La Comisión propone reforzar el papel de la Oficina europea de Policía (Europol), para dar a esa agencia más poder en la detección de los yihadistas extranjeros
Los líderes de los Veintisiete dieron este viernes un nuevo impulso a la lucha contra el terrorismo y la radicalización en una cumbre europea donde acordaron trabajar para la plena aplicación de los instrumentos existentes y otras nuevas medidas, en particular para combatir la violencia y el extremismo en internet.
Los mandatarios aprobaron unas conclusiones sobre seguridad en las que condenaron los últimos ataques ocurridos en Francia y Austria, que han vuelto a poner el terrorismo en lo más alto de la agenda política europea.
El presidente francés, Emmanuel Macron, valoró al término de la reunión el compromiso de los 27 y la voluntad de los países de trabajar para mejorar la protección de las fronteras exteriores y de los contenidos en línea. Asimismo, consideró positivo que Bruselas prepare una legislación sobre las grandes plataformas numéricas que «permitirá controlar mejor los discursos de odio, una mejor regulación y responsabilidad de los actores», dijo.
«Frente a estos ataques a los derechos y libertades fundamentales, la UE defenderá los valores comunes que sustentan nuestras sociedades pluralistas y seguirá ejerciendo con determinación sus esfuerzos conjuntos para defenderlos», señalan las conclusiones adoptadas.
En ese contexto, los líderes instaron a aplicar plenamente las decisiones ya en vigor y valoraron las medidas apuntadas en la agenda antiterrorista presentada por Bruselas esta misma semana. En particular, hicieron hincapié en la importancia de asegurar que la información de todo el que entre en la UE sea comprobada en las bases de datos europeas.
También confiaron en la próxima adopción de una propuesta de la Comisión para reforzar el papel de la Oficina europea de Policía (Europol), que entre otras cosas pretende dar a esa agencia más poder en la detección de los yihadistas extranjeros que regresan a sus países de origen e impulsar la cooperación policial.
Condenaron lo ataques a la libertad de expresión, religiosa o de pensamiento, y subrayaron lo esencial de prevenir la radicalización y abordar «las ideologías tras el terrorismo y la violencia extrema, incluida en internet».
Por todo ello, pidieron impulsar la lucha contra los contenidos ilegales en internet y, por otra parte, asegurar que la educación y formación religiosa están en línea con los derechos y valores fundamentales europeos.
También llamaron la atención sobre la necesidad de abordar la influencia extranjera sobre las organizaciones civiles y religiosas nacionales por medio de la «financiación no transparente».
En el marco de la lucha contra la radicalización, instaron a respaldar las iniciativas que permitan entender mejor la difusión de las ideologías extremistas.
A los países les invitaron a impulsar los esfuerzos para hacer pleno uso de las bases de datos europeas y los sistemas de información en particular introduciendo toda la información sobre las personas que son consideradas como amenazas desde el punto de vista del terrorismo o por violencia extrema y a asegurar que todo el que acceda a la UE sea sometido a los oportunos controles.