La ministra de Asuntos Exteriores británica, Elizabeth Truss, ha advertido de que se podría presentar «el peor escenario» para Ucrania tan pronto como la semana próxima y por ello ha abogado por prepararse para cualquier eventualidad.
«Necesitamos prepararnos para el peor escenario posible y el peor escenario posible podría ocurrir la semana próxima. La realidad es que Rusia quiere echar el reloj hacia atrás, hasta los 90 y antes incluso», ha afirmado Truss desde la Conferencia de Seguridad de Múnich.
Truss ha señalado que «solo en la última semana se han duplicado la desinformación y hemos visto operaciones de bandera falsa en la región del Donbás». «Me temo que Rusia ha demostrado que no es seria en lo que respecta a la diplomacia», ha remachado.
Para Truss, estamos «en uno de los momentos más peligrosos para la seguridad europea» desde principios del siglo XX por esta posible «invasión», según ha explicado durante su intervención ante la Conferencia de Seguridad de Múnich.
«Lo que ha demostrado esta crisis es que estamos unidos. Estamos preparados para instaurar sanciones en el caso de una incursión. Estamos preparados para proporcionar apoyo defensivo a Ucrania», ha añadido.
En el marco de esas posibles sanciones, Truss ha advertido que se podría negar la entrada en Londres a los empresarios y «oligarcas rusos».
Además, Truss ha defendido la necesidad de una nueva «arquitectura de seguridad global» porque «la que tenemos en este momento no basta para afrontar los nuevos desafíos». Así, se ha referido a los ámbitos espacial y de las nuevas tecnologías, tales como el armamento hipersónico, por lo que es «imperativo» hacer que el sistema de seguridad sea «más global».
«Cualquier acuerdo de control de armas futuro debe incluir a China. No podemos seguir en una situación en la que solo una parte del mundo está limitada y el resto no lo está», ha argumentado. «La seguridad euroatlántica no se puede separar de la seguridad indo-pacífica», ha remachado.