La situación económica de Karlos Arguiñano: este es el proyecto por el que gana más dinero
El cocinero vive, actualmente, un buen momento, aunque, en los años 80, tuvo que hacer frente a una grave crisis

Arguiñano, en una imagen de archivo. | EP
Karlos Arguiñano puede presumir de, desde hace muchos años, tener una situación económica bastante estable. El cocinero ha vivido siempre volcado en su trabajo. Y es que para él, cocinar, es algo más; es la manera que tiene de conectar con su familia, con su público y, sobre todo, es el hilo conductor de su vida. Es por eso que, en los últimos tiempos, ha compaginado su programa de televisión en Antena 3 con sus clases en la escuela de cocina que lleva su nombre y su presencia en el restaurante que abrió, hace tiempo, en la localidad costera de Zarauz. Es por eso que, desde hace años, su situación económica ha sido bastante estable. Aunque sí que vivió momentos especialmente complicados a mediados de los años 80, que estuvieron marcados por una fuerte crisis económica que pudo superar gracias al apoyo de su familia y nuevos proyectos profesionales.
Y es que si de algo puede presumir Arguiñano es de saber reinventarse. En todos estos años, ha creado su propia productora pero, también, ha estrenado distintos formatos de televisión; ha abierto una escuela de cocina; su propio hotel-restaurante y hasta ha protagonizado diversos anuncios en la pequeña pantalla que le han valido un buen ingreso económico. Esto le ha permitido que, actualmente, seis de sus siete hijos vivan del dinero que se deriva de sus actividades como chef. Y es que todos ellos están muy volcados en el restaurante que posee en Zarauz, donde cada uno desarrolla una actividad distinta, combinando la pasión por la cocina con la responsabilidad de un trabajo.
Esta es la situación económica de Karlos Arguiñano

Arguiñano comenzó su carrera empresarial y como chef mucho antes de ser conocido. Fue a mediados de los años cuando se formó como cocinero en la Escuela de Hostelería el Hotel Euromar en Zarauz, la localidad que le vio nacer. Tras acabar, trabajó en varios restaurantes, ganando experiencia en cocina tradicional vasca y francesa. Con apenas 21 años, ya ejercía en restaurantes de los mejores valorados de la zona. En 1978, con 30 años, abrió el restaurante Karlos Arguiñano en Zarauz. Este fue su primer gran negocio y todavía hoy sigue en funcionamiento. En sus primeros años, el local tuvo una buena acogida, pero la gestión de un negocio propio también lo llevó a endeudarse gravemente en los 80. La deuda ascendió a algo más de 30 millones de pesetas -unos 180.000 euros- que tuvo con un proveedor de pescado. El problema surgió porque su restaurante, todavía joven, no generaba lo suficiente para cubrir los pagos.
En varios momentos, la deuda amenazó con dejarlo en la ruina e incluso con perder el negocio. Encontró una solución cuando recibió una llamada por parte de TVE, que le ofrecía participar en un proyecto en televisión Su carisma y estilo directo conquistaron al público, y el éxito televisivo le permitió pagar la deuda y relanzar su carrera. Ese paso a la televisión no solo le salvó económicamente, sino que también sembró la base de su futuro imperio empresarial. En varias ocasiones, el chef ha confirmado que esa situación hizo que se sintiera con «la soga al cuello», lo que hizo que no durmiera bien y hasta le acompañó, durante mucho tiempo, una gran angustia. A la llamada de TVE lo ha calificado como «suerte».
Un hotel, una escuela de cocina y empresas que gestionan su imagen
A principios de los años 90, Arguiñano creó su propia productora, Bainet, lo que marcó el inicio formal de su actividad empresarial a gran escala. Desde ahí empezó a producir sus propios programas y a controlar derechos de imagen. Entre los años 90 y 2000 expandió su negocio con la Escuela de Hostelería Aiala, el Hotel-Restaurante, la bodega K5, libros de recetas y otros proyectos. Si echamos un vistazo a sus números nos damos cuenta que ya no queda nada de esa ruina que vivió y que casi trunca sus sueños. Arguiñano ha construido un auténtico imperio que abarca la televisión —a través de su productora Bainet—, el sector editorial, la hostelería y la gestión de su imagen. En 2023, su holding alcanzó una facturación de más de 8,5 millones de euros y obtuvo casi 6 millones de euros de beneficio.

Con Karlos Arguiñano Promociones S.L., gestiona su restaurante-hotel, la Escuela de Hostelería Aiala y la bodega K5. En 2021, estas actividades facturaron más de 4,2 millones de euros, con beneficios cercanos a 300.000 €. A través de Irusta Gain S.L., se encarga de sus ingresos por imagen y editoriales. En 2021 esa sociedad generó unos ingresos de unos 1,76 millones de euros. También participa en Baiko Pilota —pelota vasca—, que factura unos 3 millones al año por emisión, publicidad y eventos deportivos. Varios analistas sitúan su patrimonio en torno a los 50 millones de euros, fruto de décadas de diversificación y trabajo constante. Es por eso que, actualmente, su gran motor sigue siendo su actividad televisiva, especialmente gracias a su productora Bainet. Las cifras hablan por sí solas; en 2023 facturó más de 8,5 millones de euros, con casi 6 millones de beneficio. Esto lo convierte en su fuente de ingresos más lucrativa.
Aunque eso sí, cuenta con otros proyectos también muy importantes como el restaurante-hotel y los libros, aportan cantidades muy considerables, pero no alcanzan los márgenes de beneficio que genera su productora televisiva. Y no solamente eso; también, a través de sus negocios, proporciona trabajo a personas de la zona y, sobre todo, a sus hijos, una parte fundamental de su familia. Hace años, además, su mujer, Luisi, estaba muy volcada con el hotel familiar, un relevo que cogió su hijo Martín hace un tiempo para que su madre descansara.