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Una ONG alerta que los conflictos armados en Myanmar están sumiendo al país en el caos

Tras el golpe de Estado, miles de personas han tenido que refugiarse en bosques, además, los militares bloquean cualquier suministro de ayuda humanitaria

Una ONG alerta que los conflictos armados en Myanmar están sumiendo al país en el caos

Tras el golpe de Estado, miles de personas han tenido que refugiarse en bosques, además, los militares bloquean cualquier suministro de ayuda humanitaria

Los combates armados que han brotado por toda Myanmar como respuesta al golpe de Estado del 1 de febrero han sumido al país en el caos, con enfrentamientos que ya han dejado centenares de muertos y decenas de miles de desplazados, alerta este lunes una organización especializada en conflictos.

En un informe, la ONG Crisis Group incide en la respuesta «desproporcionada» del Ejército birmano (conocido como Tatmadaw) para reprimir a las milicias civiles armadas que, con rifles de fabricación casera y escopetas de caza, han causado numerosas bajas entre las filas castrenses.

Las fuerzas de seguridad han utilizado artillería pesada y ataques con helicóptero «en ataques indiscriminados contra zonas pobladas» en varias regiones del país, como por ejemplo la occidental ciudad de Mindat o poblaciones del oriental estado Kayin.

Estas acciones de represalia han obligado a miles de personas, incluidos ancianos y menores, a refugiarse en bosques, mientras los militares bloquean cualquier suministro de ayuda humanitaria.

«El Ejército debe cumplir con sus obligaciones internacionales de respetar el uso proporcional de la fuerza, distinguir entre combatientes y civiles y permitir el acceso humanitario sin obstáculos a los desplazados», apunta Crisis en el informe «Apuntando al Tatmadaw: la nueva resistencia armada al golpe de Estado de Myanmar».

«Las milicias, por su parte, no deberían utilizar los abusos del Tatmadaw como excusa para cometer los suyos», remarca el informe.

Tras casi cinco meses desde el golpe de Estado militar que terminó con la incipiente y joven democracia en Myanmar, el Ejército no ha logrado controlar el país a pesar de la brutal represión contra la oposición al mando castrense.

Al menos 883 personas han perdido la vida a raíz de la violencia desatada por las fuerzas de seguridad, que ha disparado a matar contra los civiles pacíficos, según cifras de la Asociación para la Asistencia de Presos Políticos.

Algunos de los manifestantes han decidido tomar las armas contra el Ejército cansados de los pocos avances de las protestas pacíficas; mientras se han abierto o recrudecido a lo largo del país los enfrentamientos entre los militares y grupos rebeldes armados.

El opositor Gobierno de Unidad Nacional, formado en abril por políticos y activistas contrarios al mando militar, creó en mayo la Fuerza para la Defensa Civil con el objetivo de aunar en un futuro a las diversas guerrillas étnicas y conformar un ejército federal.

Los militares golpistas justifican la sublevación por un supuesto fraude electoral en los comicios del pasado noviembre, en los que arrasó el partido liderado por la nobel de la paz Aung San Suu Kyi, como ya hiciera en 2015, y que fueron considerados legítimos por los observadores internacionales.

Fuente: EFE

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