Contrato de submarinos: Australia pone fin a su crisis diplomática con Francia con una indemnización millonaria
Canberra rompió en septiembre un acuerdo de construcción de sumergibles tras firmar una alianza militar con Estados Unidos y Reino Unido
Canberra rompió en septiembre un acuerdo de construcción de sumergibles tras firmar una alianza militar con Estados Unidos y Reino Unido
El recién elegido primer ministro de Australia, Anthony Albanese, ha anunciado este sábado que su Gobierno ha alcanzado un acuerdo con Francia para indemnizar con 555 millones de euros a la compañía estatal gala Naval Group por romper de manera unilateral un contrato para la construcción de submarinos.
El país oceánico rompió el acuerdo inmediatamente después de sellar una alianza de seguridad con EEUU y el Reino Unido (AUKUS) que le permite el acceso a la tecnología estadounidense para la construcción de submarinos nucleares.
El Gobierno francés acusó entonces al Ejecutivo australiano de «romper la relación de confianza» entre ambos países al desechar el acuerdo de carácter «unilateral». Francia llegó a llamar a consultas a los embajadores de Australia y Estados Unidos, una decisión inédita en las relaciones con esos aliados.
Durante una rueda de prensa, Albanese ha dicho que espera viajar pronto a París para reunirse con el presidente francés, Emmanuel Macron, con el que había cerrado los detalles del acuerdo que podría fin a un episodio de tensión diplomática entre los dos países. «Es una buena oportunidad para dejar atrás las tensiones», ha apuntado el primer ministro, quien ha reconocido que aspira a tener “una relación honesta con Francia y basada en la integridad y el respeto mutuo”.
El primer ministro australiano, que ha agradecido a Naval Group por aceptar el acuerdo, ha explicado que ve una reunión personal entre el presidente Macron y él en Francia «como absolutamente vital para restablecer la relación, que es importante para los intereses nacionales de Australia».
Australia anunció en septiembre del año pasado que desechaba un contrato con Naval Group, firmado en 2016 y valorado en 63.400 millones de dólares estadounidenses (60.500 millones de euros), para la construcción de una docena de submarinos propulsados por motor diésel.
Fuente: EFE.