Caso Jeffrey Epstein: la expareja del millonario se sienta en el banquillo por tráfico sexual de menores
El tribunal de Nueva York juzgará si Ghislaine Maxwell captó y convenció a menores para que el magnate abusara de ellas
El tribunal de Nueva York juzgará si Ghislaine Maxwell captó y convenció a menores para que el magnate abusara de ellas
El juicio contra Ghislaine Maxwell, expareja y «mano derecha» del millonario Jeffrey Epstein, que se suicidó en una prisión en 2019, arrancó este lunes en un tribunal de Nueva York, donde se juzgará si Maxwell fue la responsable de captar y convencer a menores para que el magnate abusara de ellas.
El esperado juicio contra Maxwell, de 59 años e hija del polémico hombre de negocios Robert Maxwell, convocó a numeroso público y medios de comunicación, lo que obligó a la jueza que dirige el caso, Alithon Nathan, a habilitar media decena de salas donde poder seguir la vista a través de un circuito cerrado de televisión.
La Fiscalía, que dio arranque al proceso con su argumento de apertura, describió a Maxwell como una «mujer peligrosa» que engaño a niñas «para que Epstein abusara sexualmente de ellas».
«Entre 1994 y 2004, la acusada explotó sexualmente a chicas jóvenes a las que manipuló» para entregarlas a Epstein», aseguró la fiscalía, que presentará los testimonios de cuatro mujeres que aseguran haber sido víctimas de Epstein con la ayuda de Maxwell.
En la presentación de los hechos a los miembros del jurado, la ayudante del fiscal Lara Pomerantz arrancó la acusación contando el relato de una de las cuatro principales testigos: «Os quiero hablar de una joven llamada Jane», una chica de 14 años a la que supuestamente Epstein y Maxwell cautivaron para abusar de ella, dijo.
El supuesto ‘modus operandi’ de la trama
De acuerdo con el relato de la Fiscalía, la manera de actuar de la acusada y el fallecido magnate a quienes describió como «socios criminales» se repetía con cada supuesta víctima.
Primero, se acercaban a las jóvenes, «muchas de las cuales eran de familias a las que costaba llegar a fin de mes» y, después, «se ganaban su confianza, les daban esperanzas y les prometían el mundo» ofreciéndoles becas, viajes y contactos. «Les hacían creer que sus sueños se harían realidad», que podrían ser actrices, modelos, músicas, pero todo «era un engaño».
Según Pomerantz, una vez ganada su confianza, Maxwell comenzaba a hablarles abiertamente de sexo hasta que acababa convenciéndolas para que le hicieran un masaje a Epstein. «Pero el masaje era una excusa para que Epstein las tocara» y acabara «abusando sexualmente de ellas».
Fuente: EFE