Mikel López Iturriaga, más allá de 'El comidista': filólogo frustrado, su ex y su pecado en la cocina
El crítico gastronómico ha admitido, en alguna que otra ocasión, que no tiene una formación de élite en la cocina

Mikel López Iturriaga, en una imagen de archivo. | EP
Pensar, cada semana, qué se puede cocinar para cada semana, suele ser un trabajo duro para muchas personas. Y es que son algunas las familias que caen en un bucle y, sobre todo, en una desesperación que, en muchas ocasiones, se ve resuelta por El Comidista. Mikel López Iturriaga no solamente propone recetas originales y alternativas saludables para el día a día sino que, también, da infinidad de ideas que sirven de inspiración. Pero ¿qué sabemos de la vida de El Comidista?
Mikel López Iturriaga, su verdadero nombre, nació en Bilbao el 12 de diciembre de 1967. Lo hizo, además, en una familia en la que la gastronomía y la comida era muy importante. Su madre Mari Carmen y Juli le trasmitieron ese gusto por lo casero, lo sencillo y lo de toda la vida. Estudió Filología Hispánica en la Universidad de Deusto y más, adelante, se trasladó hasta Madrid para hacer un máster en Periodismo. Este, sin duda, fue un momento de transición y que marcó el comienzo de un camino de la mano de la comunicación.
Así como comenzó Mikel López Iturriaga con ‘El comidista’
En 2004, además, se mudó hasta Barcelona donde estudió en la Escuela Hostelería Hofmann. Allí aprendió técnica culinaria, lo que le permitió conocer lo que sucedía en la cocina «desde dentro». Su vida profesional empezó en ámbitos culturales y de medios más convencionales. Trabajó en periodismo musical, colaboró en radio (Cadena SER, RNE) y participó en medios digitales. El gran salto lo dio con la creación de El Comidista, en 2009-2010, para el diario El País. Esta web de gastronomía se convirtió rápidamente en su espacio más personal e influyente: crítica gastronómica, recetas, relatos culinarios, cultura alimentaria, divulgación y humor. Gracias a este personaje, Iturriaga ha publicado sus propios libros de cocina como Las recetas de El Comidista, La cocina pop de El Comidista, Las 202 mejores recetas de El Comidista y, más recientemente, Cocina de aquí para gente de hoy.
Pronto daría el salto a la televisión y lo audiovisual gracias a El Comidista TV en La Sexta. Además, también participó en programas como Banana Split en La 2, así como con colaboraciones en radio y otros formatos. Sin duda alguna, en su estilo mezcla la profundidad gastronómica con sentido del humor, cercanía y un aire de «cocinero amateur» que busca que la cocina no sea algo inalcanzable, sino accesible para todos. Iturriaga ha sido crítico con algunos fenómenos de la gastronomía moderna: por ejemplo, cómo las redes sociales premian recetas llamativas pero poco útiles en casa, o cómo se ha idealizado lo exótico mientras se descuidan las tradiciones locales. Busca reivindicar la cocina española de siempre, adaptándola al siglo XXI, con recetas que puedan hacerse con ingredientes comunes, tiempos ajustados, pero sin perder identidad.
Su mayor pecado en la cocina y su lado más personal
También ha hablado sobre la dieta mediterránea, el peso de los ultraprocesados, el valor de la huerta local, la sostenibilidad alimentaria. No solo cocina, sino que reflexiona sobre alimentación, hábitos de consumo, impacto cultural, ecológico y social de lo que comemos. También ha actuado como embajador en eventos gastronómicos, ferias, jornadas de producto local, etc. Por ejemplo, fue nombrado embajador de las Jornadas de la Verdura de Calahorra. Sobre su carrera profesional, en alguna que otra ocasión, ha contado que es un «filólogo frustrado», poniendo un poco de ironía a su discurso. Además, también ha admitido que no tiene una formación profesional culinaria de élite, aunque haya estudiado cocina, aunque tiene mucha pasión, conocimiento, curiosidad y convicción.
En más de una ocasión, además, Mikel ha puesto en evidencia cuál es uno de sus mayores pecados que, además, está muy relacionado con su trabajo. «Hay días en los que me da una pereza terrible ponerme a cocinar. Y eso que vivo de esto», confesó, intentando desmitificar la idea de que los que aman la cocina están todo el tiempo preparando platos muy elaborados. Y nada más allá de la realidad. Otro de sus puntos más débiles en los fogones tiene que ver con su amor-odio por la repostería. Y es que el propio Iturriaga ha confesado que no tiene mucha paciencia y que, además, le cuesta mucho seguir las recetas al pie de la letra. Sobre su lado más personal, Mikel ha hablado, en alguna que otra ocasión, sobre su expareja, de quien contó que tuvieron una mascota juntos, Chispa, que murió hace un tiempo.
Sobre sus relaciones actuales, El Comidista ha preferido ser cauto y no ha mencionado si tiene pareja o no. Aunque sí que ha hecho una férrea defensa de los derechos del colectivo LGTBIQ+, tanto a través de sus redes sociales como de sus vídeos.
