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El incierto futuro profesional de Alessandro Lequio: «Necesita introspección y madurez»

Desde THE OBJECTIVE hemos hablado con Ana Jiménez, experta en marca personal, sobre cómo recuperar su imagen

El incierto futuro profesional de Alessandro Lequio: «Necesita introspección y madurez»

Alessandro Lequio, junto a su mujer. | EP

Mediaset ha decido prescindir de los servicios de Alessandro Lequio. Ha sido esta misma semana cuando el grupo audiovisual ha tomado esta decisión después de la contundente entrevista que dio Antonia Dell’Atte —su ex— a El País, hace unas semanas, donde afirmaba que había vivido una relación de malos tratos. Lo cierto es que, como adelantaron desde el mencionado medio, estas confesiones —ampliamente conocidas y de las que la propia Antonia ha hablado en innumerables ocasiones— fueron el detonante para consagrar su despido, que se le informó a última hora de la tarde este miércoles.

Lo cierto es que, ahora, Alessandro se encuentra en un momento especialmente delicado. Pero ¿cómo afecta este despido a su reputación? Desde THE OBJECTIVE hemos hablado con Ana Jiménez, experta en marca personal, quien nos ha dado las claves de cómo podrá Lequio recuperar su imagen pública. «Se trata de acusaciones graves y presuntas, cuya veracidad solo puede aclararse en los ámbitos correspondientes, pero que, por su naturaleza, generan un impacto inmediato y obligan a las empresas a proteger su marca», explica Jiménez.

Una experta en marca personal valora el futuro de Alessandro Lequio

Alessandro Lequio
Lequio ha sido despedido de Telecinco.

Sí que es cierto que no se trata de una «condena reciente ni de un proceso judicial actual, sino de la exposición pública de unos hechos que, aun perteneciendo al pasado, llevan un peso social evidente». Sin duda alguna, en cuestiones de violencia machista, «la sociedad exige una reacción firme; son temas que deben tomarse en serio, y cualquier medio se ve obligado a actuar con prudencia y coherencia frente a un relato de este tipo». «Esta medida se habría aplicado con cualquier colaborador en una situación semejante, porque en estos casos no cuentan los años de carrera ni la trayectoria acumulada», apostilla. Y sí que es cierto que la forma y el contenido recuerda mucho a lo que le sucedió a Antonio David Flores, hace cinco años, cuando fue fulminantemente despedido de Telecinco después de que Rocío Carrasco narrara de años de maltrato en Contar la verdad para seguir viva.

«Para la marca personal de Lequio, esta situación supone un giro inesperado y complejo. La salida de Mediaset no es solo un despido, es un síntoma claro de cómo han cambiado las reglas del juego en los medios españoles», explica Ana Jiménez. Y es que, sí que es cierto que, durante décadas, el conde fue «una pieza fija del ecosistema televisivo, un opinador reconocible, directo y sin maquillaje». Pero eso sí, en 2025, «la trayectoria ya no protege a nadie cuando la conversación pública se cruza con acusaciones de máxima gravedad. La ética mediática actual no negocia con este tipo de sombras, y su caso lo demuestra con crudeza».

«Su valor televisivo se basaba en la capacidad de señalar; ahora el foco está sobre él»

«Su marca personal siempre se apoyó en la franqueza y en un estilo confrontativo que funcionaba bien en el plató: él opinaba, juzgaba, analizaba y rara vez se dejaba llevar por la sensibilidad», añade la experta en marca personal. «Ese era su papel, y Mediaset lo explotaba. Pero cuando la lupa deja de mirar hacia fuera y se dirige a la propia figura del opinador, el relato se rompe. El personaje queda sin espacio. Su valor televisivo se basaba en la capacidad de señalar; ahora el foco está sobre él, y en un tema que desborda cualquier formato de entretenimiento», cuenta Ana Jiménez.

«No se trata de castigar una trayectoria, sino de evitar contaminar el ecosistema mediático»

Antonia dell’Atte junto a Alessandro Lequio en 1990. | Gtres

Sin duda, la reacción de Mediaset es, «en esencia», «una maniobra de protección de marca». «No se trata de castigar una trayectoria, sino de evitar contaminar el ecosistema mediático con un asunto incompatible con la sensibilidad social actual. Las cadenas viven de la confianza del público, y asociarse a una figura envuelta en acusaciones tan delicadas es un riesgo que ninguna corporación puede asumir», explica la experta. Y es que, hoy en día, no cuentan los años en la pantalla, «cuenta la coherencia con los valores exigidos por la audiencia. El despido es una medida preventiva y una señal de alineación con esos valores».

«La reconstrucción de su credibilidad no puede apoyarse en discursos defensivos»

«Para Lequio, la pérdida de su plataforma televisiva abre un escenario completamente distinto. Su estilo habitual, tan frontal y combativo, no le sirve ahora. Intentar defenderse desde la confrontación solo endurecería la percepción pública y lo alejaría más de cualquier opción de reconstrucción. El silencio cuidadoso y la retirada estratégica son prácticamente las únicas alternativas viables a corto plazo», explica Ana Jiménez. Si, en algún momento, él aspira a un reencuentro con la opinión pública, «necesitará un relato muy diferente al que ha manejado toda su vida profesional: introspección, madurez, serenidad». «La reconstrucción de su credibilidad no puede apoyarse en discursos defensivos ni en retóricas de plató. Tiene que girar hacia la responsabilidad personal y la comprensión del impacto social que generan acusaciones de esta naturaleza. Sin ese proceso interno, no hay retorno posible», especifica Ana Jiménez.

«El entretenimiento tiene un límite claro»

Alessandro Lequio
Alessandro Lequio en ‘Vamos a ver’. | Telecinco

Aunque, sin lugar a dudas, su despido vuelve a marcar un antes y un después y confirma una tendencia «irreversible». «La ética corporativa manda más que la historia personal de cualquier colaborador», explica Jiménez. Su marca, diseñada para el debate ligero y el análisis rápido, «no resiste una crisis de este calibre». «El entretenimiento tiene un límite claro cuando entra en conflicto con la sensibilidad social. Y ese límite, inevitablemente, lo ha dejado fuera de la primera línea mediática», concluye Ana Jiménez, experta en marca personal.

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