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El parecido de la infanta Sofía con Irene de Grecia, su tía-abuela que se hizo 'hippie' en India

La hija menor de los Reyes y la hermana de la reina Sofía se asemejan mucho físicamente, sobre todo en la sonrisa

El parecido de la infanta Sofía con Irene de Grecia, su tía-abuela que se hizo ‘hippie’ en India

Irene de Grecia y la reina Sofía —a la izquierda— y la princesa Leonor y la infanta Sofía —a la derecha— en un collage. | Gtres

La familia Borbón tiene unos rasgos físicos que han ido pasando de generación en generación. Cuentan con una nariz muy prominente o recta, muy característica en figuras como Alfonso XIII, don Juan de Borbón o el rey Juan Carlos. También, comparten el color de ojos; un azul intenso del que actualmente presumen tanto el Emérito como el rey Felipe y su hija, la princesa Leonor. También, los Borbón suelen tener la mandíbula marcada, algo que el actual monarca ha heredado de su bisabuelo, Alfonso XIII. Por no hablar de su gran estatura; Felipe VI mide casi 2 metros y la infanta Sofía también destaca por su altura. Además, tanto Sofía como Leonor pueden presumir de tener una sonrisa muy similar a la de su padre, con dientes grandes y alineados, herencia que también recuerda a la de Juan Carlos en su juventud. Aunque eso sí, no hay duda que la infanta también ha heredado parte del aspecto físico de la rama de Grecia, ya que guarda un gran parecido con su tía-abuela, Irene de Grecia.

La hermana de la reina Sofía, que actualmente está bastante fastidiada de salud, como ya contamos en THE OBJECTIVE, se instaló en Zarzuela hace más de treinta años. Allí llevaba una vida tranquila, centrada en sus labores sociales y en sus pasiones; la música. En estos últimos años, la reina ha estado especialmente pendiente de ella, ya que ha sufrido varios contratiempos que le han hecho, por ejemplo, estar postrada en una silla. Y es que de esa Irene de Grecia que conocieron muchos de sus sobrinos ya queda poco. En su vida, la hermana de las reina Sofía ha practicado siempre mucho deporte, optó por el vegetarianismo y estuvo mucho tiempo viviendo en India, donde se dedicó a la espiritualidad.

El gran parecido físico de la infanta Sofía e Irene de Grecia

Irene de Grecia y la reina Sofía en 1961. | Gtres

Irene mantiene, además, una excelente relación con las infantas Cristina y Elena y, también, con su sobrino, el rey Felipe. Además, ha protagonizado momentos muy cariñosos junto a la reina Letizia, la princesa Leonor y la infanta Sofía. Los seis —incluyendo a la reina Sofía— suelen coincidir todos los veranos en Palma de Mallorca, donde salen a cenar juntos. Han sido en estos momentos y, sobre todo si echamos la vista atrás, donde podemos ver un gran parecido de la infanta con su tía-abuela. Ambas comparten ojos castaños —o verdes— similares, una nariz algo chata o ligeramente respingona, una amplia sonrisa y una dentadura característica, además de una forma facial muy parecida. Viendo las fotos de la juventud de Irene, se observan expresiones casi idénticas a las que ahora vemos en Sofía, especialmente en la forma de mirar y sonreír.

Donde más podemos encontrar parecido es en los ojos, la nariz, la boca y dentadura, sobre todo cuando sonríen. Han sido varios los medios internacionales que, además, han destacado este parecido, confirmando que tienen «la misma estructura facial». Y es que, si hacemos un resumen, no solamente coinciden en apariencia sino que, también, lo hacen en cuanto al papel que desarrollan dentro de la Familia Real. Ambas tienen un perfil discreto y de apoyo familiar, especialmente frente a sus hermanas mayores —Leonor en el caso de Sofía, y la reina Sofía en el caso de Irene—. Además, Sofía se ha presentado siempre con un rol de confidente y aliada de su hermana, que recuerda mucho al que vivieron, en su momento, —y todavía siguen haciendo—, la reina Sofía e Irene de Grecia. De esta manera, el parecido entre la Infanta Sofía y la princesa Irene de Grecia es realmente impresionante; comparten rasgos marcados como la nariz, los ojos, la sonrisa y la dentadura, además de una expresión similar. Este vínculo visual también se complementa con una semejanza en sus papeles familiares, caracterizados por la discreción y el apoyo constante a sus hermanas mayores.

Los genes de la Familia Real griega

La Familia Real en Mallorca junto a la reina Sofía, Irene de Grecia, Tatiana Radziwill y Jean Henry Fruchaud. | Europa Press

Sí que es cierto que al igual que los Borbones, la Familia Real griega también tiene unos rasgos en común, que se repiten entre generaciones y que se relacionan también con su parentesco con otras dinastías europeas. La mayoría de ellos comparten nariz recta y alargada, muy visible en el rey Constantino II, la reina Sofía de España —nacida princesa de Grecia— y la princesa Irene. Es uno de los rasgos más reconocibles de la rama griega de los Glücksburg. Su rostro también es alargado y con una mandíbula definida, algo que se puede ver claramente en Constantino, Sofía y Pablo de Grecia. Tiende a darles un aire aristocrático y serio, típico de los retratos oficiales. Los ojos, de forma general, en la familia griega, suelen ser grandes y expresivos.

La reina Sofía, la princesa Irene de Grecia, los reyes Constantino y Ana María en Grecia. | Gtres

Suelen ser azules o verdes claros en muchos de ellos —como Constantino, Pablo o Nicolás—, aunque Sofía e Irene los tienen más oscuros. Este rasgo refuerza el aire familiar con los Windsor, con quienes están emparentados. Las cejas también están especialmente marcadas lo que les da un aire fuerte y distinguido a sus rostros, algo que se aprecia mucho en los retratos de juventud de Sofía e Irene. También, cuentan con una altura considerable; los varones de la familia griega suelen superar con facilidad el 1,85 m, lo que se asocia a su rama danesa. Es más, las princesas Sofía e Irene en su juventud compartían porte esbelto, cuello largo y gestos refinados, al igual que una constitución atlética. Constantino fue campeón olímpico de vela en 1960, y Pablo de Grecia también ha destacado por su físico deportivo.

La reina Sofía tiene ojos grandes, nariz recta, sonrisa amplia y porte majestuoso. Su hermana, la infanta Irene, es muy parecida a Sofía en la juventud, pero con un aire más dulce y redondeado en sus facciones. La princesa Alexia, la hija de Constantino y una de las mejores amigas de la infanta Cristina, ha heredado ojos expresivos y facciones alargadas muy típicas de la familia. Las generaciones más jóvenes como las princesas María Olympia y Tatiana son estilizadas, altas, de facciones finas y con esa mirada profunda que recuerda al sello familiar.

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