El líder de la oposición en Países Bajos exige cerrar mezquitas, prohibir el Corán y abandonar la UE
El partido de Geert Wilders es el segundo en el parlamento holandés y se espera que repita esa posición en las elecciones de este miércoles
El partido de Geert Wilders es el segundo en el parlamento holandés y se espera que repita esa posición en las elecciones de este miércoles
El Partido por la Libertad, formación liderada por Geert Wilders, se posiciona en las encuestas para las legislativas del 17 de marzo como el segundo más grande del Parlamento en Países Bajos, aunque condenado a liderar la oposición ante el rechazo de las demás fuerzas políticas a su campaña, que exige cerrar mezquitas, prohibir el Corán y abandonar la Unión Europea (UE).
Entrevistar a Wilders es prácticamente misión imposible, selecciona con cuidado incluso a la prensa local con la que quiere hablar, y los detalles de sus ideas se han dejado entrever solo en los debates electorales que organizan los medios neerlandeses, donde se ha enfrentado verbalmente al que considera su principal rival, el liberal Mark Rutte.
Wilders se comunica únicamente por la red social Twitter, desde donde expresa su rechazo a la inmigración, que considera una amenaza a los valores neerlandeses, y a la UE, por una cuestión de soberanía nacional. Para el líder opositor, la Unión derrocha dinero y «regala» impuestos de los neerlandeses a «pozos sin fondo» como los países del sur.
La formación, que hoy ocupa veinte escaños, el segundo más grande de la Cámara de los Diputados, quiere disparar la inversión en sanidad, educación y seguridad, actuar en el mercado mobiliario para rebajar los precios de los alquileres. También que se deje de subir la edad de la jubilación, aunque su programa electoral no define cómo quiere financiar estos planes si gana las elecciones.
El lema de su lucha política desde hace 15 años es combatir la «inmigración masiva», la «multiculturalidad» y la «islamización» de Países Bajos. Su objetivo es «salvaguardar la cultura» neerlandesa, su «forma de vida» y sus «valores fundamentales». «Es un problema existencial: la supervivencia de una Holanda libre depende de la medida en que logremos hacer retroceder al islam», dice su programa.
Para ello, en caso de llegar a gobernar, un Ministerio de Inmigración, Remigración y Desislamización (IRD) se haría cargo de prohibir mezquitas, escuelas islámicas y el Corán, y arrebatará el derecho a voto de las personas con doble nacionalidad, que tampoco podrán ocupar cargos políticos.