La vida actual de Carlos Ríos tras el éxito del 'realfooding': nuevos negocios y sus polémicas
El nutricionista se hizo conocido por su movimiento en redes en el que apuesta por decir ‘no’ a los ultraprocesados

Carlos Ríos en una imagen de archivo. | Gtres
Fue hace unos años cuando la vida de Carlos Ríos vivió un auténtico boom. El especialista en nutrición, nacido en Huelva en 1991, comenzó a adquirir seguidores en sus redes sociales que seguían cada uno de los consejos que daba sobre alimentación. Esto hizo que su cuenta de Instagram pasara de ser casi anónima a acumular más de un millón y medio de seguidores. Y no solamente eso. También ha sabido rentabilizar su fama con la apertura de distintas empresas como Realfooding Advance, un tipo de complemento alimentario; Realfooding, un movimiento «basado en comer comida real y evitar ultraprocesados que viene a revolucionar la industria alimentaria», así como una aplicación centrada en un plan nutricional y entrenamientos por un precio de 59 euros.
Lo cierto es que su nombre comenzó a sonar con fuerza hace un par de años y esa fama, aunque se ha ido diluyendo con el tiempo, no ha hecho que deje de ser un referente en cuanto a alimentación se refiere. Aunque eso sí, no sin antes cuestionar cada una de sus recomendaciones. Y es que han sido muchos los especialistas que han puesto en duda al experto y que han cuestionado el contenido que comparte a través de sus redes sociales, acusándole hasta de «publicidad desleal».
El boom de Carlos Ríos y el ‘realfooding’
En todo momento, Ríos ha abanderado el «consumo de comida real», defendiendo el derecho «a una buena alimentación». Tras su éxito, el nutricionista decidió sacar su propio libro, Come comida real, haciendo que su popularidad en redes creciera como la espuma y concediendo infinidad de entrevistas a distintos medios de comunicación. En todas ellas puso el foco en todo lo que había aprendido en su vida, sobre todo por parte de su abuela. Aunque eso sí, como apuntan desde Newtral, lo contradictorio comenzó cuando puso en venta «alimentos procesados».
Fue hace poco más de un año cuando el ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, encabezado por Pablo Bustinduy, envió una carta a Ríos en el que hablaba de unas supuestas prácticas comerciales desleales. Un comunicado que venía motivado por la revisión que están haciendo en la política de los creadores de contenido de nuestro país. Así, el nutricionista llegó a la conclusión que la carta solamente era una advertencia para que «no hablara mal» de marcas de ultraprocesados. Tras ese millón y medio de seguidores, Carlos Ríos estudió Nutrición y Dietética en la Universidad Pablo de Olavide en Sevilla. Su carrera como nutricionista comenzó en la ciudad hispalense, concretamente en una tienda de suplementos deportivos.
Tres empresas y la acusación del ministerio
Luego, se dio cuenta de su talento y comenzó a proporcionar asesorías a sus clientes. Esto se transformó en un nuevo emprendimiento por el que tuvo que mudarse hasta Madrid. Un año más tarde se hizo famoso y, al poco tiempo, sacó su propio libro. Además, los medios de comunicación se rindieron a sus encantos y comenzaron a elogiar su movimiento Realfooding. Ahora, esto ha evolucionado en una marca de productos de alimentación que cuenta con más de cuatro millones de seguidores en todo el mundo. Aunque eso sí, su carrera no ha estado exenta de polémica. Así, entre 2021 y 2022 lanzó el AOVE untable, un aceite de oliva virgen extra, una crema de cacao y también castañas.
Un producto que contó tanto con detractores como con consumidores que estaban encantados con esta nueva formulación. Además, a través de sus redes sociales, el nutricionista ha llevado a cabo varios experimentos para comprobar la salubridad de algunos alimentos, una práctica que no siempre ha sido aplaudida. Aunque, sin duda, la crítica más fuerte proviene del Ministerio dirigido por Bustinduy, quien le ha advertido que no puede hacer «publicidad desleal». Aún así, se defendió, apuntando que toda la publicidad que «es pagada» la identifica en redes sociales. Y es que, como apuntaron desde la cartera, más de un 70% de los influencers españoles incumplen esta normativa europea sobre prácticas comerciales desleales.