La sencilla finca de Miguel Ángel Silvestre en Castellón: en mitad del bosque y de pocos lujos
El actor, aunque reside la mayor parte en Madrid, posee una parcela en la Comunidad Valenciana sin gran pretensión

Miguel Ángel Silvestre, junto a su madre. | Redes sociales
Miguel Ángel Silvestre es uno de los rostros más conocidos y deseados del panorama actoral actual. El valenciano se ha labrado una larga carrera, sobre todo en la pequeña pantalla, desde su participación en Sin tetas no hay paraíso. Esto hizo que se convirtiera en un auténtico sex symbol. En todo este tiempo, no solamente se puede hablar de su presencia en la televisión sino que, también, ha participado en infinidad de anuncios de televisión y es la cara de visible de una gran cantidad de marcas. Gracias a todo este trabajo, Miguel Ángel se permite vivir entre Madrid y Castellón y, es más, en su tierra natal, hace tiempo, se hizo con una estupenda finca, en medio de la naturaleza, que no tiene muchos lujos.
Sí que es cierto que su trabajo hace que tenga que pasar la mayor parte de la semana en Madrid, ya que es en la capital donde tiene sus compromisos profesionales. Uno de sus últimos proyectos ha sido Weiss & Morales, donde hizo el papel de Raúl Morales y fue el protagonista durante cuatro capítulos. Antes, estuvo presente en Los envidiados, Sky Rojo, La casa de papel o 30 monedas. Además, su carrera en la actuación ha hecho que sea nominado a un Premio Goya y que se llevara, en 2008, un Fotograma de plata por Sin tetas no hay paraíso. También, tiene en su haber dos Premios Ondas, una Biznaga de Plata y un reconocimiento por parte del Festival de Cine de España de Toulouse, así como un Premio Pétalo.
La finca de Miguel Ángel Silvestre en Castellón
Miguel Ángel Silvestre nació hace 43 años en Castellón de la Plana. Su padre trabajaba como fisioterapeuta y su madre siempre fue gestora de banca. Desde pequeño, el actor estuvo enfocado en su carrera deportiva como tenista que se vio truncada por una lesión en el hombre. También, comenzó a estudiar la carrera de fisioterapia e hizo sus pinitos como modelo y, finalmente, acabó siendo actor. Además, estudió interpretación, expresión corporal, baile moderno y acrobacia. Sus comienzos como actor hicieron que tuviera que marcharse hasta la capital, dejando atrás su tierra natal, de la que nunca se ha olvidado. Es más, si echamos un vistazo a sus redes sociales, nos damos cuenta que, cada vez que puede, vuelve a Castellón, donde se reencuentra con sus familiares y amigos.
De «autoabastecimiento», en mitad del bosque y con servicios mínimos
La mayor parte de esos reencuentros tienen como protagonista la estupenda finca que el actor posee en la localidad de Benicassim. El actor posee una bonita finca «en mitad» del bosque y con unos servicios «mínimos». Es más, hace autoabastecimiento de alimentos, cultivando lo que consume y conviviendo con la fauna local. Se trata de una segunda residencia especialmente sencilla, sin muchos lujos, y diseñada para conectar con la naturaleza y llevar un estilo de vida autosuficiente. La finca combina bosque, vegetación mediterránea y semisombra por su cercanía a las montañas, lo que permite una vida tranquila y saludable en contacto directo con el entorno. Allí, además, cultiva hortalizas, así como otros elementos para su consumo. También, disfruta del silencio, la fauna local y el ritmo pausado del campo. De la misma forma, alterna esta vida con sus estancias en Madrid y sus escapadas a uno de sus rincones favoritos; Formentera, a donde suele acudir en verano.
En una entrevista con el periodista Iñako Díaz-Guerra, el actor confirmó que vivía de lo que cultivaba en su casa. «Hago autoabastecimiento de muchas cosas […] Simplemente es quien soy. Yo soy un hortelano valenciano, siempre lo he sido y siempre lo seré», confesó a El Mundo. Luego, en una charla con la revista ¡Hola!, el actor confesó que había vuelto a su tierra por la «ausencia« de su padre y, sobre todo, «las ganas de ocupar parte del espacio que él ocupaba en mi familia y estar seguro de que todos están bien y poder disfrutar al máximo con ellos». También, afirmo que se sentía «un privilegiado», ya que viene una familia «maravillosa». Es más, su madre siempre ha sido uno de sus apoyos fundamentales. «Me encanta preparar cenitas con ella, sentarnos en la alfombra, poner la comida en la mesita de la televisión y cenar mientras vemos una serie y la comentamos», apostilló.
La especial unión de Miguel Ángel Silvestre con su tierra
Sobre por qué reside en mitad del campo, Miguel Ángel Silvestre lo tiene muy claro. Lo hace para volver a conectar con la naturaleza. «Las capitales tienen un ritmo frenético y unas exigencias que la naturaleza desmonta en una noche. Yo he descubierto que vivir así es algo que me hace bien y que me da mucha salud. El silencio, el contacto directo con los animales, observar la naturaleza y comprobar cómo se dan oportunidades», explicó a ¡Hola! Sí que es cierto que, durante toda su carrera, Miguel Ángel no solamente ha vivido en Madrid sino que, también, se mudó hasta Los Ángeles, una experiencia que parece ser que no fue del todo enriquecedora. Es por eso que decidió dejar atrás las grandes ciudades y se marchó al campo como un «acto espontáneo» y de una manera «indirecta».
Lo cierto es que Benicassim es una de las zonas de costa más conocidas de Castellón. Mezcla las playas con naturaleza, cultura y vida festivalera. Además, tiene algo más de 6 kilómetros de costa con playas de arena fina y aguas tranquilas del Mediterráneo. Cuenta con diferentes playas como la de la Almadraba, Torreón, Voramar y Heliópolis. Todas ellas son ideales para familias, y cuentan con todos los servicios: duchas, socorristas, accesibilidad, chiringuitos, etc. Algunas, también, están rodeadas por villas modernistas de principios del siglo XX. La localidad valenciana se encuentra en el Parque Natural del Desert de les Palmes, una cadena montañosa que ofrece unas vistas espectaculares y varias rutas de senderismo y ciclismo. Además, cuenta con varios festivales famosos y con un pequeño pueblo con un casco histórico con mucha vida. Hay un equilibrio entre la vida tranquila de pueblo mediterráneo y el ambiente vibrante del verano.