Forest Lodge, el nuevo hogar de Guillermo y Kate Middleton con pista de tenis y estanque
Los príncipes de Gales se instalarán en la mansión antes de 5 de noviembre junto a sus hijos George, Charlotte y Louis

Así es Forest Lodge, la nueva residencia oficial del príncipe Guillermo y Kate Middleton. | | Gtres
El príncipe Guillermo y Kate Middleton ya pueden preparar sus maletas y guardar sus recuerdos en cajas de embalaje. Su nuevo hogar en Forest Lodge ya está listo para recibir a los duques de Gales y a sus tres hijos, los pequeños George, Charlotte y Louis. La familia de cinco llevaba meses soñando con dejar atrás su vida en Adelaide Cottage y empezar por fin un nuevo capítulo al otro lado del parque Windsor. Se han asegurado que el lugar estaba limpio y reformado, en las mejores condiciones antes de trasladar allí su residencia definitiva.
La mudanza está prevista para estos próximos días. La prensa inglesa ha informado de que la familia planea estar completamente instalada antes del 5 de noviembre, cuando en Reino Unido se celebra la tradicional Bonfire Night, la Noche de las Hogueras. El futuro rey y su mujer habían planeado inicialmente dejar su actual casa, Adelaide Cottage, antes de Navidad, pero las obras de restauración de su nueva propiedad se han completado antes de lo previsto. El traslado de muebles ya ha comenzado y sólo queda que los de Gales se instalen.

Un lienzo en blanco para Guillermo y Kate Middleton
El heredero del rey Carlos III y su mujer llegaron a Adelaide Cottage en 2022. Su intención era permanecer muchos años en esa casa de cuatro habitaciones, criar a sus hijos en un sólo hogar y seguir viviendo allí una vez Guillermo subiera al trono. Tres años después le dicen adiós a la casa y dejan en ella todos los duros recuerdos que han vivido durante su estancia en ella. En este periodo ha fallecido la reina Isabel II, el Rey y Kate Middleton han sido diagnosticados con cáncer y se ha aumentado la distancia del heredero con su hermano Harry. El duque de Sussex ha publicado sus memorias y varios proyectos con Netflix que ahondan en la herida familiar.
Forest Lodge simboliza un nuevo comienzo para los príncipes de Gales y sus hijos de 12, 10 y 7 años. Apenas tienen un trayecto de 10 minutos en coche desde una casa a la otra, ambas a las afueras del distrito de Windsor. Esta casa les ofrece un terreno mayor y, por tanto, una mayor discreción. El ministerio del interior británico ha aprobado un cordón de seguridad de 60 hectáreas alrededor de la propiedad. Para garantizar la privacidad de la familia, no habrá personal interno viviendo en la casa; los empleados residirán en viviendas cercanas dentro del Windsor Great Park. Así se espera que haga la niñera española María Teresa Turrión, quien lleva a cargo de los niños de los príncipes de Gales desde el 2014.
Huerto, estanque y ocho dormitorios
Los príncipes y sus hijos dispondrán de una mansión que ya desde la fachada augura lujo y bondades en su interior. Lo primero que se ve al atravesar el camino hacia la casa es su encantadora fachada simétrica de ladrillo rojo con seis chimeneas y nueve ventanales. Una vez dentro, esta mansión georgiana del siglo XVIII destaca por sus figuras arquitectónicas de épocas pasadas y por las estancias que la componen. Hay ocho dormitorios, seis baños, un salón de baile, pista de tenis, tres establos, un huerto propio y el estanque.

Construida en la década de 1770 y comprada por la familia real en 1829, esta casa forma parte del patrimonio público del soberano, es decir, no es propiedad del Gobierno ni de Carlos III como individuo. Para vivir allí, Guillermo y Kate pagarán un alquiler de mercado a la Crown State, la entidad que gestiona las propiedades reales. Ya han financiado personalmente el traslado y las pequeñas reformas alrededor de la propiedad. Hacía más de 20 años que no se acondicionaba y ha necesitado de una mano de limpieza y de la visión de Kate Middleton.
La visión decorativa de la princesa de Gales
La princesa de Gales ha participado activamente en la remodelación de Forest Lodge. Ha supervisado la sobras y los detalles decorativos junto al equipo de interiorismo que han contratado, encabezado por Ben Pentreath, el diseñador favorito de las celebridades y colaborador habitual de la pareja. «Ha disfrutado muchísimo del proceso», ha declarado una fuente al Daily Mail. «Le apasiona el diseño de interiores y siempre ha sido una gran defensora de la industria textil británica. Este será su hogar para siempre, y quería que reflejara su estilo personal», se añade.

Entre las mejoras se incluyen nuevas puertas y ventanas, techos restaurados, suelos renovados y la eliminación de paredes interiores para crear espacios más amplios y luminosos. La última gran reforma de la mansión databa de 2001 y costó 1,5 millones de libras esterlinas, unos 1,77 millones de euros tras el cambio de divisa. Las fotos tomadas durante esas obras de restauración permiten vislumbrar hoy el interior de la residencia, incluyendo sus chimeneas de mármol originales, ventanas venecianas y molduras en el techo.
La polémica mudanza
Se espera que Forest Lodge se convierta en su hogar permanente, incluso cuando Guillermo ascienda al trono, rompiendo así con la tradición de residir en el Palacio de Buckingham o en Clarence House. En esta misma mansión han vivido diversas figuras ilustres ligadas a la corona. Entre ellas Sir William Fremantle, Francis Seymour (quinto marqués de Hertford) y el coronel Augustus Liddell, tío de Alice Liddell, la niña que inspiró Alicia en el país de las maravillas. De los más contemporáneos, destaca Sir John Aird, el escudero del rey Eduardo VIII y quien le ayudó a desarrollar su relación con Wallis Simpson.
Al igual que algunos antiguos habitantes de Forest Lodge, los próximos reyes de Reino Unido no se han librado de las polémicas por esta mudanza. Hace unos meses colocaron carteles de «prohibido el paso» para delimitar la finca, donde antes los vecinos podían pasear por el bosque con libertad. Esto no ha sentado bien en la zona, como tampoco el gasto de la mudanza pues, a pesar de ser privado, no deja de estar en manos de los ciudadanos. Guillermo y Kate han vivido en tres residencias distintas desde su boda en 2011 y muchos ingleses se están quejando de lo que llaman «caprichos inmobiliarios».

Dentro del extenso recinto se encuentran el Long Walk, un paseo de cuatro kilómetros que conecta el Castillo de Windsor con Snow Hill, el lago Virginia Water, diversas estatuas y monumentos históricos. Además está cerca de otras residencias como Royal Lodge y Cumberland Lodge y del aeropuerto londinense. Desde la finca se tienen vistas del estadio de Wembley, algo que a Guillermo y a George, aficionados al fútbol, les emocionará.