Del desamor al autoconocimiento: la nueva vida de Rosalía en la que abraza el celibato y la calma

Rosalía está viviendo este 2025 una etapa de redefinición tanto artística como personal. Mientras prepara el lanzamiento de su cuarto álbum, Lux, previsto para el 7 de noviembre, la artista catalana también ha comenzado a hablar con una claridad poco habitual sobre su vida sentimental.

En el terreno profesional, Rosalía continúa consolidando una trayectoria marcada por la reinvención constante. Tras el éxito arrollador de Motomami en 2022, su música se convirtió en sinónimo de riesgo y de libertad creativa. Ahora, con Lux, parece apostar por un viraje más espiritual y simbólico, un universo donde la «luz» no solo se refiere a la estética sonora, sino a una búsqueda interna. Tal como ha sugerido en entrevistas recientes, esta nueva etapa es «menos de amor-romance» y más de «transformación y claridad».

Rosalía lanza nuevo disco en una etapa personal diferente

En cuanto a su vida personal, Rosalía ha crecido a la vista de todos. Su primer gran amor conocido fue el rapero C. Tangana, con quien compartió música y una relación entre 2016 y 2018. Aquel vínculo, que terminó antes de que su carrera explotara globalmente, quedó reflejado en letras y gestos que muchos fans siguen leyendo entre líneas. Años después, en 2021, comenzó su relación con el puertorriqueño Rauw Alejandro. Juntos publicaron el EP RR en 2023, un retrato íntimo y colaborativo de una pareja de artistas que parecían complementarse en lo profesional y en lo personal. Sin embargo, y a pesar de estar comprometidos, el romance terminó a mediados de 2023, y aunque ambos hablaron con respeto del otro, la ruptura fue muy polémica porque se habló de infidelidades (por parte de él).

Entre esos grandes capítulos también hubo rumores y breves historias. Rosalía mantuvo una relación con la actriz y modelo Hunter Schafer en 2019, algo que más tarde ambas confirmaron con naturalidad. La catalana, además, ha sido vinculada en los últimos años con figuras como el actor Jeremy Allen White o el músico alemán Emilio Sakraya, aunque nada de ello ha pasado de la especulación mediática.

«Estoy soltera. Celibato voluntario»

Lo cierto es que Rosalía parece haber encontrado una nueva forma de relacionarse consigo misma. En una entrevista reciente en el pódcast Radio Noia declaró: «Estoy soltera, vol-cel. Celibato voluntario». Con esa expresión —una mezcla de humor y honestidad— quiso dejar claro que atraviesa un momento de introspección y que no siente necesidad de estar en pareja. También comentó que no hay espacio para «crushes» ni fantasías románticas que la distraigan de su presente creativo.

Sobre su sexualidad, la artista ha sido igual de abierta y a la vez cautelosa. En una conversación con Cosmopolitan confesó que no siente presión por definirse: «No necesito etiquetas. La libertad es lo que me guía». Esta afirmación resuena con la imagen de una Rosalía que ya no busca complacer al público o a los medios, sino que se centra en vivir con autenticidad y equilibrio.

Todo esto se entrelaza con la narrativa de Lux. El propio título —del latín «luz»— parece una declaración simbólica: un paso hacia la claridad después del caos, una forma de iluminar la propia sombra. En los adelantos y la estética visual que ha compartido, se percibe un tono más sereno, introspectivo y espiritual. Lejos del frenesí urbano de Motomami, Lux parece ser una exploración más íntima del yo, de la fe, de la calma y del autocuidado.

Así, podemos afirmar Rosalía ha pasado del amor romántico a un amor propio que se refleja en su música. Veremos qué depara el nuevo disco.