Repasamos la cronología del bloqueo del presidente saliente de Estados Unidos en las principales plataformas tecnológicas
Todo empezó tras las elecciones del 3 de noviembre en Estados Unidos. Los confusos días de escrutinio que siguieron al día de los comicios iniciaron una tensa disputa entre el candidato demócrata, Joe Biden, y el presidente, Donald Trump, alegando este último que se había producido un «fraude» y que le habían «robado» las elecciones.
Sin embargo, cuando a la altura del 7 de noviembre, cuatro días después de la noche electoral, la mayoría de medios dieron por ganador a Biden, Trump no cambió su discurso y comenzó una campaña retórica y judicial para tratar de demostrar el supuesto ‘pucherazo’ demócrata.
Fue entonces cuando las redes sociales, en particular Twitter, juzgaron que era su deber limitar de alguna forma los mensajes del todavía presidente. De esta forma, la plataforma comenzó a añadir a cada tuit que Trump escribía al respecto mensajes similares a «This claim about election fraud is disputed» (esta reclamación sobre fraude electoral está cuestionada).
Algunas voces acusaron entonces a Twitter de censura, a pesar de que los mensajes del presidente aún podían encontrarse y leerse en la plataforma.
Los disturbios en Washington
Sin embargo, esa situación cambió con el asalto al Capitolio protagonizado el pasado miércoles por unos pocos centenares de seguidores de Trump. El presidente difundió un vídeo en sus perfiles unas horas después pidiendo a los manifestantes que volvieran a sus casas, pero insistiendo en su teoría del fraude.
Las grandes tecnológicas, empezando por Twitter, Facebook e Instagram, reaccionaron al mensaje de Trump y suspendieron su cuenta temporalmente por considerar que sus palabras incitaban a la violencia. En concreto, Twitter conminó al presidente a eliminar tres tuits amenazando con bloquear su cuenta de manera indefinida.
Finalmente, el pasado viernes Trump perdió definitivamente el que durante sus cuatro años de presidencia ha sido su megáfono más poderoso, su cuenta personal de Twitter, después de que la red social la suspendiera permanentemente ante «el riesgo de una mayor incitación a la violencia». El presidente saliente, que contaba con 89 millones de seguidores, ha emitido más de 55.000 mensajes durante más de once años.
«Cuenta suspendida»
La cuenta que el presidente ha usado frenéticamente durante sus cuatro años en el poder, con anuncios que a menudo sorprendían a su propio equipo y desataban desesperadas carreras para implementar sus órdenes, está ahora en blanco, sin siquiera las fotos de perfil del presidente, y con el mensaje «cuenta suspendida».
Fueron los dos últimos tuits que Trump emitió después de recuperar el control de su cuenta, este mismo miércoles, los que motivaron su suspensión permanente, después de que Twitter concluyera que violaban su política de glorificación de la violencia.
La reacción de Trump llegó inicialmente desde la cuenta oficial en Twitter del presidente de EE.UU., @POTUS, que el próximo 20 de enero pasará a manos del mandatario electo, Joe Biden, y se eliminarán sus seguidores actuales, que son 33,4 millones.
Sin embargo, Trump borró enseguida sus tuits de esa cuenta y fue la Casa Blanca la que distribuyó su mensaje en un comunicado, en el que acusó a la red social de «silenciarle» a él y a sus votantes, y de ser un instrumento de la «izquierda radical».
Trump amenaza con crear su propia plataforma
«Predije que esto ocurriría. Hemos estado negociando con varios sitios más, y tendremos un gran anuncio pronto, mientras miramos también las posibilidades de construir nuestra propia plataforma en un futuro cercano. ¡No nos silenciarán!», afirmó el presidente saliente.
Y es que la de Twitter ha sido la medida más rotunda de las tecnológicas contra el discurso de Trump tras el asalto al Capitolio, pero no la única: tanto Facebook como Instagram han bloqueado el acceso del presidente a su cuenta al menos hasta que se complete el traspaso de poder el 20 de enero, mientras que Twitch y Snapchat han desactivado su perfil indefinidamente.