Elena Arnedo, la célebre ginecóloga que marcó la vida de Miguel Boyer y murió de cáncer
Isabel Preysler, con la publicación de sus memorias, ha vuelto a colocar al exministro en el punto de mira

Elena Arnedo, en una imagen de archivo. | EP
Cuando Miguel Boyer comenzó a salir con la que, más tarde, sería su mujer, Elena Arnedo, no pensaría que, en el tiempo, iba a empezar a ocupar las portadas de todas las revistas del corazón. Y es que su matrimonio con Isabel Preysler le lanzó al estrellato de las páginas amarillas, dejando de lado su faceta como político y comenzando una etapa junto a una de las mujeres más conocidas del momento. Durante su relación con Arnedo, una reputada ginecóloga, Miguel Boyer tuvo dos hijos; Miguel y Laura, quienes fueron siempre un pilar fundamental en su vida. De su matrimonio con Isabel Preysler nació Ana, quien se sumó a la familia y quien quedó totalmente destrozada cuando Miguel murió en el año 2014.
Ahora, Isabel Preysler ha decidido publicar sus memorias, en las que hace un retrato exhaustivo de los distintos momentos más importantes de su vida, también de sus respectivas parejas. Así, la socialicé por excelencia ha relatado que Miguel fue una persona especialmente «celosa» y que no podía soportar que Isabel tuviera relación con otros hombres. Estas palabras no han gustado, para nada, a los familiares del que fuera uno de los políticos más reseñables del siglo XX, quien han puesto el grito en el cielo. Pero ¿qué sabemos la familia que dejó atrás Miguel Boyer cuando murió?
La vida de Miguel Boyer antes de conocer a Elena Arnedo

Miguel Boyer nació en la localidad francesa de San Juan de Luz en febrero de 1939, durante el exilio de sus padres, quienes eran republicanos. Su progenitor, Miguel Boyer Tresguerres, era ingeniero de Caminos, y su madre, Carmen Salvador, procedía de una familia culta y de sólida formación. La familia regresó a España cuando él era un niño, instalándose en Madrid, donde Boyer creció en un ambiente intelectual y de estudio. Desde joven destacó por su inteligencia, rigor y ambición intelectual. Cursó el bachillerato en el Instituto Ramiro de Maeztu de Madrid, y más tarde ingresó en la Universidad Complutense, donde estudió Físicas y Económicas, una combinación poco común que refleja su mente analítica y su interés tanto por la ciencia como por la política.
Durante los años 70, Boyer se incorporó como investigador y economista en el Banco de España, donde comenzó a desarrollar una reputación de técnico brillante y disciplinado. Su carrera en el ámbito económico fue paralela a su creciente implicación en los debates políticos e intelectuales de la España tardofranquista. También trabajó como profesor universitario y colaborador en diversos organismos públicos, especializándose en temas de política monetaria, inflación y crecimiento. Era un hombre de talante reformista, que creía en la necesidad de modernizar la economía española mediante el rigor fiscal y la apertura al exterior.
A finales de los años 70, en plena transición, Miguel Boyer se unió al Partido Socialista Obrero Español (PSOE), liderado entonces por Felipe González. Su perfil técnico, su conocimiento de la economía y su visión moderna lo convirtieron en un activo valioso para un partido que buscaba proyectar una imagen de solvencia. Fue elegido diputado en 1979, y pronto se convirtió en uno de los asesores económicos más cercanos al futuro presidente. En 1982, tras la victoria electoral del PSOE, González lo nombró ministro de Economía, Hacienda y Comercio, un cargo clave en un momento en que España atravesaba una grave crisis económica. Como ministro, Boyer impulsó distintas medidas y reformas económicas, aplicando una política de austeridad fiscal y centrándose en el control de la inflamación.

En 1985, tras diferencias con otros miembros del gabinete y con el propio Felipe González, Miguel Boyer abandonó el Ministerio. Su salida fue discreta, aunque reflejaba la tensión entre su visión económica liberal y el ala más política del gobierno. Tras esto, pasó al sector privado, donde trabajó como presidente del Banco Exterior de España y, también, como directivo en empresas privadas. Miguel conoció a la que sería su mujer, Elena Arnedo, a finales de los años 70 en Madrid. Ella era médica especializada en ginecología y salud pública, hija de un destacado catedrático, y él, un joven economista brillante con un futuro prometedor en la administración pública. Ambos compartían una formación sólida, un pensamiento liberal y un compromiso con los valores democráticos en una época en la que España aún vivía bajo el franquismo.
Elena Arnedo, una reconocida ginecóloga que marcó un hito en España

Sin duda alguna, su relación se basó en la admiración mutua y el respeto intelectual. La pareja se casó en los años setenta y formó un matrimonio estable y respetado dentro de los círculos profesionales y políticos de la época. Tuvieron dos hijos, Miguel y Laura, y llevaron una vida familiar tranquila, centrada en el trabajo y la educación de los niños. Durante esos años, Boyer estaba consolidando su carrera como economista y político, y Elena Arnedo desarrollaba su vocación médica, dedicándose a la salud pública y a la defensa de los derechos de las mujeres. Ambos eran considerados una pareja de gran prestigio, símbolo de la nueva clase profesional e intelectual de la España de la Transición.

El matrimonio comenzó a deteriorarse a mediados de los años ochenta, cuando Miguel Boyer era ministro de Economía en el gobierno de Felipe González. Su intensa dedicación al trabajo y las tensiones propias de su cargo comenzaron a generar distancias en la pareja. El punto de ruptura llegó en 1987, cuando Boyer inició una relación con Isabel Preysler, una figura mediática y muy distinta del círculo intelectual de Arnedo. La noticia causó un gran impacto social y mediático, no solo por el contraste entre ambas mujeres, sino porque rompía con la imagen seria y familiar que hasta entonces había proyectado el ministro.
Elena Arnedo afrontó la separación con dignidad y serenidad, aunque la situación fue dolorosa y muy pública. Se divorciaron poco después, y Boyer comenzó su nueva vida junto a Preysler, con quien se casaría en 1988. Tras la ruptura, Elena Arnedo siguió adelante con gran fortaleza personal. Se volcó en su carrera médica y en la defensa de los derechos de las mujeres, participando activamente en causas sociales, especialmente en temas de salud reproductiva y planificación familiar. También incursionó en política local, como concejala del Ayuntamiento de Madrid por el PSOE, siempre comprometida con la sanidad pública y la igualdad. Su actitud discreta, su elegancia natural y su independencia le granjearon respeto incluso entre quienes conocían la historia de su separación.
Nunca, además, tuvo una mala palabra para Boyer, mantuvo siempre una postura de respeto y distancia, centrada en su trabajo y su familia. Su vida posterior fue un ejemplo de resiliencia y de cómo sobreponerse a una ruptura muy mediática sin perder la compostura ni los valores personales. Elena acabó falleciendo en 2015, justamente un año después que Boyer, a causa de un cáncer.
Sus dos hijos, Miguel y Laura
Miguel Boyer Arnedo nació en la década de 1970, fruto del matrimonio entre Miguel Boyer y Elena Arnedo. Creció en un ambiente intelectual y culto, rodeado de libros, debates políticos y un enfoque académico que su padre y su madre fomentaban. Desde joven mostró interés por la economía, las finanzas y la administración, siguiendo en parte los pasos de su padre. Durante su juventud, Miguel cursó estudios superiores en España y, posiblemente, en el extranjero, adquiriendo una formación sólida en negocios y economía. Su carrera profesional se desarrolló en el ámbito financiero y empresarial, en áreas que combinan la gestión de empresas y la consultoría. Mantiene un perfil discreto, lejos de la exposición mediática de su padre, enfocándose en el trabajo y en la construcción de su propia trayectoria profesional. A lo largo de los años, Miguel ha mostrado un carácter reservado.

Al igual que Miguel, Laura, su hermana, creció en un ambiente familiar de alto nivel intelectual y cultural. Desde pequeña mostró inclinación hacia las ciencias sociales y la comunicación, siguiendo el ejemplo de sus padres en cuanto a compromiso con la sociedad y la educación. Desarrolló su vida profesional en campos relacionados con la gestión cultural, la educación y proyectos sociales, combinando sensibilidad con eficiencia en la administración de programas y actividades de impacto social. Al igual que su hermano, Laura mantuvo un perfil discreto y evitó la exposición mediática, priorizando su trabajo y vida privada. Su formación y valores reflejaban la influencia de su madre, Elena Arnedo, en cuanto a la conciencia social y el compromiso ético, y la de su padre en la disciplina, el rigor intelectual y la visión estratégica. Laura falleció a principios de 2023 a causa de un cáncer.
