Kosovo solicitará su adhesión a la Unión Europea antes de que acabe el año
España es uno de los países comunitarios que no reconoce a Kosovo, ya que no da por válida la declaración de independencia de 2008
Olaf Scholz, canciller de Alemania, y Albin Kurti, primer ministro de Kosovo. | Europa Press
El primer ministro de Kosovo, Albin Kurti, ha anunciado que su Gobierno solicitará antes de que acabe el año la adhesión a la Unión Europea, dentro de una campaña de integración en bloques internacionales que ya arrancó hace unas semanas con la petición de entrada en el Consejo de Europa.
Kurti ha defendido el compromiso kosovar con la regulación de la UE durante una visita del canciller de Alemania, Olaf Scholz, al que ha reclamado que avale las aspiraciones de la antigua provincia serbia, que quiere también estrechar lazos con la OTAN, según medios locales.
Alemania sí reconoce a Kosovo como país independiente, pero no así cinco países de la Unión Europea, entre ellos España, que no dan por válida la declaración unilateral de independencia decretada en 2008. La UE, sin embargo, ejerce de mediadora en las negociaciones entre Belgrado y Pristina, de las que dependerían la normalización generalizada de relaciones.
La iniciativa diplomática de la UE, que reactivó el proceso de diálogo en 2020, busca que las dos partes normalicen sus relaciones en términos vinculantes y de acuerdo a estándares internacionales, algo que considera condición ‘sine qua non’ para la senda europea.
Alemania insta a Kosovo a dialogar con Serbia
Scholz ha instado a Kosovo a esforzarse más por normalizar las relaciones con Serbia con el fin de avanzar en su acercamiento a la Unión Europea (UE), dada la aspiración del país de obtener el estatus de candidato antes de fin de año.
«El diálogo es el camino que abre para Kosovo la perspectiva europea», resaltó Scholz en Pristina tras reunirse con el primer ministro kosovar, Albin Kurti, ha informado el portal kosovar KOHA. Ha insistido en «un acuerdo político entre los dos países es una condición importante para la perspectiva de los jóvenes en Kosovo».
Para el jefe del Gobierno germano es indispensable el acercamiento de «ambas partes» mediante un proceso «pragmático». Al considerar «inconcebible que dos países que no se reconocen pasen a formar parte de la UE», dio a entender que al final de ese proceso Belgrado debería reconocer la soberanía kosovar.
El difícil y lento diálogo entre Serbia y su antigua provincia de Kosovo se lleva a cabo desde 2011 bajo el auspicio de la UE para llegar a un acuerdo íntegro y vinculante, que es una condición crucial para el acercamiento de los dos países al club comunitario.
Ambas partes se acusan mutuamente de obstaculizar y ralentizar el proceso para normalizar sus relaciones.
