El pueblo de Guipúzcoa donde Arguiñano trabajó de chapista antes de ser un exitoso chef
El cocinero estuvo residiendo en esta localidad antes de formarse en hostelería y marcharse hasta Zarauz

Arguiñano, en una imagen de archivo. | Antena 3
Karlos Arguiñano no siempre tuvo claro que su futuro estaba en la cocina. El chef descubrió su vocación cuando ya era mayor de edad y, también, cuando ya había probado alguna que otra profesión que no le encajó. Y es que, antes de reparar en Zarauz –la localidad que le ha visto crecer tanto personal como profesionalmente–, pasó por un pueblo de Guipúzcoa que le marcó mucho. Allí se dio cuenta que quería dedicarse a la hostelería y comenzó a formarse en la escuela de Zarauz. Más tarde, abrió las puertas de su hotel y restaurante en esta villa costera y, más adelante, se convirtió en toda una estrella de la televisión.
Arguiñano realizó una maestría industrial y trabajó en la fábrica de trenes, donde hizo labores de chapista. Allí estuvo trabajando durante un año y medio. Su trabajo consistía en reparar estructuras metálicas, poner puertas, techos, etc., de los vagones de tren o locomotoras. Por ejemplo, él mismo ha contado una anécdota. Una vez un maquinista le preguntó quién ponía las puertas de los vagones, y le respondió que era él; el maquinista le dijo que se le abrían en las curvas, lo que le hizo reflexionar y eventualmente «decidirse» por cambiar de oficio. El chef ha comentado, en varias ocasiones, que recuerda esa etapa con cierto cariño y que, sobre todo, le ayudó a formarse y a valorar el trabajo duro.
La etapa de Arguiñano como chapista

Como decíamos, en esa etapa, Arguiñano no residía en Zarauz sino que lo hacía en Beasain, una villa y un municipio de Guipúzcoa situada en la comarca del Goierri, en pleno corazón del País Vasco. Es conocido por su fuerte tradición industrial, su entorno natural montañoso y por ser el lugar de nacimiento de Karlos Arguiñano. La localidad se encuentra a unos 40 kilómetros de San Sebastián, en el valle del río Oria. El municipio está rodeado de montañas verdes típicas del Goierri: destacan el monte Txindoki (también llamado el Cervino vasco) y el Aizkorri-Aratz, que forman parte del Parque Natural del mismo nombre. La población ronda los 13.500 habitantes.
Beasain es un centro industrial muy importante del País Vasco. Allí se fundó en 1860 la empresa CAF (Construcciones y Auxiliar de Ferrocarriles), uno de los fabricantes de trenes y material ferroviario más prestigiosos del mundo. Sus trenes circulan en más de 40 países. Esta industria marcó el desarrollo económico, social y urbanístico de Beasain durante el siglo XX. Mucha gente del pueblo –incluido el joven Karlos Arguiñano– trabajó en CAF en algún momento. También existen talleres y empresas auxiliares vinculadas al metal, maquinaria y transporte.
Beasain, un pueblo muy unido a las raíces vascas y con mucho patrimonio

La localidad cuenta con varios puntos importantes como el Palacio de Igartza, un conjunto monumental medieval muy bien conservado, con palacio, molino, ferrería y puente. Fue residencia señorial y centro económico en los siglos XV–XVI. También, es recomendable visitar la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, un templo gótico-renacentista del siglo XVI. Cuenta con calles y barrios con caseríos vascos tradicionales, que conservan la arquitectura rural. Se celebran fiestas locales como San Martín de Loinaz —patrón del pueblo, en mayo—, con procesiones, deporte rural vasco y gastronomía. En gastronomía, el Goierri es conocido por productos como el queso Idiazabal, la sidra y los embutidos artesanos. Beasain, junto a Ordizia y Lazkao, forma una especie de «triángulo cultural y gastronómico» del Goierri.

Beasain es un ejemplo del País Vasco profundo: mezcla de industrialización moderna y raíces rurales. Su paisaje es verde y montañoso, ideal para senderismo y deportes al aire libre. La cultura vasca está muy presente: el euskera es lengua muy hablada en la vida cotidiana. La infancia y la juventud de Arguiñano estuvieron muy marcadas por el ambiente industrial y rural de Beasain: por un lado la fábrica, por otro la tradición campesina y gastronómica del Goierri. En CAF (Construcciones y Auxiliar de Ferrocarriles), el gran motor económico del pueblo, trabajó alrededor de un año y medio. El Goierri, comarca de Beasain, es un territorio con gran tradición gastronómica vasca: queso Idiazabal, sidra, alubias, cordero lechal… Ese entorno culinario rural fue probablemente un estímulo inicial que lo llevó a interesarse por la hostelería, aunque la decisión concreta llegó cuando se apuntó a la Escuela de Hostelería de Euromar (Zarauz).
Ese entorno culinario rural fue probablemente un estímulo inicial que lo llevó a interesarse por la hostelería, aunque la decisión concreta llegó cuando se apuntó a la Escuela de Hostelería de Euromar (Zarauz). Beasain lo considera un vecino ilustre y un motivo de orgullo. En eventos públicos y aniversarios, suele mencionar Beasain como parte fundamental de su identidad.