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La esfera personal de Ana Milán: los ex que han marcado su vida y su forma de ver el mundo

Siempre entre la ironía y la autenticidad, convierte su vida en un escenario donde lo real cobra protagonismo

La esfera personal de Ana Milán: los ex que han marcado su vida y su forma de ver el mundo

Las exparejas que han marcado a Ana Milán | Gtres

En el podcast que Ana Milán tiene en Podimo, titulado La vida y tal, la presentadora y actriz comparte anécdotas personales, historias de amor y desamor, momentos surrealistas y vivencias cotidianas con un tono cercano y desenfadado. Desde que comenzó, en 2022, el podcast ha destacado como un espacio de normalización de vivencias humanas: conflictos, relaciones complicadas, obsesiones, inseguridades, rupturas, amores fugaces o duraderos… Todo contado sin filtros, con una mezcla de humor, sinceridad y comprensión.

Ahora en solitario —antes hacía el podcast con Sebastián Gallego—, Ana Milán, de 52 años, sigue triunfando con su programa. Pero tanto hablar de los hombres, de una forma un tanto crítica, que conecta con las mujeres, hace que muchas personas y seguidores del podcast se pregunten por la vida sentimental de la presentadora.

Los exnovios (y exmaridos) que han marcado a Ana Milán

En el universo público de Ana Milán, sus relaciones sentimentales han sido capítulos secundarios pero inevitables dentro de una biografía dominada por su carrera como actriz, presentadora y escritora. Aun así, cada una de esas historias ha dejado pequeñas huellas en ella misma. De hecho, con su ironía habitual, lo ha comentado en entrevistas y lo usa ahora en su podcast.

Su primer gran compañero conocido fue Paco Morales, padre de su hijo Marco, que hoy tiene 24 años. Aquella relación, previa a su irrupción masiva en televisión, no necesitó papeles para consolidarse. Ana siempre ha hablado de aquella etapa como un territorio cálido, el origen de su mayor orgullo: la maternidad. Aunque la pareja finalmente siguió caminos diferentes, la actriz ha mantenido respeto hacia él.

Tiempo después, inició una relación con Juan Antonio Corbalán, histórico jugador de baloncesto. Con él llegó incluso a anunciarse una boda que nunca se concretó. La ruptura, a las puertas del altar, fue uno de los episodios que más titulares generó, aunque Ana Milán lo manejó —como suele— con ese humor suyo que esquiva el dramatismo sin restarle importancia a lo vivido. Aquel vínculo representó uno de los momentos más mediáticos de su vida personal, un cruce entre deporte, televisión y expectación pública.

Desde 2016 no se le conoce pareja oficial

En 2011 volvió a apostar por el amor formalizándolo con el realizador Jorge Juan Pérez. El matrimonio, sin embargo, duró apenas unos meses después, pues ambos decidieron separarse. Lejos de construir un relato amargo, Ana Milán siempre ha recordado esta etapa con serenidad, como quien entiende que no era, simplemente, el correcto.

Su siguiente relación importante llegó con el actor y director Fernando Guillén Cuervo, con quien se casó en 2014. Esta unión pareció, por un tiempo, un pulso compartido entre dos artistas que se entendían en la misma frecuencia; aun así, el matrimonio concluyó dos años despues, en 2016, de manera discreta y sin sobresaltos públicos.

Desde entonces, Ana Milán ha tenido alguna que otra relación pero, al parecer, nada serio. De hecho, ha preferido mantener sus afectos fuera del foco. En los últimos años ha insistido en que vive centrada en su trabajo, en su hijo y en un espacio personal que defiende y que usa, a su manera, para su trabajo.

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