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Así era la vida de Inaki Urdangarin en la cárcel: horas en la estática y un master de 'coaching'

El exduque de Palma encontró su libro favorito y el «sentido para superar lo que te toque vivir»

Así era la vida de Inaki Urdangarin en la cárcel: horas en la estática y un master de ‘coaching’

Iñaki Urdangarin, exmarido de la infanta Cristina, en 2024. | Europa Press

Iñaki Urdangarin ha concedido su primera entrevista desde que saliera de la cárcel. El 9 de abril de 2024 se terminó la estancia penitenciaria del exdeportista y exmarido de la infanta Cristina. Desde entonces no se había pronunciado en público sobre aquella etapa de su vida. La discreción y la mesura han dirigido sus primeros pasos como un ciudadano libre. Ahora ha decidido abrirse y compartir con el mundo su experiencia en aquellos centros de Álava y los nuevos proyectos que preparó en esos días y que ahora puede sacar a la luz.

El camino de Iñaki Urdangarin ha pasado por varias etapas muy bien diferenciadas a sus 57 años. Se puede hablar de su infancia entre Vitoria y Barcelona a conseguir dos medallas olímpicas en balonmano. Pasa por un noviazgo y posterior matrimonio con la hija del rey Juan Carlos, hermana del posterior rey Felipe VI, que se terminó -cárcel mediante- en 2024 con la firma del divorcio. Padre de cuatro jóvenes y feliz novio de Ainhoa Armentia. El momento vital del que menos ha comentado es su paso por las cárceles de Brieva y Zaballa. Urdangarín ingresó en junio de 2018 en el primer centro por las condenas relacionadas con el caso Noos. Tras cumplir dos tercios de su condena, en 2022 recibió la libertad condicional. Hace 14 meses cerró esta fase y ha podido meditar sobre su significado para el Iñaki del presente.

Inaki y Pablo Urdangarín en Irún en 2023. Gtres

La rutina de Iñaki Urdangarin en la cárcel

En conversación con La vanguardia, ha explicado que en la cárcel se buscó las herramientas para «poder sobrevivir ahí dentro». La relación con sus compañeros debió ser complicada porque no ha querido mencionarla. Sin embargo ha desgranado su horario desde la mañana hasta que se acostaba. «Por la mañana era desayuno y estudio hasta las 15h más o menos. Luego hacía deporte. Por la tarde ya me dedicaba más a otro tipo de lecturas, y luego escribía cartas. Eso también me fue muy bien. Entonces, la catarsis de escribir, la catarsis de leer una novela que te lleva a otro sitio, ayudaba mucho. Los periódicos, cuando me los traían las visitas, pues también los empollaba», ha contado. Desde su ingreso tuvo claro que el orden sería la clave para superar esos años: «Tenía mucho orden, me ha venido muy bien».

El deporte, el estudio y la lectura. Iñaki Urdangarin tiene clara su trinidad de pasatiempos para tiempos de reclusión como el que ha vivido. Los libros han sido uno de los vehículos para escapar de su realidad y proyectar su vida más allá de la celda. El medallista olímpico recomienda El hombre en busca de sentido, de Viktor Frankl. «Es el libro más vendido tras la Biblia. Es un libro donde él es psiquiatra clínico y le toca vivir los campos de concentración. Entonces él decía que hay que agarrarse a algo que te dé sentido para superar lo que te toque vivir. Lo leí, lo releí, lo resumí, lo estudié y lo utilizo en sesiones de coaching. Al final, también pesaba que fuera había gente que me quiere, que estaba luchando igual que yo lo estaba haciendo en la cárcel. La capacidad del ser humano de sobrevivir es mucho mayor de la que creemos», ha explicado sobre la obra del austriaco.

Iñaki Urdangarin y Ainhoa Armentia
Iñaki Urdangarin y Ainhoa Armentia. Europa Press

El deporte, antes, durante y después de la cárcel

Corrió en la bicicleta estática «durante mil días». Su estancia en los centros de Álava coincidió con la pandemia y la pulsión de salir corriendo era doble. «Es lo único que tenía a mano. Y ahora sigo haciendo elíptica todas las mañanas. No saben qué grandes recuerdos tengo de lo que este tipo de máquinas me ayudaron. La estática me da este punto de recuerdo positivo de cosas que me han ayudado a mejorar». Para un hombre que ha practicado el deporte desde su infancia, la actividad física se convierte en una necesidad. Urdangarin ha recurrido al movimiento antes, durante y después de la cárcel. Su hijo Pablo Urdangarin ha heredado su talento con el balonmano y ya despunta en la liga profesional con el equipo de Granollers.

El deporte ha sido una constante en la vida del exduque de Palma, y el estudio su vía de superación. Durante su estancia en prisión eligió un curso que le permitiera reinventarse al salir, un título con el que comenzar una nueva carrera profesional. «Dentro de prisión empecé a estudiar un máster de psicología de coaching y también bienestar emocional. Me empecé a formar para salir y ayudar a otras personas a plantearse cualquier reto, motivación o competencia que quieran mejorar porque creo que mis experiencias excepcionales más la formación que fui adquiriendo pueden servir para ayudar. Basándome en mi propio autoconocimiento, para liderarme yo mismo y poder acompañar a los demás».

En su era de emprendedor y ‘coach’

Esta formación ha derivado de forma natural en su propio proyecto de psicología. Iñaki Urdangarin está estrenando su propia empresa de desarrollo personal y profesional, llamada Bevolutive. Lleva un año trabajando en la idea y encontrando su nueva vida como ciudadano libre. Ha afirmado que su vida actual es muy rutinaria: «Madrugo, hago deporte, me pongo a trabajar después y luego me dedico a distintas aficiones y hago las labores de casa junto a mi pareja. Cuando tengo a mis hijos pues disfruto de ellos. Es una vida ordenada». El ahora coach vive en Vitoria junto a su novia, Ainhoa Armentia, y de vez en cuando recibe a sus hijos Juan, Miguel, Pablo e Irene. La ciudad alavesa fue «un punto de partida» al conseguir el tercer grado.

Iñaki Urdangarin y Ainhoa Armentia
Iñaki Urdangarin y Ainhoa Armentia hacen deporte juntos. EP

Termina por compartir que le persigue la «sensación de que se me ha escapado el tiempo y quiero aprovecharlo muy bien». En Álava ha encontrado el equilibrio entre sus muchas vidas y el camino de el Iñaki del presente: «Me he vuelto a reencontrar con cosas de la sencillez, que después de todas las etapas de mi vida es lo que más me apetece, volver a encontrarme con amigos del colegio. He tenido años muy complicados en los que te centras en tu defensa. Mi vida ahora no llama la atención a nadie»

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