Juan Cruz Villalón, la mano derecha del papa Francisco: su enfermero personal y aprendiz
El pontífice ha muerto este lunes de Pascual en su residencia de Santa Marta, en Ciudad del Vaticano, a los 88 años

El papa Francisco y su secretario personal Juan Cruz Villalón. | Europa Press
El papa Francisco ha fallecido a los 88 años, después de unos meses complicados para su salud y una semana marcada por su agenda pública. Ha ocurrido en el primer lunes de Pascua, tras la Semana Santa y varios meses celebrando el Jubileo. Hoy se recuerda la vida del Pontífice, que dedicó por completo a la Iglesia y a cuidar de los suyos. Su historia está marcada por un origen humilde, sus primeras parroquias en Argentina, y así hasta liderar a toda la institución. Desde su nombramiento en 2013 ha sido una de las personas más influyentes en todo el mundo. Más allá de su papel religioso ha sido una voz a favor de los derechos sociales y el diálogo interreligioso.
Muchas personas han podido conocer a esta figura, clave en la historia moderna de la iglesia católica. Desde su familia y sus amigos de la infancia en Argentina hasta sus más recientes compañeros de apostolado en el Vaticano. Hay dos personas que han convivido con Jorge Mario Bergoglio de una forma más especial, sus dos secretarios personales. A estos dos hombres se les conoce como los «ángeles del Papa» y han sido su mano derecha en los últimos años de servicio y pontificado. Ellos son Juan Cruz Villalón y Massimiliano Strappetti. Dos hombres con unas historias personales muy distintas, pero que les llevaron a cuidar del Papa Francisco en sus últimos años de vida.
Juan Cruz Villalón, mano derecha del Papa Francisco
Este lunes que se recuerda la vida del pontífice, es natural explicar cómo fue el Papa a través de sus seres más cercanos. Una de las personas más íntimas al Papa Francisco ha sido su secretario personal Juan Cruz Villalón. Este hombre es un sacerdote argentino que ha estado a su lado en las últimas semanas, marcadas por los ingresos hospitalarios y los cuidados en su residencia de Santa Marta. Este secretario privado ha formado parte de su entorno desde hace varios años y fue llamado especialmente desde Roma para que permaneciera a su lado.
Su nombre casi no se ha escuchado en estos años. El argentino ha sabido mantener la discreción que su puesto junto al pontífice requiere. Su cara, sin embargo, puede ser familiar para muchos. Es el hombre joven con gafas de pasta que ha empujado su silla de ruedas en las últimas apariciones públicas. Le acompañó en la apertura de la Puerta Santa, el diciembre de 2024, y la inauguración del Año Santo o Jubileo. Lo acompañó en su reaparición pública desde los balcones del sanatorio Gemelli durante la Misa del Jubileo de los enfermos, el 7 de abril. También ha estado junto al Papa Francisco en su última aparición pública. Fue el pasado domingo, día de la Resurrección y fin de la Semana Santa. El Papa salió al balcón de la plaza de San Pedro acompañado de Juan Cruz Villalón, y desde su silla impartió la bendición Urbi et Orbi.
Los enfermeros personales del Papa
Otros rostros que han formado parte de la vida reciente del Papa han sido sus enfermeros personales. Francisco permaneció ingresado en el Hospital Gemelli de Roma hasta 38 días, entre los meses de febrero y marzo. Por esto, las personas que le cuidaron a nivel de su salud han sido otras figuras claves para contar su vida. El doctor Luigi Carboni dirigió a los sanitarios en este hospital y luego los cuidados pasaron a manos de Massimiliano Strappetti. Este italiano es conocido como «el hombre del micrófono», quien ha ayudado al Papa en sus discursos públicos y, a veces, tenía que bajar y sujetar el micrófono para que pudiera impartir sus homilías de una forma más cómoda.
Su experiencia en el Vaticano le ha acercado a varios papas. Comenzó a trabajar con Juan Pablo II, siguió con Benedicto XVI y todo el papado de Bergoglio. Nació en Roma y rondaría los 50 años de edad, a falta de un dato oficial. Los detalles de su vida personal también son reservados, aunque hace años se pudo conocer que era especialista en el área de reanimación y cuidados intensivos. Está casado con Bárbara Curci, tiene dos hijos y compartía con Francisco su afición por el fútbol. Ha sido una figura clave en el cuidado del Papa Francisco en estas semanas de trabajo y apariciones públicas, por la Semana Santa y las celebraciones del Jubileo.