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Eva Arguiñano, más allá de la cocina: divorciada, dos hijos y sufrió un infarto que le cambió la vida

La repostera es la menor de cuatro hermanos y está unida a su familia y a su vida en la localidad guipuzcoana de Zarauz

Eva Arguiñano, más allá de la cocina: divorciada, dos hijos y sufrió un infarto que le cambió la vida

Eva Arguiñano, en una imagen de Antena 3, junto a su sobrino y su hermano Karlos.

Karlos Arguiñano siempre ha presumido de ser un hombre muy discreto. Sus largas horas cocinando en televisión han hecho que el cocinero hable sobre infinidad de aspectos que no solamente le afectan a él sino, también, a la gente que está a su alrededor. De esta manera, hemos podido conocer un poco más de sus rutinas en familia, que le gusta hacer cuando está con sus hijos y del papel fundamental que tiene su mujer, Luisi, en su vida. Aunque eso sí, siempre manteniendo la privacidad de todos ellos y dándoles el espacio que se merecen. En la cocina, además, cuenta con la ayuda de su hijo, Joseba, y de su hermana, Eva, la menor de los cuatro vástagos que tuvieron Jesús Arguiñano Ardoz y Pepi Urkiola. En todo este tiempo, Eva se ha especializado en todo lo que tiene que ver con la repostería, dejando a su hermano que destacara en la elaboración de platos salados y siguiendo su propio camino, en el que también le ha acompañado Joseba.

Aún así, nunca le ha valido lo de ser «hermana de», ya que cuenta con una amplia trayectoria y formación a su espalda. Eva nació en la localidad vasca de Beasáin, en Guipúzcoa, en abril de 1960. Comenzó a cocinar en casa, influenciada por su madre, que era una excelente cocinera y modista de oficio. Desde pequeña mostró interés por la repostería y se convirtió en la encargada de preparar postres para la familia. Estudió hostelería y repostería donde también lo hizo su hermano Karlos, en la Escuela de Hostelería del Hotel Euromar, en Zarauz. Allí adquirió la base técnica en cocina y sobre todo se especializó en pastelería y repostería, área en la que destacaría después.

La formación y los inicios de Eva Arguiñano

Tras su formación académica, trabajó en diversos restaurantes y en el propio Hotel Euromar, donde consolidó sus conocimientos. Posteriormente se unió al proyecto familiar en Zarautz, el Hotel-Restaurante Karlos Arguiñano, del que llegó a ser jefa de repostería. A lo largo de su carrera ha seguido perfeccionándose, sobre todo en técnicas modernas de pastelería y en la presentación creativa de postres. También ha impartido clases y talleres, lo que le ha permitido estar siempre en contacto con nuevas tendencias. Fue en los años 90 cuando apareció junto a Karlos en televisión, en El menú de cada día, así como en otros programas de TVE. Esto hizo que se convirtiera en una persona conocida en el mundo culinario.

A finales de los años 90 dio el salto a ETB2 y luego a Antena 3 con su propio programa de repostería —Hoy cocinas túPostres caseros, entre otros—. Desde 2006, ha publicado varios libros de repostería, consagrándose como una gran divulgadora. En abril de 2013, Eva sufrió uno de los peores momentos de su vida; sufrió un infarto de miocardio por el que tuvo que ser trasladada, de urgencia, al Hospital Donostia, donde ingresó en la UCI. Posteriormente fue intervenida en la Clínica San Sebastián, donde se le practicó una operación cardíaca para estabilizar su situación. Afortunadamente, la intervención fue un éxito y pudo recuperarse bien. Tras el susto, estuvo un tiempo apartada de los focos para centrarse en su salud y recuperación. Más tarde reconoció que fue una experiencia muy dura, pero también un punto de inflexión en su vida, porque le obligó a cuidarse más y a valorar la salud por encima de todo. Es más, el propio Karlos confesó que aquel episodio marcó a toda la familia, pero que Eva lo superó con fortaleza y buen ánimo.

El infarto que le cambió la vida

Fue en 2019 cuando volvió como colaboradora en Cocina abierta de Karlos Arguiñano (Antena 3), donde aporta recetas dulces. Además, en 2023 se estrenó como jurado en Bake off: Famosos al horno, un talent culinario, que se emitió —por primera vez— en Prime Video, en el que varias celebrities querían convertirse en los mejores reposteros. Eva, además, ha repetido experiencia en su segunda edición que se emitió, hace unos meses, en TVE. Sí que es cierto que, desde que vivió ese episodio tan duro, ha mantenido un perfil más pausado y prudente, aunque sin dejar de trabajar en lo que más le apasiona: la repostería y la divulgación gastronómica. También ha hablado de la importancia de la prevención cardiovascular, el control médico y el cuidado personal.

Sobre su vida personal, la repostera está divorciada, tal y como confirmaron en Vanitatis en su momento. Es más, en un momento dado, en un programa de televisión, se le pidió que eligiera «un amor» y que contestó que «su marido». También, le preguntaron por «un desamor» y tuvo la misma respuesta. Tiene dos hijos ya independizados. Su identidad no ha sido revelada, ya que Eva nunca los muestra en redes sociales, manteniendo su intimidad intacta. Lo cierto es que Eva está muy unida a su familia, unos valores que le inculcaron sus padres. Su padre, Jesús Arguiñano Arzoz, trabajó como taxista y participó en la División Azul tras la Guerra Civil Española, mientras que su madre, Pepi Urkiola Beloqui, fue modista y sobrevivió al bombardeo de Guernica en 1937. La mujer falleció hace algunos años, a finales de diciembre, dejando a sus hijos totalmente devastados.

Divorciada, madre de dos y muy unida a su familia

Centrarse en su faceta laboral ha hecho que Eva pueda superar muchos de los momentos a los que le ha expuesto la vida. Continúa como jefa de repostería en el restaurante/hotel en Zarauz de su hermano Karlos y ha publicado numerosos libros dedicados a la repostería. Además, colabora periódicamente en el programa Cocina abierta, aportando sus recetas dulces, y participa como jurado en el reality Bake Off: Famosos al horno, además de tener nuevos proyectos televisivos en marcha.

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