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Pablo Urdangarin se estrena con los Hispanos: «Antes de cada partido, mi padre me da 'tips'»

El hijo de la infanta Cristina jugará hoy su primer partido con la selección española de balonmano en el país escandinavo

Pablo Urdangarin se estrena con los Hispanos: «Antes de cada partido, mi padre me da ‘tips’»

Pablo Urdangarin, jugando con su equipo de balonmano. | Gtres

Pablo Urdangarin se estrena, este 30 de octubre, con la selección española de balonmano. El hijo de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin cumple un sueño de jugar junto a los Hispanos, lo que supone un gran salto en su carrera. El joven juega en el equipo del Granollers desde hace algo más de dos años, después de pasar por varios equipos catalanes e internacionales. Hace unos días, Pablo se sinceró sobre su papel dentro del balonmano y explicó que su padre, Iñaki, es su «psicólogo» y la persona a la que pide consejo cada vez que tiene que tomar una decisión sobre su vida profesional.

No hay que olvidar que, también, su madre se ha convertido en uno de sus grandes apoyos, ya que siempre que puede viaja hasta Barcelona para estar presente en algunos de los partidos que juega su hijo. Al igual que su novia, Johanna Zott, quien siempre ocupa un espacio en las gradas. Lo cierto es que, estos últimos días, han sido especialmente difíciles para el hijo de Iñaki Urdangarin, sobre todo después de que, hace unos días, se rompiera el labio en un incidente en uno de sus últimos partidos.

Pablo Urdangarin debuta con los Hispanos en Suecia

Iñaki Urdangarin junto a su hijo Pablo. | Gtres

Sin duda alguna, su convocatoria es un claro reconocimiento al crecimiento como jugador. Y es que Pablo debutará en un amistoso contra Suecia en el país escandinavo; llegar al equipo nacional significa que no solo destaca en su club (BM Granollers), sino que su rendimiento es valorado a nivel más alto. Además, también demuestra que su trayectoria no depende únicamente de su apellido. Según su entrenador Antonio Rama, «estar tan expuesto por ser quien es no le influye como jugador». También, jugar con los Hispanos le sitúa en la continuidad del legado de su padre, algo que para él es un motivo de orgullo: ha dicho que lleva su apellido «con mucho honor».

También es una forma de construir su propia identidad deportiva; no es solo «el hijo de», sino alguien que busca destacarse por sus méritos y no quedarse a la sombra. Ser convocado con la selección implica mayor visibilidad mediática, sobre todo por su vínculo familiar. Pablo mismo reconoce que la presión existe, pero afirma no sentirse perjudicado por su apellido. Además, su llegada a los Hispanos se produce en un momento en el que la selección española está renovando, lo que añade el reto de ganarse un puesto más estable y demostrar que su llamado no es solo por su nombre. Moralmente, es un hito personal: Pablo ha hablado sobre sus sueños —como «jugar con la selección» o «hacer muchas cosas con el Granollers»—, y esta convocatoria es un paso clave para cumplirlos.

El apoyo constante de su padre, Iñaki Urdangarin

En el día de hoy, Pablo tendrá la oportunidad de adaptarse al nivel internacional, recibir formación y experiencia con jugadores veteranos y con el staff técnico de la selección. Si tiene un buen desempeño, puede consolidar su presencia en futuras convocatorias; esto podría abrirle la puerta a torneos importantes —como Europeos, Mundiales, incluso Olímpicos— a mediano o largo plazo. Al mismo tiempo, es una plataforma para mejorar su valor como jugador, lo que puede repercutir en su carrera en clubes —con más visibilidad, más oportunidades, posibles ofertas—. Sin duda alguna, la convocatoria refuerza su madurez mental; Pablo ha hablado de cómo ha aprendido a bloquear lo «externo» —como la presión mediática y las comparaciones— y centrarse en su juego.

La infanta Elena, Johanna Zott, Olympia Beracasa y Miguel Urdangarin, juntos en un partido del BM Granollers. | Europa Press

Su padre, Iñaki, sigue siendo un apoyo clave, especialmente en lo mental. Según él, Iñaki le da consejos no solo sobre balonmano, sino sobre confianza, actitud y disfrute. Además, también ha demostrado ser residente; su camino no ha sido fácil —con cambios de posición y momentos complicados—, pero ha seguido trabajando para alcanzar este reconocimiento. Antes de su debut, el joven ha dado distintas entrevistas. Una de las más importantes ha sido con el periódico El País, donde ha querido sincerarse sobre sus sentimientos. En la misma, Pablo ha afirmado que no suele escuchar lo que se dice sobre él y que es algo que, en su carrera, no le ha afectado.

«Me da consejos para mantener la calma»

«Sé que son de buen rollo y yo se las devuelvo. Es un pique bueno. Está la típica de que soy un enchufado, pero luego lo demuestro en la pista. Les digo que ya se enterarán en los entrenamientos. Y se han enterado», añade, sobre aquello que le pueden gritar en los partidos. Sobre por qué no se le ha llamado antes a la selección, Pablo lo tiene muy claro; «Como vivía en el extranjero, también era más difícil. No seguía el balonmano en categorías inferiores, estaba muy poco vinculado con esto al estar fuera», explica a El País. Además, también apunta que ha crecido «muy tarde».

«En Suiza era muy pequeño, muy delgado, y tampoco era un balonmano serio. Luego me fui a Alemania [en 2018, al Hannover], donde me fue bien, pero seguía físicamente muy débil y no entendía mucho de jugadas. Estaba un poco perdido y el idioma me costó. El Nantes también me ayudó, pero solo estuve medio año [por la covid]. Y cuando llegué al Barcelona [2020], ahí te enseñan una manera diferente de ver el balonmano. Tanto staff, tantos entrenadores, aprendes un montón», apunta al mencionado medio. Fue en 2021 cuando debutó con el primer equipo y, dos años más tarde, se marchó al Granollers.

Pablo Urdangarin junto a su padre, Iñaki Urdangarin, al final de un partido de balonmano reciente. | Europa Press

Hoy jugará como lateral derecha, al igual que lo hizo su padre en su momento. «Hablando con mi padre, los dos pensamos que al haber crecido tanto, era un plus. Sabía que, si conseguía tener dos puestos, me ayudaría un montón a mí y a los equipos. Jugadores así son muy buscados. Y yo me aburría un poco en la esquina esperando balones», apostilla. Además, antes de cada partido, su padre le da «tips» para «mantener la calma, ser disciplinado, lanzar en las primeras acciones porque si no los defensores no van a dudar…». Unos detalles que habla «mucho» con él.

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