Así vive Raquel Sánchez Silva, ajena al escándalo de la muerte de Mario Biondo
A sus 52, sigue en La 1 mientras blinda su vida familiar con sus hijos y guarda silencio ante el pasado que regresa

Raquel Sánchez Silva | Gtres
Aquí y ahora, la vida de Raquel Sánchez Silva no cabe en un solo titular. La presentadora extremeña, de 52 años, ha encontrado un equilibrio curioso entre los focos —que la siguen queriendo y respetando— y una intimidad que ella protege a capa y espada. Sigue siendo la presentadora de la versión ‘celebrity’ de Maestros de la costura. La 1 la afianza como uno de sus títulos de entretenimiento de referencia, con Raquel al frente y un jurado en remodelación —la llegada del diseñador Luis De Javier marcó relevo generacional en la mesa—.
Fuera de plató, su agenda mantiene paradas en el terreno de la moda. A comienzos del verano ejerció como jurado en un certamen internacional de jóvenes diseñadores dentro de la Tenerife International Fashion Week (SIMTE), otro guiño a esa faceta suya que combina el gusto por el detalle con la narrativa televisiva.
Una vida tranquila con su familia en Madrid
La otra cara de su presente es doméstica y deliberadamente discreta. Madrid es su base —de ahí sale y a ahí regresa—, y su día a día lo ancla a sus hijos, Mateo y Bruno (10), y a su pareja, el productor argentino Matías Dumont. Quien la sigue en redes lo nota: deporte, moda, celebraciones puntuales y poco más. Una discreción absoluta que Raquel ha marcado desde hace años y que hoy mantiene con firmeza.

El pasado, sin embargo, vuelve de vez en cuando a llamar a la puerta. Doce años después de la muerte de Mario Biondo, la Audiencia de Madrid ha abierto un nuevo pliegue judicial al admitir indicios que apuntan a que el fallecimiento pudo no ser un suicidio, un giro que ha devuelto el caso al primer plano mediático. Raquel, fiel a su estilo, ha optado por el silencio público y por blindar a los suyos mientras la justicia sigue su curso.
Al margen de su trabajo, en la actualidad queda la persona por encima del personaje. Raquel Sánchez Silva se ha construido una rutina basada en su familia, su trabajo y un puñado de pasiones que exhibe en ocasiones —la moda, el deporte, los viajes— en su Instagram. Quizá este sea su manual de supervivencia tras una década intensa marcada por la muerte de Mario Biondo.
Así que, mientras todo su pasado vuelve a resurgir, Raquel Sánchez Silva, de momento, continúa ajena a todo con su vida: con un proyecto televisivo que sigue cosiendo audiencia; con la moda como territorio natural; con la familia como refugio… Y con un pasado que, por momentos, regresa, pero al que ella responde con la misma estrategia que siempre: el silencio.