Una periodista neozelandesa, acogida por los talibanes tras no poder volver a su país por la covid
La periodista, que está embarazada, ha denunciado que su país le ha denegado un salvoconducto de emergencia para volver debido a las restricciones anticovid
Una periodista embarazada de Nueva Zelanda ha denunciado que ha tenido que ser acogida por los talibanes en Afganistán después de que su país, con un estricto reglamento fronterizo anticovid, le haya denegado un salvoconducto de emergencia.
«Me sentí traicionada» por Nueva Zelanda, ha afirmado Charlotte Bellis en una entrevista con Radio New Zealand desde Kabul.
En una carta abierta publicada por el diario New Zealand Herald, la periodista explica que había trabajado en Afganistán para la cadena Al Jazeera y al volver a Doha (Catar), la sede del medio, se dio cuenta que estaba embarazada. Como en Catar está prohibido estar embarazada fuera del matrimonio, decidió mantener la situación en secreto mientras preparaba su regreso a Nueva Zelanda.
Pero el problema es que su país cerró las fronteras en marzo de 2020 debido a la pandemia y solo deja entrar a sus ciudadanos a cuentagotas, con un sistema de cuarentena cuyas escasas plazas están muy solicitadas y son muy difíciles de conseguir.
El país tenía que flexibilizar esta normativa en febrero, lo que le hubiera permitido dar a luz en mayo en Nueva Zelanda, pero después anunció un retraso en esta apertura debido a la variante ómicron.
La periodista pidió obtener una plaza para casos urgentes pero las autoridades neozelandesas se lo negaron, con lo que decidió pedir ayuda a altos responsables talibanes de Afganistán, el único país donde tanto ella como su pareja fotoperiodista disponían de visados.
Y estos le propusieron volver a ese país. ˜Estamos contentos por vosotros, podéis venir y no tendréis ningún problema», le dijeron sus interlocutores, explica.
«En un momento de necesidad, el gobierno neozelandés me dijo que no era bienvenida», lamenta la periodista en su columna en New Zealand Herald. «Cuando los talibanes ofrecen asilo a una mujer embarazada y soltera, sabes que estás en una situación difícil», añade.
Bellis, que meses atrás había preguntado en una rueda de prensa a los talibanes qué harían para garantizar los derechos de mujeres y niñas, afirma que es «irónico» que deba preguntar lo mismo a su Gobierno.
Tras haber denunciado su situación públicamente y contactado con abogados, Bellis asegura que las autoridades neozelandesas se han puesto en contacto con ella para comunicarle que el rechazo de su petición iba a ser reexaminada.