La nueva variante del coronavirus se extiende por el mundo acelerando las restricciones
Decenas de países han detectado ya casos de la cepa ómicron, que mantiene en vilo a la comunidad internacional por su capacidad de infección
Decenas de países han detectado ya casos de la nueva variante del coronavirus, llamada ómicron. La alerta fue emitida el pasado 23 de noviembre por las autoridades sanitarias de Sudáfrica tras identificar la existencia de esta cepa, la cual es, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), eleva el riesgo de infección y se expande a más velocidad. Desde entonces, el número de estados que se han sumado a la lista no ha dejado de crecer.
Dinamarca, Países Bajos, Reino Unido, Bélgica, Alemania, Italia, República Checa, Hong Kong o Israel, además de multitud de países africanos, como Botsuana, Mozambique, Esuatini (o Suazilandia), Angola, Zambia, Malaui, Lesoto, Zimbabue o Namibia, han hallado ya casos de la nueva variante.
La OMS ha calificado de «preocupante» el descubrimiento de esta cepa, que amenaza con azuzar una nueva oleada de la pandemia tras más de cinco millones de muertes a causa de la covid desde 2020. La primera reacción de la comunidad internacional ha sido la de cerrar sus fronteras con Sudráfrica y otras naciones meridionales del continente.
Las autoridades sanitarias, que califican «de alto a muy alto» el riesgo de la nueva variante B.1.1.529 del virus Sars-Cov-2, esperan que el número de casos de esta cepa aumente en los próximos días. La OMS asegura que ómicron es incluso más alarmante que la variante delta. La nueva variante provocó inquietud en cuanto a la recuperación económica mundial, y el viernes fue una jornada negra para los índice bursátiles y el precio del petróleo.
Vuelta de las restricciones
Para prevenir el esperado efecto de la variante, multitud de países están aumentando las restricciones dentro de sus fronteras, como ha ocurrido en Reino Unido, que ha recuperado la mascarilla obligatoria en los espacios públicos de interior y los confinamientos domiciliarios. Europa ya atravesaba un aumento de casos mucho antes de la aparición de ómicron, lo que llevó a restablecer restricciones sanitarias, dando lugar a violentas manifestaciones el fin de semana pasado en Países Bajos y en las Antillas francesas.
En Estados Unidos, que también había abierto sus fronteras al mundo a principios de noviembre, se prohibirá la llegada de viajeros de ochos países del sur de África. Washington felicitó el sábado a Sudáfrica por la «transparencia al compartir estas informaciones» después de que el país austral se sintiera «castigado» por haber anunciado la detección de «ómicron». Una alusión nada velada de EEUU a la gestión inicial de la pandemia que hizo China.
El estado de Nueva York ha declarado el estado de emergencia y espera la detección de casos de ómicron en las próximas horas
El estado de Nueva York ha declarado el estado de emergencia como medida excepcional ante la aparición de la variante ómicron del coronavirus. La gobernadora del estado, la demócrata Kathy Hochul, ha sido una de las primeras funcionarias del país en tomar una decisión al respecto de la nueva variante del virus, tal y como apunta el diario ‘The Hill’.
Por su parte, el principal responsable de la lucha contra el coronavirus en el país, Anthony Faucci, ha reconocido este sábado que no le «sorprendería» que la variante ómicron estuviera ya en suelo estadounidense. «No me sorprendería que estuviera. No lo hemos detectado aún, pero cuando hay un virus con este nivel de transmisibilidad y ya hay casos por viajes en Israel, Bélgica y otros países… cuando hay un virus así, es casi imposible que no se extienda por todas partes», ha afirmado Fauci en declaraciones a la cadena NBC.
Los fabricantes de vacunas AstraZeneca, Pfizer/BioNTech, Moderna y Novavax se han mostrado confiados por su capacidad para luchar contra esta nueva cepa. Cerca del 54% de la población mundial ha recibido al menos una dosis de la vacuna contra el covid-19, solo un 5,6% en los países con bajos ingresos, según la página Our World in Data. En Sudáfrica, únicamente el 23,8% de la población tiene la pauta completa.
Rastreo de la inteligencia israelí
El Gobierno israelí ha aprobado este domingo el uso de un programa de rastreo por los servicios de Inteligencia y Seguridad General interior, el Shin Bet, para localizar a los portados de la variante omicrón, en una decisión a la que se han opuesto cuatro ministros por atentar contra las libertades individuales.
El controvertido programa de seguimiento, utilizado en las primeras etapas de la pandemia, ha vuelto a recibir luz verde después de la agencia asegurara a los ministros que se usaría de manera limitada durante un corto periodo de tiempo, en principio hasta el 2 de diciembre.
«No estamos hablando de un uso generalizado y si existe un estallido de casos de la variante suspenderemos el programa», según un comunicado de la oficina del primer ministro israelí, Naftali Bennett, recogido por ‘Times of Israel’. El ministro Eli Avidar, miembro del gabinete del primer ministro, ha votado en contra de la medida y denunciado este «paso extremo, insostenible e injustificado«. «¿Cómo podemos mirar a nuestros votantes a los ojos cuando rompemos descaradamente promesa tras promesa de salvaguardar la democracia?», ha lamentado el ministro, del partido nacionalista Israel Beitenu.
También han votado en contra de la medida los ministros de Educación, Yifat Shasha-Biton; Economía, Orna Barbivai, y Justicia, Gideon Saar, quien ya criticara duramente este domingo la «injustificada» decisión del Gobierno israelí, adoptada en la víspera, de cerrar el país dos semanas ante la aparición de la nueva variante.