El lujo de Josep Santacana, ex de Sánchez Vicario: vive en Miami y será padre de nuevo
La pareja no firmará su divorcio hasta 2026 después de separa sus caminos hace más de seis años y después de que él rehaga su vida

Josep Santacana junto a su pareja, Raquel. | Gtres
Josep Santacana y Arantxa Sánchez Vicario se enamoraron en 2007. Por ese entonces, Sánchez Vicario ya se había retirado del mundo del tenis, donde ella siempre había sido una de las mejores de la historia. Él era empresario, dedicado al mundo inmobiliario y con un perfil mediático en el círculo social de Ibiza. El flechazo fue instantáneo; Arantxa se enamoró profundamente y, en apenas un año de relación, decidieron casarse. El enlace tuvo lugar en septiembre de 2008 en el Castillo de Peralada, en Gerona, en un evento elegante y mediático donde consagraron la unión entre el deporte y el mundo empresarial.
Durante esos primeros años de matrimonio, ambos tejieron un presente y futuro profesional en los que Sánchez Vicario le otorgó todo tipo de poderes a su marido, incluidas cuentas bancarias, empresas y bienes vinculados a su empresa. En tiempos anteriores, Arantxa se había hecho de oro gracias a su carrera como tenista, ganando más de 20 millones de euros en premios y publicidad. La llegada de Santacana provocó una fractura total entre Arantxa y su familia. Ella acusó públicamente a sus padres, Emilio Sánchez y Marisa Vicario, de haberla dejado sin dinero. Esa denuncia, muy mediática, marcó un antes y un después: se distanció completamente de su entorno y se refugió en su matrimonio. Sus padres, por su parte, culparon a Santacana de haber influido en ella y de haberla alejado deliberadamente para controlar su fortuna. Este conflicto familiar se mantuvo durante años y dejó una profunda huella en Arantxa.
La vida actual de Josep Santacana

A medida que pasaban los años, comenzaron a aparecer problemas financieros graves. El Banco de Luxemburgo demandó a Arantxa y Santacana por una deuda de unos 7 millones de euros, derivada de préstamos que no fueron devueltos. Se les acusó de haber ocultado bienes y desviado dinero a empresas pantalla, para evitar embargos. Ambos fueron imputados por alzamiento de bienes. En 2024, un tribunal condenó a Santacana a tres años y tres meses de prisión, mientras que Arantxa aceptó una pena reducida tras colaborar con la justicia y reconocer parcialmente los hechos.
Su relación sentimental se rompió en 2018 y fue el propio Santacana quien presentó una demanda de divorcio en Miami, donde ambos se habían establecido. Esto generó un problema de competencias. Es más, actualmente y a efectos legales, ambos siguen casados, aunque separados desde hace años. El juicio de divorcio definitivo está previsto en Miami-Dade (EE. UU.) para 2026, y ahí se decidirá la división de bienes, las responsabilidades económicas y otras cuestiones pendientes. Actualmente, Arantxa reside en la ciudad americana junto a sus dos hijos, Arantxa y Leo, a quienes está muy unida.
No se divorciará de Arantxa hasta 2026
Uno de los bienes más conocidos en su conflicto judicial es el yate RA. Este yate ha sido objeto de embargo preventivo por parte de un juez en Barcelona, al estimarse que Santacana, a través de sociedades interpuestas —una de ellas llamada Blue Moon Marine Services LLC—, sigue figurando como titular a pesar de estar declarado insolvente. La jueza ha ordenado el precinto inmediato del yate para que no pueda abandonar el puerto donde está amarrado y para evitar que se desplazo sin autorización judicial. También se han embargado participaciones societarias relacionadas con esa embarcación.
Será padre en las próximas semanas

Josep ha rehecho su vida sentimental junto a una joven llamada Raquel, con quien será padre, por tercera vez —la primera con Raquel— en los próximos meses. Son pocos los datos que se tienen sobre la vida sentimental y cómo es su relación con Raquel. Y es que, después de su condena por sus líos con Arantxa Sánchez Vicario, el empresario prefirió poner tierra de por medio y, sobre todo, no significarse sobre su parcela más personal. Gran parte de su tiempo lo invierte ahora Santacana en su recurso legal. Aunque fue declarado insolvente en octubre de 2021, Santacana sigue siendo titular de ciertos bienes, como el yate RA, de 25 metros, como confirman en Vanitatis. Como decíamos, este se encuentra actualmente embargado preventivamente.
