Tamara Falcó e Íñigo Onieva: luces y sombras de su segundo aniversario de boda
La pareja celebra dos años de casados, y a pesar de todo, siguen tan unidos como el primer día

Tamara Falcó e Íñigo Onieva celebran su segundo aniversario de boda | Gtres
Este 8 de julio de 2025 se cumplen dos años desde que Tamara Falcó, marquesa de Griñón, e Íñigo Onieva contrajeron matrimonio en el palacio de El Rincón. Aquel enlace de ensueño llegó tras una sonada crisis por una infidelidad y una reconciliación navideña que hicieron dudar de la boda, pero finalmente la pareja se dio el «sí, quiero» ante cientos de invitados. Desde entonces, ambos han mantenido una vida de casados relativamente discreta y han afrontado juntos numerosos rumores, pero también han disfrutado de viajes y proyectos que, en teoría, han reforzado su unión.
Una escapada romántica en la Provenza para celebrar dos años de casados
Tamara Falcó e Íñigo Onieva han optado por celebrar su segundo aniversario de boda de forma íntima, lejos de los focos. La pareja organizó una escapada romántica a la región de la Provenza, en el sur de Francia, tal como reveló un medio en exclusiva. De hecho, aunque se especuló con que Tamara viajaría a Gran Canaria para acompañar a su hermano Enrique Iglesias en un concierto, la realidad es que el viernes 4 de julio tomó un avión rumbo a Marsella junto a Íñigo para adelantarse a la fecha de su aniversario. La huelga de controladores aéreos en Francia obligó a reorganizar su vuelo matutino, pero finalmente lograron volar ese mismo día al mediodía y comenzar su escapada sin mayores contratiempos.
La estancia en Francia fue breve pero especial. Durante el fin de semana, la pareja aprovechó para conocer algunos pintorescos pueblos provenzales y disfrutar de tiempo de calidad junto. No compartieron ninguna imagen de su viaje en redes sociales, con el fin de mantener en la intimidad su viaje, uno de los más especiales no por el destino, sino por lo que significa: conmemorar en privado sus «bodas de algodón» —como se conoce al segundo aniversario matrimonial— con un plan hecho a su medida y alejado del ruido mediático. La estrategia de discreción dio resultado, ya que su escapada ha pasado casi desapercibida y la noticia solo trascendió cuando ya habían regresado a Madrid.

Los enamorados regresaron a la capital española el domingo 6 de julio por la noche, utilizando incluso un servicio premium en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas para evitar miradas indiscreta. Sin embargo, según recoge Europa Press, se les vio caminar sonrientes y cómplices por la terminal, relajados tras su viaje. Íñigo Onieva vestía ropa deportiva y cargaba bajo el brazo lo que parecía ser un cuadro envuelto en papel marrón —quizá un recuerdo de su viaje—, mientras Tamara Falcó lucía un elegante atuendo veraniego con falda larga de talle alto estampada de girasoles, blusa de rayas celestes, sandalias planas marrones y un bolso bandolera de piel nude; en la mano llevaba un sombrero tipo borsalino de rafia. La elección de celebrar este aniversario con un viaje privado coincidió con la fecha del único concierto de Enrique Iglesias en España, al que Tamara finalmente declinó asistir para dedicar esos días a su marido.
Perfil bajo y desmentidos constantes tras la boda
A diferencia de los meses previos al enlace —marcados por titulares y exposición mediática—, Tamara Falcó e Íñigo Onieva han llevado estos dos años de casados con un perfil público más bajo de lo habitual. Si bien continúan apareciendo juntos en algunos eventos puntuales y dedicándose algún mensaje cariñoso en redes sociales ocasionalmente, ya no comparten tantos detalles de su día a día como antes. Pese a esta discreción, la pareja ha seguido en el punto de mira de la prensa del corazón. Periódicamente surgen rumores que ponen en duda la estabilidad de su matrimonio —desde supuestas crisis hasta nuevas infidelidades—, pero ellos los han negado una y otra vez, llegando incluso a contrarrestarlos con instantáneas de sus viajes y muestras de cariño en redes.
De hecho, desde que se casaron el 8 de julio de 2023, muchos creen que, lejos de conflictos o segundas lecturas, Tamara e Íñigo están viviendo una suerte de «eterna luna de miel». La razón es que en estos 24 meses han aprovechado para viajar por medio mundo tanto por ocio como por compromisos. Su primer aniversario de bodas lo celebraron en París, uno de sus destinos predilectos, y poco después emprendieron rumbo a las islas Seychelles, seguido de otra escapada paradisíaca a Maldivas. No faltó tampoco la aventura: a finales de 2024 visitaron Nueva York, y en lo que va de 2025 Tamara Falcó y su marido ya han viajado juntos a lugares tan dispares como Corea del Sur, México, Londres o el País Vasco.
Sobras en su matrimonio
En lo profesional, ambos cónyuges atraviesan un momento dulce y de mucha actividad. Tamara Falcó ha continuado con sus colaboraciones empresariales y su participación en el programa El Hormiguero todos los jueves, además de lanzar colecciones de moda —como su línea con Pedro del Hierro—, consolidándose como figura polifacética de la moda y la gastronomía. Íñigo, por su parte, se ha volcado en el ámbito de la restauración: en junio de 2024 inauguró su restaurante Casa Salesas en Madrid, un proyecto al que ha dedicado gran ilusión y esfuerzo. Paralelamente, el joven empresario ha abrazado retos deportivos, completando varias maratones internacionales y hasta un Ironman, siempre con Tamara animándole desde la grada.
Sin embargo, en el plano personal la gran prioridad de formar una familia juntos ha tenido que aplazarse. Durante el último año, Tamara e Íñigo intentaron convertirse en padres, incluso recurriendo a tratamientos de fertilidad para lograr el tan anhelado embarazo. Tras varios intentos fallidos y el desgaste emocional consiguiente, la propia Tamara Falcó decidió detener ese proceso, tal y como te contamos en THE OBJECTIVE.

«Tras probar diferentes métodos para quedarme embarazada, he decidido darme un descanso, porque me encuentro saturada. Me estaba afectando», confesó recientemente la marquesa, en alusión a la presión que ella misma se impuso. También aclaró que Íñigo afrontaba este tema con mayor serenidad que ella, mientras para ella se había vuelto una preocupación constante «como una espada de Damocles». Por ahora, la pareja ha optado por «aparcar» su sueño de ser padresy centrarse en disfrutar del presente. Veremos si con eso se contentan en un futuro, pues las ganas de ser madre de Tamara pesaban mucho-
Una pareja muy unida
Al margen del contratiempo de la maternidad, que no es baladí, las puertas de su segundo aniversario, parece que ambos están más enamorados que nunca y que lejos quedan ya los fantasmas de la desconfianza inicial. Además, comparten una pasión por la cocina y la buena mesa que los unía desde el noviazgo —no en vano Tamara se coronó campeona de MasterChef Celebrity en 2019—, y ambos son la imagen visible del restaurante que Onieva puso en marcha, para el cual Tamara colaboró en la creación de la carta.
No suelen prodigarse en declaraciones sentimentales en público, pero cuando lo hacen dejan entrever la fortaleza de su vínculo. «Tengo todo alineado: trabajo, familia, mi mujer maravillosa… Estoy en un momento perfecto», aseguró Íñigo Onieva en una entrevista reciente. Ella, por su parte, ha dejado claro que sigue confiando en el futuro de ambos: no pierde la esperanza de convertirse en madre algún día, pero afirma que la maternidad «no es algo que vaya a condicionar mi felicidad como persona», pues se siente realizada con la vida que ha construido con su marido.Así pues, tras dos años de casados, y pese a las dificultades superadas, Tamara Falcó e Íñigo Onieva consolidan su matrimonio demostrando que su amor, al menos hasta ahora, está fortalecido.