en imagen confirmó que se había retocado la frente y las patas de gallo. Todo ello para eliminar las líneas de expresión. Además, también decidió cambiar de peinado, lo que le proporcionó un aspecto más modernizado y relajado. Por su parte, en el año 2009, la infanta Elena sorprendió a todos con unos ojos más abiertos y una piel más tersa. Como confirmaron en Mujer Hoy se había sometido a un retoque estético de efecto inmediato. Así, en ese momento, se apreció una mayor elevación de la ceja y un ojo más despejado que podría deberse por un tratamiento de bótox. Además, también se apuntó a que se había hecho un relleno de arrugas con la propia grasa.

Unos pequeños cambios que no han cambiado su expresión ni su experiencia física pero sí que han hecho que luzca mucho más rejuvenecida. Sí que es cierto que, en todo momento, ambas han sido muy conscientes de esta transformación tan sutil, sobre todo después de su abuela, la reina Federica, muriera tras someterse a una intervención en la zona de los párpados. Aunque en un principio se apuntó a que la operación era muy sencilla, la madre de la reina Sofía acabó falleciendo y sufrió un infarto del que no pudo recuperarse. Para la mujer del rey Juan Carlos, la muerte de Federica fue especialmente dolorosa, ya que ambas estaban muy unidas. Así, desde la revista ¡Hola!, se apuntó que tanto la infanta Cristina como Elena habían decidido someterse a tratamientos menos invasivos y más naturales para no envejecer tan rápido.