¿Qué es el parche blanco que lleva Belén Esteban en el brazo?
La colaboradora de televisión ha hablado, en alguna que otra ocasión, sobre la enfermedad que padece desde hace años

Belén Esteban y su parche blanco en el brazo. | TVE
Como ha contado en más de una ocasión, Belén Esteban conoció a su Miguel de una forma muy romántica. Hace unos años, la colaboradora de televisión empezó a sufrir distintas subidas y bajadas de azúcar que condicionaron su salud. En uno de esos momentos, Belén tuvo que ser atendida por el 112 en su casa y allí se presentó Miguel, quien trabaja como conductor de ambulancias. El flechazo fue instantáneo y el profesional sanitario, además, le ayudó a salir de uno de los momentos más complicados de su vida. Además, también, le enseñó a cuidarse. Y es que, desde hace tiempo, Belén sufre de diabetes, lo que hace que tenga que llevar un parche blanco en su brazo derecho. Pero ¿para qué sirve realmente?
En cada espacio que ha tenido en televisión, Belén ha querido dar voz a la diabetes. La colaboradora, además, ha aprovechado para hablar de sus síntomas y, sobre todo, de cómo lo está viviendo ella. Fue en el podcast, Todo sobre tu madre, de La Forte, en el que Belén quiso sincerarse no solamente cómo había vivido ella la enfermedad en su infancia sino, también, cómo lo habían hecho sus padres. «Yo he sido [siempre] muy delicada. Con 10 añitos, me detectaron falta de azúcar. Yo soy diabética. Para mis padres, eso fue lo peor. Había que vigilar todas las comidas. Ahora, gracias a la bomba [de insulina] me controlo muy bien. Pero recuerdo que mi madre me pesaba todo. Mi padre jamás me vio cómo me pinchaban insulina», confesó.
Qué significa el parche blanco que lleva Belén Esteban en el brazo
Ahora, Belén porta una pequeña bomba, que es ese parche blanco que tiene en el brazo, y que, en su momento, se ocupaba de cuidar su madre. «Ahora están la bomba o la pluma, pero antes era una jeringa con aguja. Todo me lo hacía mi madre, mi padre lo pasaba muy mal», apostilló. Aunque eso sí, la colaboradora ha reconocido, en más de una ocasión, que es «golosa». «Como sé que no lo puedo comer, mi cuerpo como que lo ha rechazado. Pero, lo que más me gusta de dulces y echo de menos en mi vida son los dónuts», explicó en el mencionado podcast. Esta enfermedad hizo que su padre sufriera por ella y se preocupara, mucho, por la salud de su única hija.
Llevar la bomba le ha «cambiado la vida», al igual que a otras muchas personas que sufren de diabetes. Técnicamente, este aparato se llama medidor continuo de glucosa. Lo que hace es medir, de forma constante, cuánta glucosa hay en sangre de la persona que lo lleva. Además, también evita los pinchazos tan frecuentes en las personas con diabetes. Tal y como confirman desde la Sociedad Española de Farmacéuticos de Atención Primaria, los medidores continuos de glucosa tienen varias partes. Una de las más importantes es el sensor, que funciona «mediante un pequeño filamento que se coloca debajo de la piel». Además, se encarga de medir el nivel de azúcar en sangre cada cinco minutos. Por su parte, el transmisor se coloca sobre el sensor y recibe los datos que el anterior aparato lee y los envía de nuevo al receptor.
La colaboradora sufre diabetes desde los diez años
El receptor puede ser un teléfono, aunque normalmente se elige un dispositivo especial que se encarga de señalizar la glucosa en sangre. Además, este muestra la tendencia de la glucosa y avisa en las ocasiones que baja y sube. La última parte es el programa, es decir, un software que se utiliza para descargar y tratar los datos de medición de la glucosa. Además, también sirve para gestionar el historial y consultar la evolución de la glucosa.
En otra de las ocasiones en las que Belén Esteban habló de su sensor fue en directo en Ya es mediodía. «He bajado de peso y me he deshinchado. La bomba te avisa de la dosis que te tienes que poner y te regula, así que si un día quiero pasarme puedo hacerlo luego compensando con lo que me indique la bomba. La llevo siempre y tan feliz», confesó a Sonsoles Ónega. Además, reconoció que la bomba «es muy cara» y que había que reconocer ese mérito a la «Seguridad Social». Además, confirmó que era muy importante hacer deporte y que ella portaba su bomba de insulina en un lugar muy especial; su sujetador. El paso del tiempo también ha hecho que Belén Esteban se acostumbre a su realidad. Y es que la colaboradora sufre de diabetes desde los diez años, por lo que ha tenido tiempo para entender cómo debe comportarse y, sobre todo, identificar las señales de alarma.
«Tengo diabetes desde los 10 años y lo he pasado muy mal. Miguel me habló de la bomba de insulina y yo no estaba muy convencida; pero, al final, me la puse y me cambió la vida», explicó en Sálvame. Es más, confesó, entre risas, que en su programa le decían que parecía que llevaba un Tamagotchi. «Porque la bomba pita cuando tengo el azúcar alta o baja», aclaró. Sí que es cierto que, aunque la enfermedad le ha provocado algún que otro susto, por el momento lo tiene todo controlado. Fue en 2013 cuando Belén sufrió una subida de azúcar en su casa y el momento en el que conoció a Miguel Marcos. Fue él quien le trasladó en su ambulancia al hospital, «salvándole la vida». El flechazo fue instantáneo.