Rusia corta temporalmente el gas a Alemania mientras crece el temor a un cierre definitivo
Nord Stream 1 ha dejado de suministrar a las 6:00 a.m y se espera que vuelva a hacerlo el día 21
El temor alemán a un colapso energético, especialmente cuando llegue el invierno, se intensifica. El suministro de gas de Rusia a Alemania se interrumpirá desde este lunes durante diez días por trabajos de mantenimiento de las instalaciones del gasoducto Nord Stream 1 del mar Báltico, la conexión más importante para los flujos de gas natural hacia el país germano.
El gas dejará de fluir a las 6.00 horas (hora local) de este lunes y está previsto que se reanude a primera hora de la mañana del 21 de julio. Sin embargo, los funcionarios encargados de controlar el canal están muy preocupados por la posibilidad de que el suministro no se restablezca, debido a la guerra en Ucrania.
De hecho, el propio ministro de Economía germano, Robery Habeck, contempla abiertamente el escenario de un corte total de suministros y prepara desde hace semanas a la población y a la industria al ahorro, especialmente de cara a un invierno que sin gas ruso se prevé duro y frío. En concreto, lleva semanas insistiendo en la necesidad de que la población ahorre energía en estos meses de temperaturas suaves para poder llenar las reservas para el invierno.
Según lo publicado por la Agencia Federal de Redes el viernes, las instalaciones de almacenamiento están actualmente al 63% de su capacidad. El objetivo es llegar al 90% para el 1 de noviembre.
El gas ruso es vital para el funcionamiento de la economía alemana y su importancia va más allá de mantener calientes la mayoría de los hogares, ya que también es clave para su industria. Los caudales a través del oleoducto se han reducido en los últimos meses y se encuentran en torno al 40% de los niveles habituales. Rusia ha culpado a las sanciones por la reducción del flujo, argumentando que han obstaculizado su acceso a las piezas de repuesto.
Gazprom ya ha reducido el suministro de gas
La empresa estatal rusa Gazprom ya ha reducido considerablemente los volúmenes de suministro a través del gasoducto de 1.200 kilómetros entre Rusia y el norte de Alemania, alegando retrasos en las obras de reparación. Moscú atribuyó los retrasos a las sanciones impuestas por Occidente, argumento que fue rechazado por el canciller alemán, Olaf Scholz.
El gasoducto sólo se utilizaba a un 40 por ciento de su capacidad, lo que provocó nuevas subidas de precios en el mercado del gas, según la Agencia Federal de Redes alemana.
El operador ha programado diez días para la parada del Nord Stream 1, para comprobar y reparar o recalibrar el suministro de energía, los sistemas de protección contra incendios y gas y ciertas válvulas, según sea necesario.
Los trabajos de mantenimiento se producen en un momento en que Alemania trata de reducir urgentemente su dependencia del gas ruso, al tiempo que llena los depósitos de almacenamiento para el invierno que se avecina.