The Objective
Gente

Ramón Freixa, más allá del chef que retoma sus dos estrellas Michelin de la mano de su marido

El cocinero trabaja codo con codo junto a su marido, David del Castillo, con quien se casó hace dos años en Madrid

Ramón Freixa, más allá del chef que retoma sus dos estrellas Michelin de la mano de su marido

Ramón Freixa junto a su marido, David del Castillo. | Gtres

En una emocionante gala Michelin, celebrada este mismo martes en la ciudad de Málaga, el chef Ramón Freixa ha recuperado sus dos estrellas Michelin a través de su restaurante, Ramón Freixa Atelier. Un logro que, sin duda, ha llenado de felicidad al cocinero, quien se ha vuelto a colocar entre los más aplaudidos de nuestro país. Pero ¿qué sabemos del lado más personal de Ramón Freixa?

Freixa nació en septiembre de 1971 en el municipio catalán de Castellfollit de Riubregós, en la provincia de Barcelona. Desde niño estuvo vinculado a la gastronomía; creció «oliendo a harina, jugando con la clientela y haciendo de ayudante» en la panadería de sus abuelos, y poco después en el restaurante de sus padres. Ese entorno familiar le imprimió una temprana inclinación hacia la cocina y un respeto profundo por la tradición culinaria. Para formarse profesionalmente, estudió Gestión y Dirección Hostelera en la Escuela Superior de Hostelería y Turismo de San Pol de Mar (Barcelona), lo que le dio la formación técnica necesaria para desenvolverse en cocinas profesionales. 

La vida de Ramón Freixa y cómo comenzó a ser chef

Más adelante, amplió sus horizontes culinarios con estancias en Bélgica y Francia, regiones con una rica tradición gastonómica, lo que contribuyó a moldear su estilo: un cruce entre tradición catalana y técnicas contemporáneas. En 1994 comenzó a trabajar activamente en el restaurante familiar El Racó d’en Freixa. Cuatro años después, en 1998, asumió su dirección cuando su padre se retiró. A pesar de los cambios y modernizaciones que implementó —con nuevos menús y propuestas— logró mantener la estrella Michelin que el restaurante tenía desde 1988.

Ese éxito consolidó a Freixa como una de las promesas de la cocina catalana. Pero su ambición y visión iban más allá de mantener lo logrado: quería evolucionar, experimentar y llevar su cocina a nuevos territorios, sin perder jamás el respeto por el producto y la tradición. En 2009 Ramón Freixa dio un paso decisivo: se trasladó a Madrid para abrir su propio restaurante, Ramón Freixa Madrid, ubicado en el hotel Único. Al poco tiempo de abrir sus puertas, el local consiguió su primera estrella Michelin, y en 2010 sumó la segunda. Ese reconocimiento lo catapultó a una posición de élite entre los chefs españoles, confirmando que su cocina —una síntesis de técnica, diseño, sabor e innovación— era una de las más destacadas del país. 

La importancia de sus padres

Durante esos años también amplió su esfera de influencia; abrió proyectos fuera de España, como un restaurante en Cartagena de Indias (Colombia), llamado Erre, consolidando así su perfil internacional. Además, desarrolló líneas de negocio como catering y servicios gastronómicos para instituciones, eventos y trenes, diversificando su actividad más allá del restaurante tradicional. Freixa suele definir su cocina en tres pilares; producto, técnica y sentimiento. Para él, lo esencial es que el producto —muchas veces local, de temporada y de calidad— destaque; pero sobre esa base clásica construye propuestas modernas, creativas y sorprendentes, siempre con un punto de riesgo y su toque personal.

Es conocido por su perfeccionismo, su sensibilidad estética y por incorporar humor y sorpresa en sus platos: un chef que no teme experimentar con texturas, presentaciones o fusiones, pero sin olvidar la raíz. Su formación, su experiencia internacional y su bagaje familiar le dan una base sólida; su impronta personal le da originalidad. En diciembre de 2024, Freixa cerró su emblemático restaurante en el hotel Único tras 15 años de trayectoria, 2 estrellas Michelin y múltiples reconocimientos. Pero lejos de suponer un paso atrás, este cierre marcó el inicio de una nueva etapa: su propio «salto en solitario». 

Ramón Freixa Tradición y sus dos estrellas Michelin

En 2025 inauguró un nuevo espacio en la calle Velázquez 24, en Madrid, que engloba dos conceptos: Ramón Freixa Tradición —una cocina tradicional reinterpretada— y Ramón Freixa Atelier —una propuesta de autor, creativa, vanguardista, con menú degustación y un enfoque muy cuidado en la experiencia global. Este proyecto, además de reflejar su madurez profesional, revela su filosofía actual: ofrecer una cocina de calidad, honesta y duradera, donde tradición y vanguardia convivan, sin depender exclusivamente de la presión de las estrellas Michelin. Él mismo ha dicho que su objetivo hoy es «vender felicidad», no fama.

Además de sus dos estrellas Michelin y tres Soles Repsol, Freixa ha recibido numerosos galardones y reconocimientos por su trayectoria y su contribución a la gastronomía española. También, ha colaborado en distintos programas de televisión y participa, de forma recurrente, en distintos eventos gastronómicos. Ramón Freixa se describe a sí mismo como un cocinero honesto, obsesionado por el trabajo bien hecho, la calidad y el respeto al producto. Al mismo tiempo, mantiene una gran sencillez humana: ha manifestado que para él la cocina no debe ser excesivamente pretenciosa, sino accesible, auténtica —una gastronomía que respete la tradición pero esté abierta a la innovación. 

Aunque es una figura muy visible en la gastronomía española, Ramón Freixa mantiene un perfil íntimo extremadamente discreto. Su lado personal está marcado por un vínculo muy fuerte con su familia, especialmente con sus padres, de quienes heredó tanto la vocación como la ética del trabajo. Siempre ha contado que creció «entre harina y cacerolas» y que su infancia en el negocio familiar le dio una visión muy humana de la cocina: cercanía, esfuerzo y humildad. Para él, el legado de su padre —también cocinero— es un referente emocional y profesional que sigue guiándolo. Además, el propio Freixa se define como perfeccionista e, incluso, obsesivo con este aspecto.

Su boda junto a David del Castillo

A pesar de su notoriedad, Ramón Freixa es extremadamente celoso de su intimidad. Mantiene su vida privada fuera de los focos y rara vez comenta aspectos de su día a día personal. Prefiere que su presencia pública se centre en su trabajo, su equipo y sus proyectos gastronómicos. Esta reserva forma parte de su carácter: siempre elegante, discreto y poco dado a exhibirse más allá de la cocina. Freixa se casó, el pasado 2023, con su pareja, David del Castillo, en el Soto de Viñuelas, a pocos kilómetros de Madrid. Desde hace más de doce años, su marido es director de negocio de los restaurantes y la marca del chef. Han sido contadas las ocasiones en las que ambos han aparecido juntos.

Una de esas veces fue durante el 50 cumpleaños de David cuando el experto en marca, micrófono en mano, le dedicó unas bonitas palabras a su marido: «Soy muy poco aficionado al protagonismo pero la ocasión bien lo merecía. Micrófono en mano y tanto que agradecer. A los que me regalan su amistad y cariño y me acompañaron para hacer posible una noche mágica. Y especialmente a Ramón Freixa no solo por organizar una increíble fiesta sorpresa de cumple, sino por elegir hacerme feliz cada día. Y es que la felicidad con mayúsculas no solo está en poemas o canciones, existe».

Publicidad