Empieza el juicio contra Chiara Ferragni por el 'Pandoro Gate': 5 años de cárcel, en juego
Una mujer de 70 años reclama 500 euros a la ‘influencer’ por la compra en 2022 de un dulce navideño

La influencer italiana Chiara Ferragni en su Instagram. | | Redes sociales
Vestida de negro y oculta tras los reflejos de la luz en el verano mexicano, así aparece Chiara Ferragni en su última publicación de Instagram. La influencer ha elegido un día muy concreto para hacer públicas estas fotografías con aire lúgubre, cual miembro de la familia Adams. Horas antes, el lunes 23 de septiembre, comenzó el juicio por el llamado Pandoro Gate en el que se juega entrar cinco años en prisión. El ruido de este proceso ya ha manchado su imagen pública y las cuentas de su empresa, ambos problemas de los que no parece recuperarse tres años después de los hechos que ahora se investigan.
La italiana de 38 años está imputada por estafa agravada por el negocio benéfico de los dulces navideños en 2022. Todavía no está obligada a presentarse ante el tribunal de Milán y, así, fue la gran ausencia de la vista del lunes. El caso se encuentra en una fase preliminar, en la que se está evaluando cada factor a nivel técnico, por si se pudiera cerrar antes de llevarlo a la vía penal. La audiencia se desarrolló como prevé la ley italiana: el juez se limitó a evaluar la constitución de las partes y las cuestiones de procedimiento planteadas por los abogados. Los letrados de Ferragni confían en que el proceso nunca llegue a celebrarse y que los acuerdos extrajudiciales sean suficientes para cerrar la vía penal. El próximo 4 de noviembre está prevista una primera vista con la defensa, con la influencer cara a cara.
Chiara Ferragni paga por el ‘Pandoro Gate’
Chiara Ferragni se arriesga a hasta cinco años de cárcel, aunque la mayoría de juristas considera improbable una condena tan severa. La empresaria y sus sociedades ya han pagado alrededor de 3,4 millones de euros en sanciones de la Autoridad Antimonopolio, acuerdos y donaciones. Incluso en caso de fallo adverso, no se espera que cumpla condena en prisión. Será lo que decida el tribunal, pero la creadora de contenido ya ha pagado, de otras formas, su error con el negocio de los Pandoros y los huevos de Pascua.
Condenas legales aparte, el daño de imagen que el escándalo ha supuesto a Ferragni se refleja en pérdidas millonarias. La italiana ha sufrido una crisis de reputación y de pérdida de confianza que ha supuesto la cancelación de contratos y acuerdos con importantes marcas. Todavía tiene 28 millones de seguidores y un engagement suficiente para mantener se deseabilidad como publicista, pero está lejos de la imagen blanca de la que gozó en sus años dorados. Su facturación se ha visto tan afectada que ha tenido que despedir a tres cuartas partes de los empleados de su empresa Fenice Srl, tal y como informa Corriere della Sera. También Modaes ha reportado cifras negativas de hasta 2,3 y 3,4 millones de euros en Fenice y Tbs Crew, respectivamente.

La mujer de 70 años que le reclama 500 euros
En la próxima vista del 4 de noviembre, además de la influencer y los magistrados, estarán presentes las partes civiles, es decir, los demandantes. Se trata de asociaciones colectivas que denunciaron el negocio encubierto de los dulces de Navidad y también una particular. Una señora de 70 años llamada Campania reclama 500 euros a Ferragni. Ella sí que se presentó este lunes en la vista preliminar, demostrando su firmeza e intención de llevar su demanda hasta la última herramienta legal disponible. Hace tres años gastó nueve euros en un pandoro, el dulce navideño típico italiano, con el logotipo de Chiara Ferragni, cuyo beneficio supuestamente debía destinarse a un hospital pediátrico de Turín.
El producto se anunció y vendió en las navidades de 2022. Era una apuesta segura en el mercado italiano, pues este bollo se comercializa masivamente durante el invierno y las fiestas. La receta fue patentada en 1984 y desde entonces se ha convertido en un básico de las Navidades italianas. Su miga amarillenta similar al brioche y su forma de estrella están en cada hogar desde noviembre. La versión de Chiara Ferragni estaba espolvoreada con un polvo dulce de color rosa y tenía marcado el logo de su marca personal, el ojo minimalista con hipnotizantes pestañas. Como ya se ha explicado, se justificó su elevado precio de 9 euros con la promesa de que los beneficios recaerían en el centro de salud infantil de Turín.
El vacío legal de las redes sociales

Está demostrado que la recaudación fue a parar íntegramente a la influencer, y que, por su cuenta, donó una parte muy reducida a la causa filantrópica. Se estima que facturó unos dos millones de euros, dicen los demandantes, engañando y estafando a sus seguidores. El negocio se repitió en 2023 con unos huevos de chocolate de Pascua con una publicidad similar. La Fiscalía mantiene que ese mínimo porcentaje que se destinó a fines solidarios no justifica el sobreprecio de los dulces, teniendo en cuenta que la recaudación fue a parar a manos de Ferragni o de sus sociedades. Por su parte, la defensa asegura que no hubo mala fe, sino un «error de comunicación». Se reafirma en que la campaña llevada a cabo por su representada tenía un claro objetivo benéfico. La primera influencer está en el limite entre el marketing y la estafa.