El currículo de la infanta Cristina, al detalle: de vivir en París a empleada de una ONG en Suiza
La hija mayor de los Reyes ha vivido en distintas partes del mundo como Nueva York, París, Madrid o Barcelona
La infanta Cristina, en una imagen de archivo. | Gtres
La infanta Cristina puede presumir de ser la hija de los Reyes que más ha vivido distintas estancias en el extranjero. La infanta ha pasado por Washington, Barcelona, París y Ginebra y ha desarrollado distintas actividades profesionales, la mayoría de ellas orientadas a ONGs. Actualmente, y desde que Iñaki Urdangarin entró en la cárcel, Cristina reside en Suiza, concretamente en la ciudad de Ginebra, donde trabaja para la Fundación Aga Khan. Aunque eso sí, su flexibilidad en el trabajo le permite viajar hasta España con cierta asiduidad.
La infanta nació en Madrid hace 59 años. Sus primeros años de vida y hasta que cumplió la mayoría de edad residió en Madrid, concretamente en el Palacio de La Zarzuela, junto a sus padres y hermanos. Una vez que formalizó su relación con el que fuera duque de Palma vivió sus años de oro en Barcelona, donde se hizo con una impresionante casona en el exclusivo barrio de Pedralbes. Entretanto, pasaron una temporada en Washington, a donde se mudaron cuando se comenzaron a saber los primeros síntomas de corrupción por parte de Urdangarin. Tras decir ‘adiós’ a Estados Unidos, la infanta y sus hijos se establecieron en Ginebra, ciudad que le ha acogido en los últimos tiempos y que les ha permitido vivir alejados de la presión social.
La infanta Cristina estudió Ciencias Políticas y vivió en Nueva York
La infanta Cristina realizó sus estudios en el Colegio Santa María del Camino en Madrid y a mediados de los años 80 comenzó a estudiar en la universidad. Concretamente en la Universidad Complutense de Madrid, donde decidió formarse en Ciencias Políticas. Obtuvo la licenciatura en 1989. A principios de los años 90 empezó un máster en Relaciones Internacionales en la ciudad de Nueva York y, a partir de 1991, un tiempo de prácticas en París en la sede de la UNESCO. Cristina fue la primera mujer de la Corona española en conseguir un título académico.
Tal y como explican en la revista Clara, por esas primeras prácticas, la infanta Cristina recibió una cantidad simbólica de dinero que le ayudó a poder mantener algunos de los planes en la ciudad de la luz. Fue ahí donde estuvo durante un año y media, en el que se dice que cobraba un dólar al mes. Ocupó el área de Ciencias Sociales y, cuando acabó el tiempo de sus prácticas, volvió a Madrid. Aunque eso sí, en la capital no duró mucho. En 1992 se instaló en Barcelona, donde comenzó a compartir piso con su prima, Alexia de Grecia. Fue en la ciudad condal donde firmó su contrato; lo hizo, de nuevo con la UNESCO, aunque en esta ocasión ya era un trabajo a todas luces.
Su primer trabajo fue de prácticas en París y, luego, para la Fundación La Caixa
En 1993 comenzó su andadura en la Fundación La Caixa, una vinculación que le ha mantenido ocupada durante estos últimos tiempos. Primero, Cristina trabajó en el departamento de gestión de cultura, donde la infanta se encargó de comisariar algunas exposiciones. Más tarde, se empleó en el área social y, por último, se convirtió en directora del Área Social de la Fundación La Caixa. Con su marcha a Washington, por los distintos negocios de Iñaki Urdangarin y, más tarde, a Ginebra, pasó a a coordinar los programas que la organización mantenía con la ONU, algo que pudo hacer perfectamente a distancia y sin tener que moverse a Barcelona.
En 2020, la infanta decidió emprender un nuevo camino de la mano de Aga Khan. Fue uno de los amigos de sus padres, el recién fallecido su Alteza el Aga Khan IV, imán de los musulmanes chiítas ismalíes nizaríes, el que le tendió una mano en uno de sus peores momentos. Por aquel entonces, ya se había evidenciado su separación física con su marido. Así, se convirtió en coordinadora de proyectos dentro de la Aga Khan Trust For Culture, dedicada a gestionar fondos culturales, que, además, tiene sede en Ginebra y en varias ciudades del mundo. Por el momento, no se sabe si la infanta sigue manteniendo algún tipo de vinculación profesional con La Caixa, aunque sí que lo hace a nivel personal, porque es ahí donde todavía siguen muchas de las personas que le apoyaron en su etapa más difícil.
