El Frente Polisario ha dado por terminado el alto el fuego con Marruecos, firmado en 1991, y ha decretado el estado de guerra
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El Frente Polisario, el movimiento político que se identifica con la autoproclamada República Árabe Democrática Saharaui (RASD), dio este domingo por terminado el acuerdo de alto el fuego con Marruecos, firmado en 1991, y decretó el «estado de guerra» con el reino alauí. Un incidente en el sur de la antigua colonia española ha servido como detonante: a finales de octubre, activistas saharauis bloquearon el paso a los camiones de mercancía marroquíes procedentes del África subsahariana en el paso fronterizo de Guerguerat, que controla la fuerza de interposición de la ONU. El Polisario insiste en que esa vía comercial va contra lo pactado con Marruecos. Rabat afirma la contrario. Y hace días envió a su ejército al paso para ahuyentar a los saharauis.
Son muchos los incidentes similares registrados en las últimas décadas a lo largo de los 2.500 kilómetros de muro de seguridad construido en el desierto del Sahara, el más largo del mundo. La ONU, a través de la Minurso, tiene una fuerza ridícula como tropa de interposición en ese inmenso territorio entre Marruecos y la RASD, y se limita a levantar acta. Así que la decisión de utilizar el incidente de Guerguerat significa que el Polisario quiere forzar un cambio de statu quo. Bien porque la situación en sus campamentos argelinos es tan desesperada que teme un levantamiento; o porque cree que las circunstancias, con un cambio de Administración en EE.UU., pueden reportarle más apoyos.
En los últimos meses, Marruecos ha conseguido que un número creciente de países de África reconozcan su soberanía sobre el antiguo territorio español, y abran consulados en El Aaiún. La República Árabe Saharaui Democrática (RASD) solo cuenta con el reconocimiento de países africanos y latinoamericanos, y no por los europeos. Lo que no obsta para que el Polisario –como movimiento liberacionista laico de izquierdas– cuente con un puesto en la Internacional Socialista, y respaldo político y financiero de grupos y oenegés «progresistas». Argelia le cede parte de su desierto en Tinduf y le da apoyo logístico, porque para Argel el Polisario es un peón importante en sus aspiraciones a tener una salida al Océano Atlántico.
El decreto de declaración de guerra firmado por el presidente de la RASD y líder del Polisario, Brahim Gali, pide a las Fuerzas Armadas saharauis que «pongan en marcha todas las medidas relacionadas con la implementación de los requisitos de este decreto dentro de sus competencias y autoridad». El ejército saharaui está compuesto por una fuerza que oscila entre los 3.000 y los 5.000 hombres, mal preparados y peor armados, frente a los 235.000 miembros de las fuerzas armadas marroquíes, que cuentan con armamento sofisticado.
Más allá de la guerra de propaganda entre ambos lados, que apenas ha dado comienzo, los primeros incidentes revelan la disparidad de fuerzas. Los militares marroquíes despejaron a tiros el bloqueo a la ruta comercial en Guerguerat hace días, sin causar ninguna baja a los saharauis, y este domingo estos anunciaron haber «bombardeado cuatro bases militares y dos puestos de control de Marruecos» a lo largo del muro, sin producir tampoco víctimas.
Origen
El Sahara primero fue una colonia y después una provincia española ya que Franco le dio ese estatus para esquivar la descolonización. A través de los Acuerdos Tripartitos de Madrid, España cedió el Sahara a Mauritania y Marruecos en 1975, y por ende muchas personas de origen español comenzaron a pertenecer a otro país. Surgió el Frente Polisario, un movimiento de liberación nacional del Sahara Occidental, que trabaja para acabar con la ocupación de Marruecos y conseguir la autodeterminación del pueblo saharaui. Ese mismo año, comenzó la primera guerra por el territorio del Sahara que se prolongaría 26 años, hasta 1991. Al principio la guerra fue a 3 bandas: Sahara (Frente Polisario), Marruecos, Mauritania. Al estallar la guerra miles de saharauis huyeron desierto adentro y se asentaron cerca de Tindouf, Argelia. Las guerrillas del Polisario, con base en Argelia, lanzaron continuos ataques contra las tropas marroquíes y mauritanas en el Sahara Occidental (llegando incluso a atacar la capital de Mauritania). Mauritania renunció a sus pretensiones territoriales en el Sahara y en 1979, firmó la paz con el Frente Polisario (Acuerdo de Argel).
Sin embargo, su lugar es ocupado por Marruecos, que proclama su soberanía sobre la totalidad del territorio del Sahara Occidental. Finalmente, en agosto de 1988, Marruecos y el Frente Polisario dan su visto bueno a un plan de paz elaborado por la ONU y la OUA (Organización para la Unidad Africana), que supone el alto el fuego y el control del territorio del Sahara por una misión de las Naciones Unidas, la cual prepararía la celebración de un referéndum sobre el futuro del territorio. Hasta el momento no se ha llegado a ninguna solución ni a la celebración de ninguna consulta o referéndum. Mientras tanto, los refugiados saharauis (en torno a 250.000 personas) siguen en el desierto argelino, fundamentalmente en los Campos de refugiados de la provincia de Tinduf.
Actualmente Marruecos controla los recursos naturales del Sahara donde se encuentra el mayor yacimiento mundial de fosfatos, los caladeros de pesca más abundantes de la costa atlántica africana y yacimientos de gas, petróleo y circonita entre otras.
Posición de la ONU
La ONU reconoció en 1991 el derecho a un referéndum de autodeterminación a los saharauis y el establecimiento de un cuerpo especial para organizarlo y velar por el alto al fuego, pero esto aún no ha sucedido. No hay enviados especiales de la ONU que medien entre ambas partes desde principios de 2019. Los anteriores fracasaron y todavía no se ha nombrado a un nuevo enviado.