Putin y el presidente de Kazajistán llaman a aceptar la nueva realidad en Afganistán
Rusia admite que «los talibanes tienen el control», pero les preocupa la penetración en su territorio de terroristas que actúan en Afganistán, en particular del grupo EI
Rusia admite que «los talibanes tienen el control», pero les preocupa la penetración en su territorio de terroristas que actúan en Afganistán, en particular del grupo EI
Los presidentes de Rusia, Vladímir Putin, y Kazajistán, Kasim-Yomart Tokáyev, llamaron este viernes a aceptar la nueva realidad en Afganistán creada tras la toma del poder por talibanes, en sus respectivas intervenciones en el Foro Económico Oriental de Vladivostok.
«Ahora las realidades son tales que el movimiento talibán controla casi la totalidad del territorio afgano, con la excepción de Panjshir y pequeñas áreas adyacentes, que sin embargo son vecinas de Tayikistán», país aliado de Rusia, dijo Putin.
El mandatario ruso no tuvo empacho para admitir que «hoy los talibanes tienen el control» del país.
¿Reconocimiento de los talibanes?
«Si esto es así, debemos partir de las realidades», subrayó, aunque evitó pronunciarse sobre un posible reconocimiento de los talibanes por parte del Kremlin.
En la misma clave, el presidente kazajo, que participó en el foro de manera telemática, dijo que el reconocimiento de los talibanes es un «asunto delicado, que requiere cautela».
«Pero siendo realistas, afirmamos que los talibanes se hicieron con el poder para mucho tiempo, y vamos a partir de ello», señaló Tokáyev.
El jefe de Estado kazajo añadió que su país tradicionalmente comercia con Afganistán y este es otro factor que determinará las relaciones de Nur-Sultán con Kabul.
Aunque los talibanes han prometido que no extenderán sus acciones militares a los países vecinos, Rusia y las antiguas repúblicas soviéticas centroasiáticas, tres de ellas fronterizas con Afganistán -Turkmenistán, Uzbekistán y Tayikistán-, han extremado sus precauciones.
Expertos militares rusos consideran muy improbable que los talibanes intenten emprender acciones militares fuera del territorio de Afganistán, pero lo que preocupa a Rusia y a sus aliados es la penetración en sus territorios de terroristas que actúan en ese país, en particular del grupo Estado Islámico.
«Creo que las amenazas y los riesgos desde ese país que ha sufrido durante mucho tiempo son obvios. Tras la salida de los estadounidenses (de Afganistán), una gran cantidad de armas quedó allí, incluidas las más modernas, por valor de más de 85.000 millones de dólares», indicó Tokáyev además.
El peligro de una desintegración en Afganistán
Putin resaltó que Rusia no está interesada en la desintegración de Afganistán, ya que si esto llega a ocurrir «no habrá con quién conversar».
«Cuanto antes entren los talibanes en la familia de los pueblos civilizados, será más fácil hablar con ellos e influir de alguna manera«, dijo.
Además, en esa eventualidad -agregó el mandatario- a los talibanes se les podrá plantear que deben «cumplirse determinadas normas civilizadas».
Las promesas de los talibanes y la amenaza del terrorismo
A diferencia de la mayoría de los países occidentales, Rusia ha mantenido abierta su embajada en Kabul.
El Kremlin ha destacado que de momento los talibanes respetan las garantías de seguridad que dieron al personal diplomático ruso destacado en la capital afgana.
Rusia considera que, el hecho de que los talibanes hayan instado a los otros países a retomar su trabajo en las legaciones, demuestra que quieren desarrollar relaciones con la comunidad internacional.
El presidente de Mongolia, Ukhnaagiin Khürelsükh, que también intervino vía videoconferencia, afirmó que su país espera que los talibanes «tomen decisiones sensatas».
Asimismo, confió en que el país no se fragmente y los afganos puedan conformar un Estado unido y fuerte.
La catástrofe afgana
Putin calificó este viernes de «catástrofe» la situación en Afganistán tras la salida de las tropas internacionales.
«Es una catástrofe porque los estadounidenses, que son personas muy pragmáticas, han gastado más de 1,5 billones de dólares en esta campaña (militar) y ¿cuál es el resultado?», inquirió.
Además, hizo hincapié en la cantidad de personas abandonadas en Afganistán que han trabajado para Occidente, para EE.UU. y sus aliados, que consideró «una catástrofe humanitaria».
Putin sostuvo que, a diferencia de lo ocurrido ahora con la retirada a toda prisa de los efectivos estadounidenses, cuando las tropas soviéticas se retiraron de Afganistán entre 1988 y 1989 lo hicieron de manera ordenada.
Asimismo, el jefe del Kremlin recordó que Estados Unidos lanzó su operación en Afganistán en respuesta al ataque terrorista de 11-S, perpetrado hace 20 años.
Preguntado sobre quién desempeñará ahora la función de «policía global» tras la «fallida» operación estadounidense, Putin instó a no olvidarse de la misión clave de las estructuras de la ONU, incluidos los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad.
Expresó la esperanza de que en el contexto de los acontecimientos afganos, los países occidentales «lleguen a darse cuenta de que actuar desde las posiciones anteriores», que «consistía en civilizar a otros pueblos» a su imagen y semejanza, es «una política errónea».
Fuente: EFE